El presidente reelecto de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés de Buenos Aires, reflexionó acerca de la situación de los establecimientos que representa a lo largo de este 2016 y estos fueron sus dichos.  

Hablando acerca del recambio generacional en la institución dijo: “Nuestro desafío es abrir las puertas a la modernidad. Abrir las puertas a las nuevas generaciones de hoteleros y gastronómicos, que vengan a ocupar el lugar que les corresponde. Tenemos que modernizarnos”.

Cuando se anunció que Buenos Aires será Capital de la Cultura Gastronómica expresaba:  “El año que viene Buenos Aires será la Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica. Es una oportunidad de oro para colocar a la cocina de la ciudad como un atractivo turístico de primer orden. Creo que tenemos con qué. Tenemos una masa crítica de buenos cocineros, mozos y empresa con cultura gastronómica. Eso debería permitirnos instalarnos como un atractivo turístico único en la región. Para el sector privado es una oportunidad inmejorable para poner a la gastronomía porteña como emblemática de la gastronomía iberoamericana”. 

Una de las mayores preocupaciones siguió siendo la competencia desleal. Esto decía al respecto: “En la Ciudad de Buenos Aires, nos encontramos con la ausencia de una ley que decididamente termine con este flagelo que es la competencia desleal. Nadie puede ignorar que hoy tenemos 200 edificios íntegramente dedicados a la hotelería ilegal”.

El presidente de la AHRCC reconocía las acciones positivas realizadas en la Ciudad para incrementar el turismo declaraba: “Tenemos buenas experiencias, como la Noche de los Museos, como la de las Librerías. La Semana de la Gastronomía porteña también es una buena acción que tuvo una buena repercusión. Este año participaron más de 200 establecimientos y todos estuvieron conformes con el impacto que tuvo en la venta del plato típico. Deberíamos hacer algo más sostenido en el tiempo y no hechos aislados que por ahí no llegan a mover la aguja en la estadística del año”.

Una buena noticia ocupó la segunda mitad del año, el anuncio de la puesta en vigencia de una ley de más de 16 años. Así lo reconocía: “La exencioón del IVA para el turista extranjero va a generar una mejora muy sustancial en la competitividad con relación a otros países. Si esta experiencia es exitosa, del consumo hotelero tenemos que pasar también al gastronómico, textil y demás. El secreto del éxito es que respetemos el espíritu por el cual se hacen este tipo de leyes. Estuvimos 16 años para que se aplique esto, y ahora que lo conseguimos, tratemos de ser inteligentes y que el sistema funcione”.