Ya lo decía la semana pasada Jose María Jaroslavsky en la edición anterior de Mensajero: “acá no hay ghettos, toda la ciudad de Buenos Aires es gay friendly”. Desde hace unos años, pero especialmente potenciado desde 2009, el segmento LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Travestis) ha tenido un impacto importante en el sector turístico, motivando la creación de nuevos productos. Parece que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el ser gay friendly no sólo representa una mente más abierta sino también una mayor capacidad para llevar adelante negocios de interesantes réditos económicos.
En un contexto que se ha transformado en amigable para la comunidad gay, primero con la  unión civil en 2002 y luego el año pasado con la aprobación del casamiento de personas del mismo sexo, la capital de nuestro país ha visto crecer la oferta y demanda de un mercado que hoy representa, aproximadamente, el 18 por ciento de los visitantes foráneos de la ciudad.

Prioridad de gastos (por ahora)
Con un promedio de gasto diario más alto, los integrantes de la comunidad gay se convierten en el target ideal para cualquier empresario del turismo. Bares, restos, comercios especializados, hoteles, guías y espectáculos, se van sumando día tras día para proponer un abanico de posibilidades para extranjeros o residentes.
Pablo de Luca, presidente de la Cámara de Comercio Gay y Lésbica Argentina, explica que más allá de tenr un gasto o ingresos mayores, “el turista homosexual viaja dos o tres veces más, en promedio, que el heterosexual”. Y además, destaca que “la prioridad en el gasto es diferente”, aunque tiene en claro que con las puertas de la adopción abriéndose cada vez más para la comunidad gay, eso podría cambiar: “según un estudio realizado sobre más de 28 mil casos en toda Latinoamérica, las nuevas generaciones ya son padres en un 7 por ciento, y el 65 por ciento quieren serlos”, detalló el Director de GNETWORK360.

Natural es mejor

De todas maneras, estar listos para brindar un producto adecuado a este “nuevo” segmento turístico es tan importante como no caer en lugares comunes, clichés o estereotipos que marquen una diferencia y que impidan la comodidad del visitante, algo que resulta lógico si analizamos los pedidos históricos de trato ecuánime desde la comunidad.
Para evitar los tratos indebidos, excesos e incluso la homofobia, De Luca habla de cuatro consejos que les suelen dar a los empresarios que se interesan en el segmento: las empresas deben tener políticas de inclusión o para con su propio personal; comercializar sus productos directamente hacia los homosexuales; involucrarse en causas o eventos relacionados con la comunidad gay; y capacitar al personal para lograr un trato correcto.

Tendencia creciente
Si hasta el momento sólo se veían pequeñas muestras de adaptación al mercado gay, ya comienzan a aparecer los grandes ejemplos pioneros para dar respuesta a una demanda creciente. En la Feria de Turismo 2010 se presentaba el Pink Corner de la Cámara de Comercio Gay & Lésbica Argentina, y hace unas semanas nada más se anunciaba el primer crucero para homosexuales, que zarpará desde el puerto de Buenos Aires el 12 de diciembre. Está organizado por los operadores turísticos locales Thesys y Eurovips, junto a la consultora GNETWORK360, que por su parte todos los años organiza un foro de Empresas y Emprendedores orientados al segmento LGTB. Se espera que Ego, como se
denominó a la travesía, deje cifras superiores a los 10 millones de pesos en el país luego de recorrer las costas uruguayas.

Chau Closet

Según calculan la consultora y el  Ente de Turismo que encabeza Hernán Lombardi, y que es miembro de la International Gay & Lesbian Travel Association, la ciudad resulta un gran imán, que por su diversidad cultural, artística, acapara al 70 por ciento de los turistas, quienes  deciden no visitar otros destinos. Esto es un llamado de atención para las demás regiones del país que no parecieran estar aprovechando las oportunidades que genera este fenómeno.
Sin embargo Graciela Mundielli, coordinadora de Producto LGBT del INProTur, explica que “hay destinos como Bariloche, Calafate, Iguazú y Mendoza, en los que hay un alto porcentaje de visitantes gay”. Aunque eso sea así, reconoce la centralización del segmento en la ciudad capital, y es por eso que desde la entidad que forma parte del Ministerio de Turismo buscan “generar tráfico y un mayor conocimiento de la oferta que existe en el interior.”
De Luca aclara que desde Gnetwork360 también buscan “federalizar el turismo gay porque Buenos Aires está impuesto, haga poco o haga mucho, es un destino atractivo. La idea es que el turista gay conozca el interior también, y equiparar un poco los porcentajes entre destinos”.Es para destacar que ya hay turistas homosexuales que van directamente a destinos que no son Buenos Aires. Mendoza es el destino número dos en Argentina, después vienen Iguazú y Salta, casi iguales y después Bariloche y El Calafate. “Hay provincias característicamente conservadoras que están abriendo muchísimo sus negocios hacia este segmento. Como dicen en el segmento, ‘salen del closet’ para mostrar lo que realmente tienen”, puntualiza Mundielli.

Un lugar destacado
El ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer, dejó en claro que el segmento gay ocupa un lugar cada vez más preponderante en la agenda nacional.
Al referirse al crecimiento de los niveles turísticos, fenómeno que adjudicó a la segmentación del mercado, hizo especial hincapié en la comunidad gay como fundamental para el posicionamiento de la industria.
“El turismo gay tuvo un posicionamiento en Buenos Aires y ya se está instalando en el interior, como Iguazú, Mendoza o Bariloche”, sentenció el titular de la cartera de Turismo