Equidad, se busca
Se realizó el Tercer Encuentro de Mujeres Líderes de la Aviación en Latinoamérica y el Caribe y se analizó la resolución A 39-30 de la OACI, que busca equiparar la proporción laboral entre hombres y mujeres para el año 2030.
El pasado 28 de febrero en la Ciudad de México, la International Aviation Womens Association (IAWA) - conformada por más de 400 mujeres líderes de más de 30 países y 257 empresas, que ocupan posiciones de alta relevancia en la toma de decisiones de las industrias aeroespacial y de la aviación- llevó a cabo el III Encuentro Mujeres Líderes en la Aviación edición Latinoamérica y Caribe (EMLA).
El foro tiene como finalidad visualizar mujeres que ocupan posiciones de liderazgo en cualquier ámbito de la industria aeronáutica otorgándoles protagonismo e importancia. Entre los objetivos del encuentro se destaca el hecho de fomentar una industria más diversa fomentando la presencia de la mujer en ella.
En este contexto, se analizaron los avances de la resolución A 39-30 de la OACI, (Organización de Aviación Civil Internacional) que busca una proporción de 50 y 50 por ciento de participación laboral entre hombres y mujeres en aeronáutica para el año 2030.
Respecto a este tema, la responsable de Comunicaciones, Navegación y Vigilancia de la Oficina Regional NACC de la OACI, Mayda Ávila, en declaraciones para el sitio A21 afirmó que para el año estipulado, no se puede saber con exactitud si se cumplirá la meta, pero “la cantidad de mujeres en aviación va a ser muy grande”.
La ejecutiva es la primera mujer en ocupar el cargo de Oficial de la Comisión Nacional de Seguridad del organismo de la ONU en Latinoamérica y sabe de desafíos en el sector.
“Cuando estudié ingeniería, nos graduamos 20 y sólo yo era mujer, y a lo largo de toda tu carrera asumes que tienes que sobresalir y demostrar que tienes igual o más capacidad que un hombre”, relató.
Además, destaca que hace falta que “las autoridades y las empresas vean que la inclusión femenina en la aviación no es sólo un beneficio para la mujer, sino para la industria en sí misma”.
¿Qué pasa en América Latina?
Según datos proporcionados por la OACI, el 70 por ciento de la capacidad laboral, en general son mujeres, pero sólo el 29 por ciento de ellas recibe un salario igual al de un hombre.
Por otro lado remarcan que hace cuatro años sólo el 10 por ciento de gerentes y directores eran mujeres, que además no ganaban el mismo salario que los hombres, pese a estar en un puesto superior. De todas formas, la ejecutiva Ávila tiene una mirada positiva hacia el futuro ya que explica que en los últimos años se ha incrementado la matrícula de alumnas que eligen ser ingenieras, técnicas y pilotos, lo cual beneficia al objetivo de llegar con un 50 por ciento de mujeres en el ámbito aerocomercial. Asimismo destacó que en México, Aeroméxico posee un número importantes de mujeres pilotos. “Los líderes en aviación deben tener presente el generar perfiles donde aplique el sector femenino dando la oportunidad de que obtengan puestos clave, no como un favor sino, para el crecimiento de las empresas”, aseveró y puntualizó en que dentro de 15 años, se va a necesitar el doble de profesionales, por lo que sería interesante que las mujeres ocupen esos puestos.
Por otro lado, ante la presidenta de la AIWA, Alina Nassar, la subsecretaria de Transporte de México, Yuriria Mascott Pérez, hizo hincapié en que que la equidad de género no significa que las mujeres son mejores que los hombres, ni viceversa; “se trata de trabajar juntos, hacerlo mejor para obtener excelentes resultados”, ratificó.
Equidad no es ineficiencia
“Hay una diferencia sustancial entre apoyar la equidad de género y ser mujer, muchas veces se piensa que bajo la premisa de igualdad se va a contratar a alguna independientemente de cómo sea y no es así”, expresó Mayda Ávila.
Claro que hombres y mujeres reciben la misma educación y son controlados con todos los parámetros de seguridad existentes si se encuentran en un puesto que así lo requiera. Ávila explicó que en la aviación se contrata a personas con habilidades, a las que se le ofrece la capacitación necesaria y que el hecho de ser mujer no signifique un obstáculo a la hora de ser elegidas. Pero como esto no puede quedar en unas simples palabras floridas, se han lanzado diferentes instancias de capacitación que facilitan el ingreso de más mujeres. Por ejemplo, la OACI con motivo del 60 aniversario de Oficina de la NACC, obtuvo alrededor de 72 becas para que jóvenes asistieran a universidades y pasantías en empresas. Otra propuesta que se realizó por este festejo fue el ofrecimiento para dos becarias de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) para conocer la organización. En este mismo esquema, El Salvador ofrece becas para las pilotos y áreas de mantenimiento, ya que necesitan mayores recursos humanos en estas áreas.
Ningún impedimento
En un entorno muchas veces machista, se cree que al tener una mujer en su staff, implica que tácitamente que la misma quedará embarazada y por lo tanto faltará a su trabajo muchas más veces que un hombre. “Dar la vida no es una pérdida de tiempo, pero el tema no es ése, sino que no se ha reconocido el aporte de nosotras al sector”, afirmó Ávila quien trazó un paralelismo afirmando que es como decir que hay que olvidarse de los futbolistas porque si se lesionan tardan mucho en volver a jugar.
¿Y por casa?
Argentina no es la excepción de la regla, y la equidad está lejos, pero de todas formas, avanzando. Según datos de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), en la actualidad hay 1623 hombres que comandan los cielos argentinos, contra 22 mujeres que representan el 3 por ciento del personal. De todas formas, el número es alentador y se espera que pueda ser superior en algunos años. Además, desde ANAC afirmaron que hay un 22 por ciento más de licencias totales respecto de 2015 ya que se pasó de 3.434 licencias mixtas emitidas a 4.218 en la actualidad. Esto significa que la cantidad de mujeres pilotos, en categorías civil y comercial, conforman un 38 por ciento del total de las licencias emitidas. “El poder de decisión es clave para que una mujer llegue a ser piloto comercial. El avión va tan rápido, recorre 14 kilómetros por minuto, que no podés ser una persona vacilante, imaginate... Y creo que es un tema cultural, que las mujeres no se animan, dudan, ‘que quiero esto, aquello, lo otro’ y para este trabajo es imprescindible tener poder de convicción”, afirmó Viviana Benavente, la primera piloto de aerolínea comercial de nuestro país, que llegó a Aerolíneas Argentinas en 1997 en una nota que ofreció a Clarín.