Si entre ellos se pelean…
La conducción de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, APLA, fue sin dudas la mayor impulsora de la re estatización de Aerolíneas Argentinas y Austral.
Con un pasado con marcadas diferencias entre sus miembros, APLA es siempre el sindicato más combativo de las líneas aéreas nacionales, y en muchas oportunidades, hasta desestabilizadores.
Una muestra de sus agresivas prácticas, en nombre de la defensa de sus legítimos derechos, ha sido siempre la realización de sorpresivos paros que dejan indefensos a miles de pasajeros en cada ocasión, y que no pueden ejercer la defensa de sus, también, legítimos derechos a viajar.
Sus medidas de fuerza las han sufrido administraciones públicas o privadas, argentinas o españolas, sin importar las consecuencias económicas para la empresa que los empleaba.
Las más recordadas son las sufridas por el grupo Marsans en un plan de lucha que buscaba la re estatización y posterior cesión de la administración a los propios pilotos. Eran tiempos de conducción del piloto de la presidencia: Jorge Pérez Tamayo.
Para quienes no lo recuerden, Jorge Pérez Tamayo, que está sentado a la derecha de Hugo Moyano en la CGT, realizó su último vuelo el 18 de noviembre de 2013 por alcanzar la edad necesaria para jubilarse, y en la actualidad le reclama a Aerolíneas Argentinas un sueldo de casi 100 mil pesos mensuales, invocando que se le reconozca el goce de una licencia gremial.
La llegada de Pablo Biró a la presidencia de APLA trajo al sindicato de los pilotos un aire de renovación y tranquilidad para todos, pero muy especialmente para aquellos que estaban más predispuestos al diálogo que a las medidas de fuerza, y de esta manera se comenzó a transitar una nueva etapa conciliadora con la Dirección de las empresas aerocomerciales autóctonas, que le dio certezas a los pasajeros a la hora de programar sus viajes.
Días atrás, los pilotos alcanzaron un principio de acuerdo con los Recalde Boy’s para cerrar las complicadas paritarias, sin embargo el diablo metió la cola, o mejor dicho los seguidores del ex comandante Jorge Pérez Tamayo, y, preparando el terreno para las próximas elecciones de la entidad, buscaron por todos los medios embarrar la cancha en busca de una visibilidad que los despierte del letargo provocado por el alejamiento del retirado piloto.
Somos un país que se jacta de ser cíclico política y económicamente. Sería bueno comenzar a cambiar la historia.
Por Manuel Sierra
msierra@mensajeroweb.com.ar
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