El 27 de septiembre se celebró el Día Mundial del Turismo, una fecha instituida por la Organización Mundial del Turismo en 1980, que intenta sensibilizar a los integrantes de la sociedad toda acerca de la importancia de la actividad turística y su valor social, cultural, político y económico. 
Fueron muchos los mensajes de instituciones -públicas y privadas- los que nos recordaron el viernes pasado la importancia que en nuestro país ha cobrado el sector turístico, tanto como movilizador de las economías regionales, como fuente generadora de empleos, creando puestos de trabajo en lugares donde el turismo era impensado hasta pocos años atrás. 
Sin duda esta situación es consecuencia de la impronta como Política de Estado que le ha impreso la administración Kirchner desde el 2004 a la actividad, porque le guste o no a los opositores de turno de esta gestión, es una realidad que no se puede soslayar.
Durante 2012 fueron más de mil millones los viajeros que se movilizaron en el mundo, y la OMT calcula que en el 2013 se volverá a batir ese récord histórico. 
Sólo durante los primeros seis meses del presente año hubo un 5% más de turistas que en el mismo período del año anterior, ya que de enero a junio, 494 millones de visitantes pernoctaron en destinos de todo el mundo, lo que supone un flujo de 25 millones más de personas viajando, y eso a pesar de la crisis que hace temblar a las economías terráqueas.
Muchos de esos turistas fueron condicionados por la crisis mundial cuando planificaban sus viajes al exterior, ante esto los destinos y los gobiernos aunaron esfuerzos para ser creativos e  incrementar el turismo interno, dándole sostenibilidad a los negocios turísticos. En ese contexto nuestro país es un buen ejemplo con el desarrollo que hoy ha alcanzado.
El Día Mundial del Turismo es el día de todos los que de alguna manera formamos parte de este sector, pero por sobre todo es un reconocimiento universal que demuestra que la actividad turística no se detiene ni aún en las