Veintidós veces la Argentina ha presentado con continuidad el evento turístico más importante de Latinoamérica, más allá de haber atravesado durante estos años todos los estadíos políticos y económicos que nuestro país supo vivir.

Esta nueva edición no trajo sorpresas en cuanto al contenido de su temática pero sí en el tono político de los discursos del presidente de FAEVYT, Fabricio Di Giambattista, y del ministro de Turismo, Gustavo Santos.

Como primera mención debemos destacar que es la primera vez que un ministro de Turismo invoca a la unión con disenso en función de alcanzar metas que le permitan al país mostrar una actividad turística desarrollada y sustentable.

Como dijo Fabricio Di Giambattista, el negocio turístico es un negocio que a pesar del paso de los años continúa vigente, y que aún compitiendo con las nuevas tendencias y modelos de contratación de servicios “las agencias de viajes tenemos mucho para aportar al desarrollo de nuestro país y del mundo”.

Debemos destacar que es la primera vez que un ministro de Turismo invoca a la unión con disenso en función de alcanzar metas que le permitan al país mostrar una actividad turística desarrollada y sustentable.

Hace muchos años dijimos “La FIT es de todos”, hoy más que nunca queda claro que la FIT sigue siendo de todos: públicos y privados, funcionarios y dirigentes, empresarios y todo aquel que de una manera u otra está vinculado al negocio turístico, y más allá de cualquier duda razonable este evento en particular nos muestra que la grieta se puede atravesar por encima de las diferencias ideológicas uniendo esfuerzos; y poniendo cada uno lo suyo para que el turismo se muestre tan exitoso como queramos verlo.