El mundo globalizado pareciera que se aferra a la “teoría del  caos” y de que todo está relacionado con todo, que en la película Jurrassic Park explica un escéptico matemático encarnado por el actor Jeff Goldblum, diciendo que el batido de las alas de una mariposa en Pekín provoca una fuerte lluvia en Nueva York. 
Por lo menos así parece ser cuando el  anuncio en Francia de que su aerolínea de bandera, Air France, está por poner en práctica un duro plan de ajuste que implicaría deshacerse de 2900 empleados, hace que en la Argentina, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) se pronuncie acerca de los problemas que acarrean las políticas de cielos abiertos. 
El encargado de emitir tales declaraciones fue su presidente, Pablo Biró, quien tomó la posta y declaró: “Prometieron que esta medida mejoraría la conectividad y los precios, pero no funcionó. Hoy Europa tiene pronóstico reservado”. La política de cielos abiertos permite que una empresa de cualquier parte del mundo pueda tener acceso a destinos a todo el planeta.
Relacionando a ese problema que  se generó en Francia y remontándose a su lucha contra la Aerolíneas del Grupo Marsans decía: “Quedó clarísimo que los cielos abiertos sólo favorecieron el crecimiento de los lugares rentables. A los que no lo fueron, los hicieron funcionar con subsidios encubiertos de los municipios. A su vez, juraron que la flota iba a ser más moderna y hoy, en promedio, envejeció”, explicó el presidente de APLA. 

EE.UU. el huevo de la serpiente
En este sentido, el dirigente apuntó también contra Estados Unidos, el promotor más conocido de la desregulación del transporte aéreo, que tuvo en su presidente Jimmy Carter  la firma fundamental en 1978 para la “Deregulation Act”, que cambiaría para siempre al transporte aéreo: “Con esa firma se prometieron las mismas mejoras que Europa no alcanzó, y los resultados están a la vista: hoy en día, Estados Unidos tiene una de las flotas más viejas del mundo, y quebraron compañías a diestra y siniestra”.

Los reyes del “chamuyo”
“No hay que olvidar que, con los cielos abiertos, también prometieron que iba a bajar el precio promedio de tarifa del usuario. Esto era y es completamente incomprobable, sobre todo teniendo en cuenta un contexto internacional donde Estados Unidos, por ejemplo, ha subsidiado líneas aéreas con miles de millones de dólares para paliar la crisis”, disparó Biró. 
En cuanto a Europa, deslizó que la subvención proporcionada por diferentes municipios mantuvo entre las nubes cierta paz, pero que el plazo se terminó. “Cuando se permite que el mercado sea el ‘sanador’ de todo, el sistema colapsa y el Estado pierde soberanía, es decir, se diluye la capacidad de generar beneficios económicos con un alto impacto territorial positivo”, aseguró. 

La amenaza árabe
Desde esta perspectiva, es clave mencionar la injerencia de las aerolíneas del Golfo Pérsico: “Los árabes con países como Qatar, que tienen la segunda reserva de gas natural en el mundo, han puesto millones de dólares en sus aerolíneas de manera constante, y con estos gigantes no se puede competir, más cuando se considera que no tienen sindicatos y los trabajadores sufren precarización laboral”, explayó el presidente de APLA. 
Tomando en cuenta estos factores, la desregulación de los cielos pone en amplia desventaja a las aerolíneas de bandera, puesto que la competencia con los extranjeros es, cuanto menos, voraz. Por esto mismo, los europeos tienen que terminar subsidiando las compañías locales con una cantidad de dinero que quizás no hubieran tenido que desembolsar.

Reducir gastos cuesta vidas
Así lo es en la aviación, según Pablo Biró, quien aseguró que el abaratamiento de costos por parte de las empresas puede provocar muertes: “No nos olvidemos de Germanwings, tengamos memoria. Esa tragedia fue producto del impacto que tuvo la mella en los controles de calidad, influenciados por los recortes”, manifestó. Cabe recordar que 150 personas murieron en el vuelo 9525 de esa aerolínea, que fuera propiedad de Lufthansa. 
“Si el Estado no tiene participación, la aviación se ve tremendamente afectada”.

Francia y su guerra sucia
“En Francia los pilotos están tratando de resistir a una baja en las condiciones laborales. Lo que quieren hacer es forzarlos y responsabilizarlos, para después decir que la crisis de la compañía es culpa de los pilotos”, determinó el dirigente, y aseveró: “La verdad es que la política de cielos abiertos en Europa es una de las vergüenzas que el Viejo Continente sigue manteniendo e implementando. Se van a terminar dando cuenta que esta práctica neoliberal lo único que deja es hambre y desocupación en los pueblos”.
En esta misma línea, expresó que, cuando se habla de “ajuste y reducción de gasto público”, no es más que un “achicamiento” del Estado. 

La historia se repite
Biró deslizó que “sucedió lo que estaba previsto”. “La gente reacciona y acá en la Argentina, desde que vino Perón y le enseñó a los laburantes que los derechos no son un regalo, son conquistas, las cosas cambiaron. Este escenario en nuestro país no se replica, las políticas del Gobierno nacional de intervenir genera un crecimiento a nivel nacional y bien distribuido”, señaló. Sin embargo, el presidente de APLA recordó que el camino de recuperación “no es nada fácil”. Este tramo implica “renacer de políticas destructivas”, esgrimió, y completó: “Las políticas que hoy hacen colapsar a Europa son las mismas que destruyeron a Argentina. Es muy difícil revertir veinte años de vaciamiento y robo, que implican un desarme absoluto de la industria aérea”. 
En otro aspecto, dijo que el recurso humano también lleva “muchísimo tiempo” formarse, y que implica una inversión económica de magnitudes considerables para un Estado. “Volver a tomar el control es una tarea titánica. Esto va a llevar mucho tiempo”, infirió. 
Finalmente, Biró aseguró que si alguien quiere imponer esta medida en Argentina, los combatirán con todas sus fuerzas. “Las aerolíneas para los países no son un gasto, son una inversión. El concepto de nación y de patria que nosotros creemos es inclusión. Queremos que sea para todos, no para que un grupito de ‘divos’ maneje el escenario comercial, y se beneficien sólo unos pocos. Este modelo aeronáutico es para que se desarrolle la aviación, y también el sector económico y sociocultural”, comentó, y cerró: “Cada turista que tenemos en el país es una fuente de trabajo”.

La aviación como inversión  
El presidente de APLA, Pablo Biró, subrayó que, en Argentina, el impacto económico positivo de tener control sobre el espacio aéreo es “irrefutable”.
En este sentido, aseguró que “basta con ver las estadísticas del ORSNA (Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos), para darse cuenta que, sólo con el impacto económico que tuvieron los aeropuertos de Córdoba e Iguazú, ya alcanza para solventar la inversión realizada”.
Así, añadió que así los empleos se multiplican, y se hace crecer al Producto Bruto Interno (PBI). 
“Los cielos abiertos perjudican a las economías nacionales, y generan que los pilotos se sientan desarraigados”, completó Biró, quien determinó que lo que está pasando en Europa es una consecuencia “inevitable”.