Relojes quietos
FEHGRA encabezará los reclamos para que no se adelante la hora en los destinos turísticos que así lo requieran. Hay un ánimo generalizado para no adoptar la medida impulsada por Presidencia de la Nación. Según los empresarios, la norma afecta negativamente al sector hotelero-gastronómico.
La Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica (AEHG) de Mar del Plata y zona de influencia fue la primera región en oponerse al inminente cambio de horario que se viene. A semejanza de lo ocurrido en diciembre de 2008, el Ejecutivo nacional estipuló que el 18 de octubre habrá que ajustar los relojes y adelantarlos una hora.
La medida, aseguran los empresarios hoteleros- gastronómicos, afecta su actividad puesto que cambia los hábitos de la gente. “El atardecer se atrasa y con ello se pierden turnos de comida, teatro y demás actividades comerciales”, afirman los dueños de restaurantes de la costa atlántica.
Inmediatamente, la regional La Plata se sumó a sus colegas marplatenses en el reclamo y juntos le presentaron un descargo al secretario de Turismo de la Provincia de Buenos Aires, Ignacio Crotto para que, por intermedio suyo, hiciera recaer la petición en manos del Gobernador Daniel Scioli.
Más tarde, los dirigentes bonaerenses se hicieron presentes en la sede central de FEHGRA donde pidieron a su presidente, Oscar Ghezzi, que encabece el reclamo desde su representatividad nacional para llegar hasta los ejecutivos de cada provincia y de la Nación. Sobre el tema, Ghezzi confirmó a Mensajero que “si el ánimo de no adelantar una hora los relojes es unánime en todas las regionales, FEHGRA tomará la posta en el reclamo”. “Hay una coincidencia en todas las regionales de no adoptar la medida y nosotros, como corresponde, vamos a acompañar ese pensamiento. Es una disposición que, de adoptarse nuevamente, afectará de forma negativa a la actividad”, remarcó.
La ley
El decreto presidencial (1693/2008) que permitió adelantar la hora en la zona oeste del país durante la anterior temporada estival, tiene sustento en la ley 26350 que se sancionó el 26 de diciembre de 2007 en el Senado de la Nación con 57 votos a favor, tres en contra y ninguna abstención.
Entre los considerandos, el texto expone que la aplicación de la medida “durante el período estival constituye una alternativa ventajosa para disminuir tanto la potencia máxima como el consumo de energía eléctrica”.
Sin embargo, los empresarios anotaron de a uno su descontento por la medida y las pérdidas que le significó durante la temporada 2008-2009. “Hay actividades donde el ahorro de energía que esta medida supone no es real”, dijo Oscar Ghezzi a este medio.
Reclamo consensuado
Mensajero dialogó con Daniel Suffredini, presidente de la AEHG de Mar del Plata y zona de influencia, quien ratificó: “Con esta medida tenemos una disminución en los niveles de actividad, sobre todo de la gastronomía donde estaríamos perdiendo un turno. A las 21 horas sería pleno día y la gente estaría disfrutando del aire libre, de la playa y el primer turno sería después de las 22:30, con lo cual el segundo quedaría recién para la 1 de la mañana. Esto afecta al comercio en general y por eso nos están apoyando las cámaras de comercio, textil, los shoppings, los espectáculos -porque la primera función sería muy tarde y la segunda a la madrugada-. También contamos con el consenso del sindicato gastronómico, el de pasteleros y el de empleados de comercio”.
Sobre la llegada a los sectores de gobierno que podrían incidir en la rectificación de la medida, el dirigente precisó: “Hablamos con el secretario de Turismo de Buenos Aires, Ignacio Crotto, y él está de acuerdo con nosotros. Nos aseguró que está trabajando en el tema. Así que estamos esperando en los próximos días alguna respuesta. Teniendo tanto consenso, sería lógico que la respuesta fuera favorable”. “Hasta el 18 de octubre tenemos tiempo para dar batalla y hacer presión al Gobierno para que escuche las críticas que tiene esa decisión y los perjuicios que causa”, apuntaló.
En cuanto a la posición que podría adoptar Scioli, Suffredini es optimista: “Va a escucharnos y comprenderá las razones por las cuales le solicitamos esto y va a saber medir la magnitud del perjuicio que causa para la activid