Durante la capacitación de IATA a agentes de viaje para la implementación de nuevas herramientas, un representante de la entidad señaló que efectuaron pruebas piloto del programa que piensan realizar en el país, y aseveró que el éxito está asegurado, ya que funcionó en Europa, Estados Unidos, Canadá y Hong Kong. Ante esto, una de las agentes participantes le contestó lo evidente: “Claro, allá funcionó porque es el primer mundo. Pero esto es Argentina…”

“Trágame tierra”, debe haber pensado el susodicho personaje.

Una extraña situación ocurrió durante el Gnetwork, cuando la prensa esperaba ingresar al Salón Azul en el Congreso. De repente, apareció un guardia de seguridad con un handy en la mano desde donde se pudo escuchar este intrigante diálogo:

-¿Respira el pibe...?

-Sí, ya tiene signos vitales…

-¿Y llamaste a la ambulancia?

-Sí, me dijeron que ya está viniendo.

Después de escuchar eso algunos dudaron si debían entrar o salir para otro lado.

Al parecer el director del Ente de Turismo de la Ciudad, Gonzalo Robredo, se levantó de buen humor el día de la apertura del GNetwork. Cuando estaba a punto de comenzar su participación un error de los sonidistas hizo que en vez de su voz se escuchara una música clásica, a lo que Robredo retrucó: “si quieren, puedo cantarles algo”. Pero no se quedó ahí, ya que durante la charla se le secó la garganta y debió tomar agua ante un auditorio silencioso, ocasión que aprovechó para decir: “Me encanta el misterio que se genera cuando alguien toma agua durante una conferencia”, confesó.

¡Un capo para la improvisación!

Un abogado de Lomas de Zamora figura como titular de una de las nuevas empresas que pidieron rutas para volar en nuestro país y esto no dejó tranquilo a un gremialista del aire: “¡Ma’, sí! Juntémonos entre cuatro o cinco y abramos nuestra propia compañía si es tan fácil. Y se va todo a la p… que lo parió”.

Parece que las líneas aéreas son a esta década lo que la cancha de paddle y el parripollo a los ’90s.