Invertir en terrenos se ha transformado en una opción segura en momentos de inestabilidad económica y financiera. Un caso testigo en la provincia de Chubut.

En épocas de crisis los inversores ven crecer su desconfianza y los proyectos más rentables son los más concretos. En ese sentido, una de las formas más rentables de asegurarse el futuro es comprarse una porción de tierra y que la misma sea una fuente de inversión. Desde la famosa compra del terrenito de la que hablaban nuestros abuelos mucho antes de la burbuja inmobiliaria que se llevó a varias empresas en Estados Unidos y Europa, aunque mucho antes la propiedad de los terrenos y cómo se lo hacía rendir también fue protagonista de las páginas relacionadas con la economía en todo el planeta; y sobre todo en países con grandes extensiones de tierra como es la Argentina.
Así es como desde siempre pero hoy por hoy todavía más, las tierras se han convertido en el refugio más conveniente para los ahorros. Invertir en éste bien se ha vuelto una opción muy tenida en cuenta por los compradores, sea para rentabilizar sus ingresos o ahorros como así también para vivir y asegurar el futuro de sus familias.

Aprovechar las oportunidades
A pesar de que las inversiones en todo el mundo sufrieron una paralización a causa de la crisis financiera internacional que golpea al planeta desde hace un año y parece estar empezando a ver un luz al final del túnel en la segunda mitad de este año, los capitales siguieron siendo invertidos, con más cuidado, claro está en las tierras argentinas. Actualmente se puede observar un aumento importante de capitalistas ávidos de invertir en éste bien natural que resiste a los cambios aleatorios de la economía, lo cual lo hace definitivamente más seguro y concreto, sobre todo en estas épocas donde las seguridades deben ser la moneda de cambio. Muchos de estos inversores aprovechan al máximo las primeras etapas de venta de emprendimientos de empresas urbanizadoras y luego revenden ese terreno a un precio mayor.
Ésta práctica redituable a mediano plazo no es exclusiva de inmobiliarias ni de empresarios, sino que también es llevada a cabo por personas que no son profesionales y  que tenían algún resto en sus ahorros y tomaron la decisión más ventajosa, promovida por un contexto económico cambiante que no ofrece seguridad en otras alternativas.
Una tendencia de las urbanizadoras es ofrecer lotes con buenos accesos, calidad de servicios y financiación accesible. Además son muy buscados aquellos espacios rodeados de atributos naturales y hermosas vistas donde se pueda participar de actividades al aire libre. Así, la inversión en tierras es una salida más para aquellos que estén indecisos de donde invertir o colocar sus ahorros.

El caso de Solana de la Patagonia
Como ejemplo de esta tendencia, Gastón Ruiz, representante de Solana de la Patagonia S.A., urbanizadora de la provincia de Chubut comentó a este medio: “Tener un lugar propio, hoy en día, es una de las cosas que más importan a las personas. Pero también observamos que muchos de nuestros compradores han invertido en nuestros lotes y posteriormente los han revendido a un precio mayor. Es decir, que invertir en tierras es doblemente útil, por un lado sirve para poseer un espacio propio para un futuro seguro pero, por el otro, también es una manera fructífera de inversión. Igualmente las personas buscan beneficios y planes accesibles de pago y optan por comprarle al mejor postor. Es por eso que decidimos comunicar un plan de pago de 60 cuotas fijas de 1.150 pesos para uno de nuestros loteos, Estilo Solana que incluye todos los servicios en el precio (asfalto, cloacas, cordón cuneta, forestación y acceso a espacios de recrea