Posturas antagónicas
Los estatutos de la CAT no se modificarán, al menos por ahora, debido a la negativa de la AAAVyT. A algunos no les cayó bien esa postura y el debate en pos de darle a la Cámara un protagonismo político superior queda postergado.
Cuando en la Cámara Argentina de Turismo (CAT) estaba por concretarse la modificación de los estatutos, la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo (AAAVyT) expresó que no estaba de acuerdo con los cambios que se planteaban, algo que ya se preveía. Todo indica que fueron las diferencias con la AAAVyT las que provocaron semanas atrás el alejamiento de Marco Palacios, uno de los mentores de la renovación estatutaria. Este medio consultó a algunos de los dirigentes de las instituciones que conforman la CAT, para conocer su punto de vista.
Algo cambió…
El presidente de la Asociación Argentina de Organizadores y Proveedores de Exposiciones y Congresos (AOCA), Fernando Gorbarán, expresó que “si bien el trabajo para la reforma de estatutos se inició porque todas las instituciones creían que había que hacerlo, a último momento algunos cambiaron su posición en relación a aspectos centrales”. Según el titular de AOCA, quien precisó que fueron dos las entidades que se opusieron, el tema de la discordia fue el de la representatividad de las entidades en la Comisión Directiva de la Cámara, y señaló que lo que las modificaciones planteaban era que hubiera “igualdad de condiciones para los votos de todas las instituciones” y “participación directa de los presidentes de las entidades en un órgano con capacidad de acción real”. “Los actuales presidentes no toman todas las decisiones de la CAT, y la realidad es que eso no puede suceder en un momento de crisis internacional, ante el cual hay que definir cuestiones rápido y hay que estar muy unidos. Algunos no estamos demasiado contentos con este paso atrás”, agregó.
Durante el diálogo con Mensajero, Gorbarán insistió una y otra vez con la necesidad de construir “una cámara innovadora, acorde con los tiempos que corren y que esté pensada también de cara al futuro”, ya que “el estatuto actual no se corresponde con el turismo de hoy”. Afirmó que parte de ese objetivo estaba plasmado en las modificaciones propuestas y destacó que alguna vez se había tratado de estudiar la organización de instituciones como la Unión Industrial para poder emularlas en la CAT. El dirigente se mostró totalmente a favor de darle lugar a los sectores que hoy no están, “como las cámaras de shoppings y las empresas de transporte terrestre”, dijo. “La CAT puede tener mayor incidencia política incorporando nuevas instituciones y empresas, sin dudas. El día de mañana podemos no tener una relación tan buena como la que tenemos hoy con la Sectur”, manifestó, en alusión al vínculo que la Cámara tiene con la secretaría de Turismo de la Nación, a la que acude cuando hay que interpelar a las autoridades políticas.
Sólo falta consenso
Por su parte, el presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC), Luis María Peña, dejó entrever que, en su opinión, si no todos apoyan el cambio, éste no debe llevarse adelante, pero reconoció que no concibe una cámara en la que no esté representada todo el sector. “No todo el transporte integra la CAT”, dijo, y puso como ejemplo a los cruceros.
Si bien afirmó que “las cámaras son instituciones que deben ser versátiles y que pueden mutar”, Peña agregó que “si un cambio perjudica a alguno de los involucrados o no beneficia a ninguno de ellos no se debe aplicar”. El titular de la AHRCC sostuvo: “La modificación del estatuto implica debate, y creo que si no estamos todos de acuerdo, no hay que cambiarlo. Un estatuto se adapta a la realidad, no al revés, y es lo último que se debe tocar”.
Respecto al alejamiento de Palacios, Peña prefirió no opinar, ya que “hablar de eso no aporta nada”. Tampoco quiso arriesgar un nombre para reemplazar a Juan Mirenna al frente de la CAT en caso de que el hotelero no siga en su cargo. “A todos les sobran pergaminos como para presidir la Cámara, pero lo primero que tienen que saber es que en las decisiones tiene que haber consenso”, dijo, y concluyó: “Las instituciones no se sustentan en personas, sino en planes”.
No a la división