En las playas más frecuentadas por argentinos, como Florianópolis, la proporción de turistas en enero y febrero bajó del 70% al 65% en los últimos tres años, por el impacto de la diferencia cambiaria. Esperan 15% más de turistas del país este año, ya que muchos más optan por baja temporada. En diciembre, los costos se reducen de 15% a 70%.
Los años de una clase media que daba la vuelta al mundo con billetes sobrevaluados empiezan a verse hoy aún más alejados por el efecto de la apreciación cambiaria en Brasil. Las playas más frecuentadas en ese país por los turistas argentinos se muestran ahora bastante más inalcanzables ante una moneda brasileña que se fortaleció un 25% en los últimos 24 meses, y obliga a una mayor cantidad de argentinos a trasladar sus vacaciones a los meses de la baja temporada.
En Santur, la secretaría de turismo del estado de Santa Catarina –incluye a la playas de Florianópolis, Praia do Rosa, Ferrugem y Garopaba, entre otras–, precisaron a El Cronista que si bien esperan este año un 15% más de veraneantes que el año pasado (cerca de medio millón), la proporción de turistas que elige visitar esos destinos en los meses de enero y febrero se redujo en los últimos tres años. Y que la creciente demanda que se sintió en el resto del año, cuando los costos son notablemente más bajos, redujo la participación de visitantes en temporada alta del 70% al 65% sobre el total, entre 2007 y 2010 (lo que equivale a poco más de un millón de veraneantes).
“No se trata más que del análisis del comportamiento turístico”, comenta el titular de esa secretaría, Cimélio Marcos Pereira, en un encuentro con medios argentinos en esta ciudad. “Santa Catarina tiene productos y servicios para todos los gustos, y no está posicionado como un destino caro. Existe hoy la diferencia cambiaria que en el pasado no existía, y eso es obvio. Pero existen diferentes épocas, en las que se puede pagar más o menos. Si tu mercado está pasando por un problema financiero, las personas pueden venir en baja temporada”, agrega.
Las principales razones de ese cambio de comportamiento pueden encontrarse en los tarifarios de las ciudades más visitadas. Los valores pueden mejorar entre un 15% y un 70%, por ejemplo, si el argentino decide adelantar apenas un mes sus vacaciones. Un departamento para cinco personas en el condominio Summer Beach, en Canasvieiras, costará en enero próximo unos 270 reales por noche, pero podrá encontrarse hasta el 21 de diciembre a sólo 90. En el hotel Vila das Palmeiras sucede algo similar: la habitación simple que se ubica en un margen de entre los 260 y los 280 reales, en enero, se reduce a uno de entre 140 y 170 en diciembre. Y en Plaza Caldas da imperatriz, un hotel de lujo ubicado en el barrio Emperatriz de Caldas, las tarifas para una single aumentan de los 428 a los 491 reales de diciembre a enero.
“Brasil está carísimo, y no sólo para los argentinos. No hemos modificado las tarifas en reales durante los últimos años, sólo en dólares. Pero acá hasta vienen turistas europeos y se impresionan con los precios que muestra el menú”, se lamenta Rodrigo Litman, un argentino que hoy está al frente de la posada Vida Sol e Mar de Praia do Rosa. Su mostrador revela, también, las ventajas de la baja temporada: la noche en la posada se paga, en diciembre, un 40% menos que en enero.
“En cualquier lugar del mundo, alta temporada es alta temporada. El nombre ya lo dice. Y yo, particularmente, hago el siguiente análisis: la persona que busca sólo precios, no sé si vale la pena para Santa Catarina. Pero si la persona busca opción de precios, de calidad de servicios, todo el encanto de Santa Catarina, ésa si es valorizada”