El gobierno de Tucumán suspendió hasta el 1 de abril el convenio con Andes Líneas Aéreas. No obstante, la empresa seguirá volando al destino sin el aporte estatal. Si bien los contratiempos de la firma afectan a Jujuy y Salta, estas provincias no tomaron la misma determinación.

Debido a una seguidilla de inconvenientes que sufrieran los aviones de Andes Líneas Aéreas, entre las que se cuentan suspensiones, demoras y desvíos de vuelos, y hasta un aterrizaje forzoso en el Aeropuerto Benjamín Menéndez, el Gobierno tucumano decidió suspender por el plazo de 60 días el contrato que establecía la paga de un subsidio a esa empresa aeronáutica. El anuncio lo hizo efectivo el presidente del Ente Tucumán Turismo, Bernardo Racedo Aragón, quien afirmó que, “si bien los percances no se debieron a una negligencia de la firma, suscitaron en los usuarios tucumanos una especie de incertidumbre y temor en la utilización de la empresa lo cual le ocasiona, indefectiblemente, un mayor gasto a la provincia”. Consultado por este medio, Racedo Aragón recalcó que el Estado “sigue confiando en Andes” y que, personalmente, está convencido que “los contratiempos fueron producto de hechos fortuitos ajenos a la responsabilidad de la firma. Pero al tucumano le da temor confiar en los horarios de Andes, porque de tener un 96 por ciento de eficiencia aérea ha pasado a tener lo inverso, un 96 por ciento de salidas fuera de horario. Entonces, esto en qué papel pone a la provincia, que tiene que garantizar los pasajes que Andes no llega a vender. Uno muy complicado, porque Andes dice ‘no es mi culpa que se rompan los aviones’ y desde el gobierno decimos ‘no es mi culpa que vos no tengas pasajeros porque sí los hay, lo que pasa que  prefieren viajar por otra compañía’. Ante la situación, la mejor solución que encontramos fue suspender el acuerdo”.

La suspensión
En declaraciones a este medio, Bernardo Racedo Aragón, aclaró que, “si bien el contrato no incluía una cláusula que estableciera la posibilidad de suspenderlo, esta decisión fue consensuada entre ambas partes”. La suspensión se hará efectiva entre el 1 de febrero y el 1 de abril, pero, “de acuerdo a la consolidación de vuelos que realizara la empresa desde el 7 de enero, la medida se hace retroactiva hasta esa fecha”.
Desde Andes Líneas Aéreas, coincidieron en que la medida fue “de común acuerdo”. “Fue una solución pactada, llegamos a esta decisión porque tuvimos una serie de problemas y no queremos generarle gastos innecesarios a la provincia. Andes va a seguir volando sin el subsidio y si bien esto nos genera un perjuicio económico, es producto de los riesgos que una empresa privada debe correr”, manifestó Horacio Prenestre, gerente Comercial de la firma. Más allá de la firmeza en las palabras de Prenestre, otras voces de la misma compañía manifestaron que la medida había sido una decisión unilateral de la provincia del norte.
Por otro lado, tanto Andes como Tucumán confían en que en el lapso de stand by, la línea aérea regularizará su situación. “si así no lo hiciera, el contrato se suspende definitivamente”, sentenció Racedo Aragón.

La visión de Jujuy y Salta
Los inconvenientes de Andes afectaron de similar manera a Salta y Jujuy, donde la línea aérea cuenta con vuelos regulares. Ambos distritos también pagan un subsidio a la firma. Sin embargo, estas provincias no tomaron la misma medida que Tucumán.
El ministro de Turismo y Cultura de Salta, Federico Posadas, afirmó categóricamente que la provincia “va a seguir trabajando con Andes de la misma manera que lo viene haciendo desde que se iniciaron las operaciones”. Consultado por la determinación de Tucumán, el funcionario salteño prefirió “no opinar sobre lo que hacen otras provincias porque cada una es autónoma en las decisiones que toma”. “Ya sea con Andes o con otras empresas, nuestra política es seguir trabajando con estas medidas subsidiarias para animar a las empresas a que operen rutas interprovinciales”, recalcó.
Por su parte, el director de Turismo de la provincia de Jujuy, Juan Martearena, manifestó a Mensajero su preocupación y “las molestias e incomodidades” que ha generado para el distrito el presente de Andes. No obstante, “todavía no se ha tomado ninguna medida, estamos conversando con la empresa y ya le pedimos un descargo por escrito para que justifiquen estos contratiempos. Una vez que tengamos este informe, analizaremos que medidas vamos a tomar”, agregó y remarcó: “Desde ya que los días que no han volado, no se van a pagar; esos días no entran dentro del convenio de subsidios”.
Según el funcionario jujeño, los inconvenientes de Andes se deben a dos causas: por un lado, a la acción de hechos fortuitos; por otro, a que la empresa tomó “demasiados compromisos que luego no pudo afrontar”. Con esto, Martearena se refería a los vuelos charter que la aerolínea está realizando a Brasil y a la Isla Margarita. “Cuando comenzó sus operaciones en la provincia, Andes tenía una efectividad de casi el 100 por ciento, pero luego se vio con una insuficiencia de estructura para responder eficazmente. Tal vez hubo un error de planificación; esto les puede servir como experiencia para el futuro y también para crear un plan de contingencia más efectivo”, sostuvo el director provincial de Turismo.
Consultado sobre la determinación de Tucumán de suspender el contrato con Andes, Martearena explicó que “la situación de ambas provincias es muy diferente. Jujuy tiene sólo dos vuelos: el de Aerolíneas Argentinas y el de Andes, y nosotros necesitamos esta operación. La realidad de Tucumán es distinta, tienen mayor frecuencia de vuelos de Aerolíneas y es muy probable que Lan Argentina próximamente desembarque en esa provincia”.

Lo que dice el contrato

A fines de febrero de 2008, Tucumán firmó un contrato con Andes que establece que esa compañía deberá asegurar la ocupación del 55 por ciento de las plazas (90 sobre 165 asientos) en cada vuelo. La provincia, por su parte, se comprometió a cubrir 24 pasajes (hasta el 69 por ciento), mediante el pago de un subsidio por 2,5 millones de pesos cada seis meses, los que se compensan con viajes de promoción o con fines sociales. El acuerdo, que tiene dos años de vigencia y es susceptible de ser revisado cada seis meses, aclara que si Andes logra captar 114 pasajeros por vuelo, el Estado no tendrá que absorber ningún costo.