Uno de los festivales referentes del país celeste y blanco. Identidad propia, la meca de los fanáticos de la música y el perfecto balance entre un evento monumental y la posibilidad de disfrutar de otro de los grandes encantos argentinos: los espectaculares paisajes. El Aeródromo Santa María de Punilla se ilumina todos los meses de febrero de cada año para recibir la cúspide del talento local e internacional en materia musical. Dos días a puras melodías resonando entre montañas, felicidad contagiosa e infinitos grupos de amigos aventurándose en la provincia de Córdoba, listos para vibrar con clásicos que siguen sonando.

Show en Cosquín Rock.

EL COSQUÍN ROCK: LA HISTORIA

Hace más de dos décadas, en febrero de 2001, nacía un sueño que superó todas las expectativas. Lo que comenzó como un modesto intento de vender 2000 entradas se convirtió en una asombrosa peregrinación de amantes del rock que llegaban con sus bolsos desde todos los rincones del país. Cosquín Rock, el festival que se convirtió en una de las máximas referencias para la música joven de Argentina, se erigía como un fenómeno en crecimiento imparable. Pero, ¿cómo surgió este gigante que cada año congrega a las mejores bandas locales e internacionales? José Palazzo es la mente brillante detrás del proyecto: creador y productor. Con el tiempo, el festival se convirtió en una potente marca registrada que evolucionó sin perder su esencia. Trascendió las fronteras del género, incorporando estilos como el trap, el blues y la música electrónica. También dejó atrás su ciudad natal, migrando dos veces de sede oficial, desde Cosquín hasta San Roque y, finalmente, al Valle de Santa María de Punilla. Pero no se detuvo ahí: el fenómeno argentino se propagó por el mundo, exportando su formato a ocho países, incluyendo México, Colombia, Paraguay, Uruguay, Perú, Chile, Bolivia, Estados Unidos y España. Lo que comenzó en tres escenarios en San Roque ahora abarca ocho escenarios esparcidos en 12 hectáreas.

COSQUÍN ROCK 2024

Otro capítulo épico en la historia de este festival tendrá lugar el próximo 10 y 11 de febrero del 2024. En el corazón del fin de semana largo de carnaval el Aeródromo de Santa María de Punilla se transformará en el epicentro de un fenómeno musical que trasciende géneros y fronteras. El abanico musical del próximo Cosquín se desplegará como un caleidoscopio de sonidos. Desde el rock más clásico hasta la vibrante electrónica, pasando por el pop, el trap, el reggae, la cumbia, el tango, el jazz y el blues: todos encontrarán su lugar en esta sinfonía ecléctica. 

La grilla de músicos confirmados promete. La energía se elevará a niveles estratosféricos con la presencia de artistas de renombre como Claptone, Babasónicos, Divididos, Dillom, Duki, Slash, Ciro y Los Persas, Miranda!, Catupecu Machu, Las Pelotas y El Kuelgue, entre otros. 

Cosquín Rock 2024 prepara una propuesta imperdible.

EL TURISMO DEL ROCK

Además de ser una inyección de la mejor música, el Cosquín Rock también es sinónimo de turismo. Miles son las personas que circulan y peregrinan hasta esta meca, atravesando localidades y paisajes de ensueño en la provincia que acuna al Fernet con Coca Cola, la bebida alcohólica predilecta de los argentinos. Los restaurantes, bares y hoteles tienen un pico de ocupación altísima y los rincones aledaños se preparan, año tras año, para recibir a los fanáticos con los brazos abiertos y propuestas superadoras. Balnearios de aguas cristalinas, senderos para hacer trekking y paseos por centros históricos se convierten en algunas de las actividades alternativas para prolongar la estadía de 2 días de festival y seguir recorriendo la maravillosa Córdoba. 

El Valle de Punilla se impone con sus cerros y ríos, ideal para conocer durante el verano y pos adrenalina del festival. En el Lago San Roque, en Villa Carlos Paz, se pueden disfrutar de deportes náuticos como canotaje, windsurf, navegación a vela, esquí acuático y kayakismo. Para el viajero curioso y aventurero, cerca de La Falda se encuentran las Cavernas El Sauce, descubiertas hace medio siglo y resultantes en más de 200 metros de extensión y un desnivel de 30 metros. Si la idea es conseguir buenas panorámicas, subir al Cristo en la localidad de La Cumbre vale mucho la pena: sierras, arboledas y ríos se cuelan en el lente de la cámara. En materia de senderismo y subidas también está el popular Cerro Uritorco, donde la premisa de paisajes maravillosos se respeta - está a 1970 metros sobre el nivel del mar - pero también se acompaña de una mística metafísica sin precedentes. Para terminar de coronar las energías poco mundanas, en febrero tiene lugar el Festival Alienígena en Capilla del Monte. Los concurrentes se disfrazan de alienígenas, hay desfiles de murgas, espectáculos de magia, un show de efectos especiales y hasta una competencia de disfraces.