Turismo en La Quiaca
La primera semana de la temporada turística invernal en esta ciudad no podría ser más óptima, en cuanto a la gran cantidad de visitantes que llegan al extremo norte patrio, porque no es lo mismo leer a vivenciar uno mismo la tranquilidad y maravillosos paisajes que a lo largo de todo el trayecto hasta esta localidad puede apreciarse. Eso sin contar con la hospitalidad y amabilidad del habitante puneño, característica que nos diferencias del resto de comprovincianos, además que el turismo es una forma de vida no negocio.
La Quiaca aún conserva intacta las tradiciones que se fueron transmitiendo a través de las generaciones, es decir las ceremonias ancestrales tienen lugar cuando verdaderamente el calendario así lo indica, por ejemplo durante agosto, el mes de la Pachamama o Madre Tierra, hasta el mismo carnaval, entre otros varios rituales que se mezclan con lo religioso y pagano. Asimismo hasta las artesanías son realizadas manualmente, dándole una calidad superior al producto a pesar de estar en zona de frontera, los creadores le agregan un valor doble a sus trabajos, sacrificio e ingenio, cosa que en otros sitios no sucede. Es para destacar la vestimenta del poblador quiaqueño que es la propia durante los 365 días del año, no hay "disfrazados".
Desde la primera quincena de julio la plaza hotelera del lugar está colmada en toda su capacidad, eso sin contar otros sitios de gran atracción, como el cuatro veces centenario pueblo de Yavi. Es que a pesar de muchos obstáculos, la Puna va posicionándose paso a paso como un sitio de gran interés y elegido por los visitantes, no solamente por la historia de sus pueblos sino el atractivo que puede observarse en cada ciudad. Particularmente esta localidad se caracteriza por poseer numerosos edificios construidos de piedra caliza, traídas desde los cerros Ocho Hermanos, edificados a principio de siglo. Sucede en esta frontera norte el turismo puede vivenciarse, las personas no son meros espectadores o "clientes", también puede pasear por sus calles y sentir el aire puro a 3500 metros sobre el nivel del mar. Aparte de contar con todos los servicios y comodidades, hospedajes y hoteles para cualquier bolsillo. También existen otras alternativas por citar alguna, una de las cuatro piletas climatizadas de la provincia se encuentra en La Quiaca, donde los turistas pueden disfrutar de 30 grados ambiente en sus cálidas aguas, mientras afuera la temperatura es de 10 grados bajo cero. Los que visitaron el verdadero norte argentino son oriundos de provincias como Neuquén, Córdoba, Rosario, Mendoza, Buenos Aires, entre otras grandes urbes, hasta de Siria llegaron, todos coincidieron en destacar la calidez del poblador, la belleza natural del lugar, como así también la atención hacia quienes nos visitan, y lo más importante los precios accesibles. Para la última semana de vacaciones se estima la cantidad de visitantes supere la media del año anterior, por ello la invitación está abierta para todos los turistas que deseen conocer la ind&oac
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