Gracias a las nuevas tecnologías (ya no tan nuevas) tenía que suceder y está sucediendo: varias organizaciones de coches de alquiler se han lanzado a ofrecer dinero a quienes tenemos el coche parado durante unas semanas para, debidamente asegurado, poderlo poner en el mercado.
 
¿Es este el final de las grandes marcas de rent a car? Si no tienen cuidado y se suman a las tendencias dominantes, pueden morir aferradas a su modelo de siempre. Y si no morir, quedar muy tocadas. Seguramente, siempre habrá un hueco para el coche de alquiler tradicional, pero habrá que hacer un espacio importante para que los particulares coloquen sus coches a través de estas redes, aprovechando los periodos en los que no los utilizan.
Varias grandes organizaciones de rent a car han visto el negocio, han comprendido que todo esto es simplemente un programa informático rodando en la red, y están en ello.
 
La cuestión tiene especial relevancia en un país turístico como es España. Quizás en los viajes de negocios el impacto de este tipo de alquiler sea mínimo, pero no en el vacacional.
 
Ya que el proyecto está en marcha, ya que hay varios clubs que están ya empezando a enviar mails a sus clientes ofreciéndoles estos servicios, sería el momento de que las autoridades pusieran orden en esta actividad, porque todos sabemos qué va a ocurrir: se va a convertir en un pequeño negocio ‘en negro’, lejos de todo control, que va a causar un verdadero problema a las empresas establecidas en el mercado, que son las que generan empleo.