Charla de café con el titular de la operadora Bon Boni, que fue recientemente elegido como presidente de la AAOVyT. Sobre ésto y el futuro de la intermediación habla el dirigente cordobés.

Hasta 2020 presidirá la Asociación Argentina de Operadores de Viajes y Turismo (AAOVyT). ¿Qué significa para usted?

Es una enorme satisfacción que mis pares me hayan confiado la responsabilidad, y más viniendo desde el interior del país. Trataremos de mantener el ideario planteado por los socios fundadores, pero buscando darle una impronta acorde a los tiempos que corren.

¿Por dónde pasarán las premisas de trabajo entonces?

Intentaremos consolidar lo que encaró desde hace tiempo, darle una mayor visibilidad al trabajo que realizan las mayoristas, tanto los que se dedican al turismo receptivo como al emisivo. Siempre resaltando la influencia que tiene la actividad en la totalidad del país.

Rescatar el trabajo del profesional, una cuenta siempre pendiente en esta sociedad...

Sin dudas. Por eso hemos trabajado a la par de otras instituciones como la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (FAEVyT), a la que hemos acompañado en diferentes momentos, con sus luchas y reclamos contra las compañías aéreas, por ejemplo. De esa forma, la idea pasará por acercarnos aún más al Ministerio de Turismo de la Nación, para visibilizar la importancia de los operadores turísticos en esta coyuntura.

Ocurre que, además de eliminar la comisión por la emisión de un ticket, las compañías de esa manera están relativizando la importancia de los intermediarios.

Exactamente. Sobre todo cuando son decisiones unipersonales, que cambian un poco el esquema de lo que era en su momento la intermediación de los agentes de viajes. Sí o sí tenemos que seguir bregando para encontrar un punto de coincidencia, y sentarnos a la mesa, con las compañías, para llegar a un acuerdo.

¿Por dónde supone que pasará el futuro de la intermediación?

Tenemos que seguir luchando para defender nuestros negocios. Los mayoristas hacemos un aporte muy importante a lo que es el armado de paquetes turísticos, tanto en el orden nacional como el regional e internacional. Las inversiones que hacemos como mayoristas son bastante interesantes como para quedar afuera del mercado. Habrá que buscarle la vuelta, sentarse a dialogar, encontrar puntos de coincidencia para que esto no llegue a mayores.

Como empresario, ¿qué le preocupa de lo que está ocurriendo en la industria nacional?

No ver un norte. No veo decisiones de política económica que tengan una continuidad. Falta previsibilidad, saber qué puede llegar a ocurrir, porque si te aclaran cómo serán las reglas, cuál será el precio del dólar, uno como empresa puede saber hacia dónde proyectarse. Por ejemplo, en materia de turismo receptivo, nosotros tenemos algunos problemas con las empresas internacionales que nos compran, porque exigen que adelantemos tarifas a un año, algo que nadie en la Argentina puede prever. Eso provoca que tengas que hacer malabares para tener una tarifa competitiva, y así poder satisfacer las necesidades de los países que nos solicitan cotizaciones.

Hablando de turismo internacional, Córdoba, provincia de la que su empresa es oriunda, recibirá el Congreso Internacional de la Lengua en 2019, lo que confirma el buen presente que está atravesando en cuanto al segmento MICE.

Acá hay personal muy capacitado, tenemos mucha experiencia en la recepción de turistas. La provincia, además, creció muchísimo en ese rubro, y el MICE fue uno de los segmentos que más alto rendimiento ha dado.

Esto, por otro lado, permite combatir la estacionalidad.

Como todas las regiones, tenemos nuestra baja, pero justamente trabajamos en pos de eso, de combatirla. Los feriados largo han sido muy buenos, porque alimentan mucho a las economías regionales. Y acá tenemos ciudades netamente turísticas, que viven de la actividad. Termina siendo un paño de agua fría muy fuerte, para nivelar/compensar la estacionalidad.