Un museo para nudistas y una aerolínea con problemas de cálculos
Mientras los agentes de viajes festejan la decisión de la justicia argentina de que les reconozcan el cobro de comisiones de una línea aérea sudamericana, otros por lo bajo siguen criticando a la aerolínea de bandera, que no sólo dejó de pagarles por su trabajo con la premisa de ahorro de costos, sino que al parecer sí disponen de fondos para promocionarse en un festival de música. “¿Viste el stand que tenían en Lollapaloozza?, ¿y la acción promocional con concurso mediante y la actuación de Miranda en el aire?, para eso tienen plata y para reconocer nuestra tarea no? se quejaba amargamente un profesional al que los números le cierran cada vez menos.
¿Y si prueba agarrando una guitarra eléctrica?
En el marco de la presentación de la nueva conformación de una empresa con la entrada de un nuevo referente accionario, un miembro ejecutivo de la compañía basada en Suiza, hizo el gran esfuerzo de hacer su presentación en español, aunque su conocimiento del idioma resultó bastante escaso.
Fueron muchos los que se encontraron un tanto perdidos al no entender exactamente lo que expresaba pero como el ingenio porteño no se pierde en ningún momento uno de los asistentes no pudo evitar comentar: “Si Uds. se creen que es difícil entenderle, peor fue escuchar a Julian Cook hablando de su perro, Nelson, en español”. Ups!!
Durante un paseo por las Cataratas del Iguazú, la semana pasada, la gerente de ventas de una importante agencia receptiva compartió el recorrido turístico hasta la Garganta del Diablo con una invitada muy especial: la primera dama, Juliana Awada.
La esposa del presidente Macri se encontraba en la zona debido a una reunión que mantuvo el mandatario con gobernadores de diversas provincias, y aprovechó para pasear: “Nunca vi que la gente le saque más fotos a una persona que a la Garganta del Diablo”, relató la gerente, luego de finalizar el tour.
Durante una charla informal, un par de operadores turísticos comenzaron a hacer bromas acerca de la bizarra iniciativa que tuvo un museo parisino que organizó una jornada de visitas para nudistas. “¿Vos te animarías a pasearte sin ropa por un museo de arte? a mí me da un no sé qué”, comentó el primero.
“No, yo tampoco, pero sé que tenemos varios amigos en común que se la creen tanto, que no solamente lo harían muy tranquilos sino que no se achicarían ni ante el gigante David de la Galería Uffizzi”, respondió el segundo.
“En realidad no se trata más que de la perspectiva, porque, bien mirado, yo tampoco tengo nada que envidiarle al escultural modelo de Miguel Ángel”, agregó el primero. ¿Modesto yo?