La felicidad no es completa
Es muy auspicioso que casi un millón de turistas hayan recorrido el país durante el pasado feriado del 12 de octubre, pero, más auspicioso aún fue que muchos de ellos hayan definido sus vacaciones de verano en los destinos visitados, ya sea alquilando casas o reservando hoteles.
Pero no todo son rosas en el turismo argentino.
Muchos destinos, tradicionalmente elegidos por los pasajeros autóctonos, no contaron con las ofertas esperadas en esta ocasión, sobre todo en los lugares más reconocidos y solicitados en estas ocasiones.
De allí, que a pesar del éxito alcanzado durante el último fin de semana largo del año, algunos destinos no estuvieron ni cerca de alcanzar los niveles de ocupación esperados.
Evidentemente, mas allá de los esfuerzos realizados para que los argentinos recorran su país, la falta de exposición de muchos lugares turísticos juega en contra, y demuestra el poco interés de algunos gobernadores por el desarrollo turístico en sus provincias.
Una vez más queremos manifestar la poca competitividad que dejan entrever muchas provincias a la hora de seducir al pasajero argentino, cuando por precios o por comodidades deben enfrentarse a tradicionales destinos internacionales, como Brasil, México o Uruguay (por sólo mencionar a algunos de ellos), que buscan atraernos no sólo con tarifas al alcance del devaluado bolsillo argentino, sino también con propuestas que son más tentadoras que las realizadas por los destinos vernáculos.
Como hemos hablado muchas veces con empresarios y dirigentes de todo el país, es inviable una Argentina turística si primero no desarrollamos el turismo interno.
por Manuel Sierra
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