Gracias a los 95.000 hinchas extranjeros que por el Mundial de Rugby visitan el país detrás de la pelota ovalada, Nueva Zelanda, un país de unos 4 millones de habitantes, se ha visto beneficiado y ha recobrado parte de la estabilidad perdida tras los terremotos de graves consecuencia en Christchurch, en septiembre y en febrero (que dejó 181 muertos), y las cancelaciones de vuelos en junio pasado, por culpa de las cenizas volcánicas emanadas por el complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle, en Chile.
A pesar de la crisis financiera internacional, y de que la apreciación del dólar neozelandés respecto al euro y al dólar estadounidense no ayuda, los fanáticos del rugby no han dudado en darse cita en el país oceánico. De hecho, semejante evento deportivo es una muy buena noticia en un país en donde pese a la intensa promoción en el continente asiático, el número de extranjeros de visita en el país bajó un 0,5 por ciento en los últimos doce meses, según las últimas estadísticas publicadas, que datan del mes de agosto, justo antes del Mundial. En este sentido, y para fomentar la visita de turistas durante la competición, el ente oficial de turismo neozelandés lanzó en 2007 una campaña de promoción del Mundial 2011, teniendo como emblema un balón de rugby gigante que viajaba a ciudades como París, Londres, Tokio y Sídney, entre otros.

Un salvavidas para el país
En este contexto, el “Mundial es una buena noticia para Nueva Zelanda y el turismo”, que es la “primera industria del país”, destacó Kevin Bowler, director general del organismo gubernamental Tourism New Zealand.
Aunque el saldo turístico que deja el Mundial de Rugby en Nueva Zelanda es más que positivo, Bowler recuerda “que los grandes eventos hacen que algunos visitantes no viajen para evitar la concentración de turistas en el país”.
A pesar de esto, la influencia turística de la cita deportiva es completamente real. En los últimos días, y en comparación a 2010, el Mundial ha llevado a un incremento del 32,5 por ciento en pagos con tarjetas de crédito, según Paymark, empresa líder en pagos electrónicos del país. Otros sectores beneficiados fueron los alquileres de coches (+32,5 por ciento), y el de bares y restaurantes (+10,3 por ciento).