Una bodega enclavada en el corazón de la cordillera, barricas, cilindros de acero inoxidable, una cuba, un tobogán y hasta la Cordillera de Los Andes son algunos de los elementos que componen la estética con que contará el montaje escenográfico del espectáculo final de la Fiesta Nacional del Sol, en San Juan.
Este año se sumó al equipo de trabajo, Daniel Ahún y Lucrecia Viviani, quienes tienen a su cargo el diseño del escenario y de la escenografía de gran formato, que impactarán al público con una estructura novedosa.
Con una superficie de 2.500 m2, el escenario conceptualmente evoca a una bodega que esta enclavada en la cordillera, la cual contiene distintas situaciones y personajes, algunos fantásticos, otros divinos, tal como el dios Baco, dios del vino.
Otro detalle distintivo lo aportará el decorado que conformará el fondo del escenario, con la instalación de un panel en que se proyectará la Cordillera.
El tobogán cumplirá un rol importante ya que reforzará la comicidad y la acción de los personajes en ese espacio en los que en diferentes cuadros coreográficos participarán cerca de 320 bailarines.