En la sede central de la organización de habitantes originarios del valle, en la Ciudad Sagrada de Quilmes, el titular del ETT y parte de su gabinete dialogaron a lo largo de cuatro horas con los delegados de la mayoría de las catorce bases indígenas vallistas.
El funcionario puso a consideración de los dirigentes locales un proyecto que, de concretarse “va a generar un importante polo de atracción turística en la zona, derivando en la creación de puestos de trabajo y la producción de ingresos para todos”.
Para concretarlo, propuso la firma de un convenio mediante el cual los comuneros permitirán la ejecución de la obra a cambio de gozar de su administración en cuanto a la distribución de espacios para explotar la afluencia de visitantes esperada, y la reinversión directa del 75 por ciento de las utilidades netas generadas por el nuevo emprendimiento público.
“Lo más importante es comprender que no se puede permitir que una situación judicial como la que involucra a la Ciudad Sagrada, detenga el desarrollo turístico de un lugar tan importante. Se trata de un sitio con un gran valor histórico y cultural, que hoy se traduce en un enorme potencial de desarrollo turístico, que focalizado en Quilmes alcanzará sin dudas a todo el valle”, consideró el presidente del Ente Tucumán Turismo.
La mayoría de los delegados presentes se manifestaron a favor de avanzar en el sentido propuesto por Racedo Aragón. La postura dominante entre quienes asumieron esa idea fue conformar una mesa de diálogo bilateral donde se terminen de pulir los detalles del proyecto, al tiempo que los delegados trasladarían a las bases la iniciativa para generalizar su conocimiento y proyectar