Desde que tenemos memoria, muchos funcionarios pretendieron que el sector turístico sea reconocido por la sociedad como una verdadera industria sin chimeneas.
Algunos hicieron sus mejores esfuerzos, otros lo aparentaron, pero ninguno logró que el sector alcanzara el salto de calidad e importancia que hoy tiene en la vida económica de todos los argentinos.
Sin dudas el 25 de mayo de 2003 fue un punto de inflexión para el sector. La llegada de Enrique Meyer a la Secretaría de Turismo de la Nación, y su estrecha relación con el matrimonio Kirchner, le posibilitó a todo el abanico empresarial del sector turístico un acercamiento político como nunca antes había tenido y así la actividad cobró carácter de Política de Estado.
Tal vez hoy se escuchen algunas voces que se dejan oír criticando, desde veredas antagónicas, las gestiones del Ejecutivo que puedan afectar al turismo, olvidan cuanto se avanzó en calidad e infraestructura en materia turística en todo el país en estos diez años, porque los cambios están y difícilmente se vuelva atrás.
La discusión por el valor de la moneda y el incremento de los costos locales no dejan de ser preocupantes para los empresarios del sector, pero lejos estamos hoy de la desigualdad hotelera y gastronómica que tristemente ostentamos hasta mediados de la década pasada, cuando verdaderamente comenzó la recategorizacion del turismo en nuestro país.
Ante este hecho resulta difícil imaginar la gestión del Ministro Meyer sin la vocación política de este Gobierno para con el turismo nacional, y mucho más difícil es pensar en una Argentina exitosa, turísticamente hablando, sin el trabajo mancomunado de los sectores públicos y privados como se ha hecho durante los últimos diez años.
La crisis de 2001 dejó en claro que la actividad turística era la herramienta económica que el país tenía más a mano para intentar una rápida recuperación económica, porque generaba ingreso de divisas y fundamentalmente porque recuperaba a las alicaídas economías regionales.  
El silencioso trabajo del entonces Secretario de Turismo y su equipo buscando posicionar a Argentina en el mundo de a poco fue dando los resultados esperados y los empresarios entendieron el mensaje al sumarse a las distintas misiones en el exterior.
Diez años atrás, un 25 de mayo, el sector turístico comenzó a importarle a muchos más que a los agentes de viajes u hoteleros, y podrán cambiar los colores políticos de los gobiernos, pero el turismo ya forma parte, por fin, de las noticias del país.