Un largo carreteo
Por una resolución judicial, FlyBondi no podrá comenzar a volar en El Palomar hasta tanto no se resuelvan una serie de denuncias realizadas por vecinos y organismos de Derechos Humanos.
Desde que FlyBondi se instaló en el mercado, la polémica parece hacerle sombra. Primero no había demostrado solvencia económica y ni siquiera tenía aviones en leasing. Luego recayó un posible conflicto de interés debido a una supuesta vinculación de la empresa con Mario Quintana. Ahora, con un B737-800 llamado “Nelson”, (como el perro del CEO Julián Cook), planean comenzar a operar en el país y de hecho los pasajes ya se pusieron a la venta (Ver “Nelson despega”). Una de sus bases de operaciones es el aeropuerto de El Palomar, una base militar que será remodelada para que pueda tener uso civil y comercial. Todo marchaba bien, inclusive con el proyecto presentado y con obras en plena ejecución, hasta que la semana pasada, el globo se pinchó.
Debido a un recurso de amparo presentado por vecinos de la zona que se oponen a la llegada de las aerolíneas comerciales al aeropuerto en cuestión, luego de una inspección ocular, la jueza Martina Forns, a cargo del Juzgado federal en lo Civil y Comercial y Contencioso Administrativo 2 de San Martín, sentenció que el inicio de las operaciones civiles en el aeropuerto, queda sujeto a la aprobación del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), que se encargará de analizar la Evaluación de Impacto Ambiental que le será presentada por la Empresa Aeropuertos Argentina 2000, empresa que tiene a cargo la concesión de El Palomar, con el fin de asegurar que no se registren daños a los vecinos.
Todo marchaba bien, inclusive con el proyecto presentado y con obras en plena ejecución, hasta que la semana pasada, el globo se pinchó.
Las denuncias
Vecinos de Hurlingham y Morón presentaron diversas denuncias que derivaron en un recurso de amparo que fue presentado por el abogado Lucas Marisi. Por un lado reclaman la posible contaminación sonora que provocaría la operación en la terminal, además del impacto ambiental que tendrán las obras. En diversos medios, Marisi afirmó que las obras que se estaban llevando a cabo tenían un carácter ilegal, debido a diversas falencias, como por ejemplo no tener un cartel que indique lo que están haciendo; además, alega que la obra se estuvo realizando sin un estudio de impacto ambiental ni una audiencia pública.
Por otro lado, también denuncian que hay una escuela funcionando a 50 metros de la pista, cuyos alumnos y personal podrían sufrir daños en el corto plazo por los ruidos que se desprenderían de los arribos y despegues. Esto fue corroborado por la jueza el día de la inspección ocular que realizó junto a los vecinos, en donde también constataron la existencia de dos polvorines muy cercanos a la pista.
Sumado a esto, también hay una denuncia penal por parte de organizaciones de derechos humanos, quienes advierten que la Base Aérea funcionó como centro clandestino de detención durante la última dictadura cívico-militar. Estos lugares están protegidos por la ley 26691, que establece a los sitios de la memoria. Por esta razón, en el mismo fallo la jueza Forns estableció una orden para que “el Ministerio de Transporte se abstenga de continuar con las obras en el Aeropuerto de El Palomar o Base Aérea Militar de El Palomar correspondiente a los Hangares y todas las posteriores a la Etapa 0, hasta tanto se respondan los oficios oportunamente requeridos en autos y el Secretario Ejecutivo a Cargo del Archivo Nacional de la Memoria dependiente de la Secretaría de DDHH y Pluralismo cultural se pronuncie acerca de la autorización a realizar las obras dispuestas en dicho Sitio de la Memoria conforme decreto 1986/14 del 29/10/2014 y sea comunicado en los presentes”.
En otro plano, quien también se manifestó en contra fue el jefe de la Fuerza Aérea, Brigadier General Enrique Amrein, quien le envió una misiva al ministro de Defensa Oscar Aguad para establecer su postura crítica ante la decisión del Gobierno de transformar la base aérea de El Palomar en una terminal de operaciones civiles para empresas aerocomerciales de bajo costo. En la misma, Amrein señaló que El Palomar no es un aeropuerto tal como sugiere el ORSNA (Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos) sino un aeródromo público que se encuentra dentro del predio de una unidad militar integrante del Sistema de Defensa Nacional. Asimismo, aseguró que la afectación permanente de dichas instalaciones militares repercutiría seriamente en la disminución de la las capacidades logísticas de la FAA.
Por parte del Ministerio de Transporte, el Jefe de Gabinete de la cartera, Pedro Sorop, aseguró en el noticiero Telenoche, que el aeropuerto no requiere una nueva habilitación porque ya funcionaba como tal. Con respecto al estudio de impacto ambiental, afirmó que a la hora de hacer las nuevas reformas en el lugar, se hizo un nuevo estudio y fue entregado a la jueza.
El proyecto
El Aeropuerto de El Palomar contará con una inversión de 1600 millones de pesos y los encargados de llevarlo adelante son el Ministerio de Transporte junto a Aeropuertos Argentina 2000. Según informan desde la cartera de Guillermo Dietrich, El Palomar pasará así a tener una operación mixta que combine vuelos de línea con vuelos militares, tal como sucede ya en los aeropuertos de Mendoza, Reconquista, Comodoro Rivadavia, Río Gallegos, Trelew, Bahía Blanca y en Río Cuarto.
Las obras se desarrollarán en tres etapas y la idea era que las operaciones arrancaran en febrero, pero eso es algo que determinará la justicia. La primera (que fue suspendida) incluye tareas de mantenimiento, principalmente en la pista de 2100 mts (hormigón, balizamiento, cerco, iluminación, sistema eléctrico), y la puesta en valor de la terminal existente. Tendrá capacidad de hasta 3 vuelos simultáneos. La segunda etapa –a partir de julio de 2018- prevé el uso de los hangares militares que serán modernizados. Tendrán dos plantas, para sumar: comercios, terminales de check in automático; cintas manuales para despacho de equipaje; áreas de Aduana y Migraciones. La tercera etapa comprende una terminal completamente nueva en el sector suroeste del predio. Tendrá capacidad para recibir hasta 1 millón de pasajeros al año y acceso vehícular más próximo a la red de autopistas.
Nelson despega
Desde el jueves de la semana pasada, los ansiosos usuarios pueden adquirir boletos para volar con Flybondi, que por ahora cuenta con una aeronave, pero para este año planean incorporar tres más. La venta fue todo un éxito, ya que hubo una cada tres segundos y los eventuales pasajeros pudieron elegir 16 de las 43 rutas nacionales que la aerolínea tiene otorgada a precios un poco más bajos que los habituales. Según estimaron algunos medios, los pasajes desde El Palomar no iban a poder ser vendidos debido a la resolución de la jueza Forns, pero esto no sucedió ni tampoco se habló de algún cambio de aeropuerto. Desde FlyBondi aseguran que las operaciones en este aeropuerto se realizarán a partir de febrero.
“Este es un momento histórico para Argentina y estamos muy felices de ser parte. Es el primer paso de un nuevo esquema que beneficiará al turismo nacional, aumentando la interconexión entre las provincias de una manera que se replicará sin escalas en la economía general. Ahora esperamos que ese 93% que nunca voló nos elija para su primer experiencia en el aire”, comentó su CEO, Julián Cook.