Las exigencias de la entidad monetaria para girar divisas han creado una sobrecarga de trabajo que va tensando los ánimos del sector. Mensajero Turístico diálogó con los principales referentes del sector para conocer sus complicaciones. Agentes de viajes y operadores cuentan su día a día.

Adaptarse a los cambios suele llevar un tiempo, y también alguna queja de aquellos que se rehúsan o simplemente se complican al hacerlo.
Las exigencias del Banco Central de la República Argentina para girar divisas han creado una sobrecarga de trabajo que va tensando los ánimos de los operadores y agentes turísticos.
En efecto, cada vez son más los empresarios que vieron afectados su operatoria con los requisitos de las Declaración Jurada Anticipada de Servicios (DJAS) sancionadas por el BCRA, aunque ya se comenzaron a implementar normalmente y una vez presentadas éstas se aprueban dentro de las 72 horas a las que se había comprometido el organismo ante la AAAVyT oportunamente. Con mayores requerimientos de solicitud de datos de los viajeros, las demoras en los giros al exterior no se hicieron esperar. Además, los operadores manifestaron que evidenciaron un incremento en sus costos administrativos, generando una menor rentabilidad.
Al respecto, Mensajero Turístico dialogó con los principales referentes del sector para conocer sus complicaciones. Prácticamente todos coincidieron respecto a que las emisiones de dinero al exterior suelen cumplirse en tiempo y forma, pero se quejaron de los costos operativos que implican estas nuevas reglamentaciones. Además, reconocieron que algunos Bancos y Casas de Cambio exigen documentación por fuera de las exigencias del Banco Central.

Palabra asociada
“Por suerte las DJAS están saliendo normalmente en tiempo y forma. No hay ninguna operadora asociada a la AAOVyTque haya presentando una queja o un malestar por demoras”, señaló Alberto Crupnicoff, Presidente de la Asociación Argentina de Operadores de Viajes y Turismo (AAOVyT) y agregó que las transferencias y los giros se hacen sin inconvenientes.
En tanto, admitió, que desde su aparición el trabajo administrativo y los costos de tiempo y en personal evidenciaron un incremento sustancialmente mayor para cumplir los requisitos que exigen desde el BCRA.
“Lo que nosotros veíamos como el tema más complejo era que cualquier traba por los datos solicitados que impidiese pagar en tiempo y forma, generase una imposibilidad de cumplimiento de contrato. Este era el punto más importante, ya que el turismo es muy diferente a contratar software, asesoramiento, o a traer una máquina”, relató Crupnicoff; quien aclaró que eso quedó en el pasado y en la actualidad no hay complicaciones, pero sí una recarga de tareas.

Testigos
“Es cierto que la implementación fue difícil de entender y replicar en la práctica diaria, pero nos fuimos acostumbrando, aunque a veces falta algún que otro dato”, sostuvo Juan Maiztegui, de la operadora Principios Tour Operator. A su vez, manifestó que no tienen dificultades en las transferencias.
“Cada Casa de Cambio para respaldarse pide más requisitos que aquellos que requiere el BCRA, como la constancia de CUIL o CUIT del pasajero que paga el viaje y nos terminamos convirtiendo en un agente fiscalizador”, señaló el Gerente de Productos.
Por su parte, desde Organización Piamonte comunicaron que debieron aceitar la parte operativa para que las transferencias se realicen sin inconvenientes y no generase un problema con sus proveedores en el exterior. “Si no cambian las reglas de juego la documentación pedida no suele hacer demorar los giros, aunque últimamente los tiempos pueden complicarse porque son más las Casas de Cambio que exigen, por su cuenta, planillas con información para cubrirse y comprobar la veracidad de los datos que el pasajero entrega”, dijeron desde la operadora. Por último, comentaron que los Bancos están flexibilizando sus demandas porque encontraron en Turismo un negocio importante, relacionado con el mundo de las transferencias.
“El principal problema es la ausencia de una normativa oficial del BCRA a todos los agentes de remisión de dinero al exterior. Al no existir directivas claras, cada una de las agencias va desarrollado procedimientos disímiles, lo que hace que las estructuras administrativas de las empresas se hayan recargado de trabajo”, enfatizó el presidente de Consult House, Juan Carlos Chervatin.
En este sentido, el empresario subrayó que el Banco y las Casas de Cambio interpretaron a su manera las directrices del Banco Central y proceden de acuerdo a sus exigencias. Lo que significa un recargo en tareas administrativas donde se resiente la rentabilidad y los costos, especialmente en aquellas empresas más chicas”.
En tanto, sostuvo que con las DJAS no tienen ningún problema porque la AFIP supo ordenar los procedimientos, y se cumple sin problemas.
“Si las transferencias se hacen por Banco o Casas de Cambio son casos distintos, porque cada uno tiene su librito”, indicó Horacio Méndez Bros, Director Comercial de Eurovips. Y añadió que si bien los giros van regularizándose, hace un mes fue muy compleja la operatoria porque los cierres se demoraban y los montos a pagar se encarecían porque el dólar subía. Además, comentó que con tantos grises en los procedimientos, las Casas de Cambio le llegaron a pedir hasta los DNI de los menores de edad; y expresó: “No está mal que nos exijan requisitos para sacar dinero, pero como todo cambio llevó su tiempo acomodarse”.

El show debe continuar
Desde hace ya varios meses, los empresarios vienen amoldándose a las resoluciones y reglamentaciones, tanto desde la AFIP, como del Banco Central.
En efecto, y con el correr de los días, los agentes de viajes y operadores turísticos, se han ido aggiornando a los cambios, aunque esto implique una mayor inversión en tiempo de parte de su personal que antes podía dedicarse a vender y no a tareas puramente administrativas.


Flashback ¿El comienzo del fin?
La sospecha de incongruencias de las transferencias surgió en el seno del Banco Central cuando se pudo observar que durante los dos primeros meses del año, el número de transacciones realizadas en operaciones de giros de dólares al exterior era más elevado que lo que indicaban las salidas de turistas nacionales al extranjero, a pesar del crecimiento del turismo emisivo, los datos comenzaron a llamar la atención. Por ejemplo: en febrero de 2012 se ejecutaron 3.336 operaciones, mientras que en el mismo mes de este año, se totalizaron 9.431. Esto equivale a 2,82 veces más de un año a otro.
El primer impacto fuerte fue el allanamiento de la casa de cambio y turismo Alhec Group y a tres mayoristas que operaban a través de ésta. Luego, y ante algunas irregularidades detectadas en la entidad financiera, Alhec Tours fue suspendida por la AFIP por lo que ya no puede operar cambios.
Luego de esas primeras internvenciones,  funcionarios del BCRA se presentaron en las oficinas de distintos mayoristas (cerca de 50), para solicitarles información y corroborar si el volumen de giros al exterior se correspondían con viajes realmente efectuados por personas físicas o se trataba de una actividad fraudulenta.
De ese modo se comenzó a solicitar nombres de los pasajeros, su número de documento, relacionados con cada transferencia datos con los que no contaban los operadores turísticos.
A su vez, comenzaron a aparecer inspecciones de la Administración Federal de Ingresos Publicos -AFIP- buscando inconsistencias en las transferencias al exterior.


Ordenados
“Nosotros somos conscientes de las exigencias del Banco Central y también sabemos que las Casas de Cambio y diversas entidades bancarias tienen sus propios requerimientos”, señaló Fabricio Di Giambattista, Presidente de la Asociación Argentina de Agentes de Viajes y Turismo (AAAVyT); quien declaró que hace un tiempo intentaron unificar los criterios de pretensiones para no demorar a los operadores.
“El problema acá son las interpretaciones. La reglamentación dejó puertas abiertas para que se puedan filtrar más pedidos por fuera de lo que el BCRA dispuso”, sostuvo el dirigente. Y agregó que la comunicación entre los operadores y las agencias de viajes es muy buena.
En tanto, Di Giambattista admitió que la carga administrativa aumentó y si bien se puede perder rentabilidad “es parte del negocio y una responsabilidad que debemos afronta