Micros vs. Aviones
Sacando los boletos de avión con anticipación, y más con alguna promoción de por medio, hoy viajar en avión en un tramo de cabotaje puede incluso resultar más barato que hacerlo en un micro de larga distancia. Esto no es algo de 2012. Sólo con “googlear” la temática es fácil encontrar notas con tres o cuatro años de antigüedad que aseguran en sus títulos que surcar los aires a gran velocidad es más barato que atravesar el país por tierra.
Tiempo atrás, la elección de uno u otro medio de transporte se definía por la capacidad adquisitiva del bolsillo. Hoy, parece que cada vez más personas se deciden por las aeronaves por sobre los micros, justificando su elección en la escasa diferencia económica y la velocidad del viaje. Claro, siempre hay que tener en cuenta que, mientras que el pasaje de avión puede variar de acuerdo a la demanda, el boleto de micro se mantiene siempre al mismo precio, aunque en casos de viajes largos, también hay que sumarle cualquier consumición que se haga en un parador.
Los casos
Si uno decide irse de vacaciones una semana a Bariloche, a fines de febrero, encontrará que el pasaje más barato de micro (semicama) tiene un costo de 585 pesos la ida, más la misma suma para la vuelta, lo que da un total de 1.170 pesos. Este es un viaje que en total demora aproximadamente 21 horas. El mismo trayecto, para los mismos días, en un vuelo de Aerolíneas Argentinas o LAN (clase económica), tiene un precio final de $1235,20, con la salvedad de que el viaje dura tan sólo 2 horas y 20 minutos. De la misma manera, y dentro de la clase económica, los precios pueden ascender hasta los 1304,98 pesos e incluso en algunos casos superar los dos mil pesos.
Ir a Córdoba, en servicio semicama de micro, tiene un costo de 500 pesos ida y vuelta con tiempos de viaje que van desde las 9 a las 11 horas. Y la suma sube a 660 pesos si se desea un servicio de calidad superior. Por su parte, LAN Argentina cobra 614,20 pesos ida y vuelta (económica) y el vuelo dura apenas una hora y 20 mins.
Mendoza no se queda afuera, por citar alguno de los ejemplos posibles. Ir y volver en clase económica, a bordo de uno de los aviones de LAN o Aerolíneas Argentinas, tiene casi el mismo precio que el servicio de menos categoría de micro. En promoción, AR cobra 842,86 pesos, aunque el mismo trayecto puede ascender hasta los $1522,28, de acuerdo a la demanda. En cambio, los mismos pasajes de bus cuestan 700 pesos, en caso de solicitar el servicio más barato, porque los de mayores prestaciones superan ampliamente las tarifas aéreas, con valores de más de 1.000 pesos.
Y Salta tal vez es el mejor ejemplo. Aún comparando las tarifas más baratas, el avión es más económico que el transporte terrestre ($1064), insumiendo diez veces menos cantidad de horas de viaje. LAN, por ejemplo, hace el recorrido con costo total que varía entre los 967 y los 1851 pesos, según la hora y el día en que se decida viajar. Aerolíneas Argentinas, por su parte, tiene vuelos en promoción a $967, pero no permiten seleccionar asientos, ni admite cambios o devoluciones. De la misma manera, las tarifas ascieden hasta los $1725,78, pasando por una amplia franja de precios de acuerdo al día y la hora de los vuelos.
Los límites
Sin embargo, hay que tener en cuenta que para viajes más cortos, las diferencias entre ambas tarifas se agrandan y el micro se erige completamente como una opción mucho más económica. Viajar en económica a Rosario, tanto en un vuelo de Sol Líneas Aéreas como en uno de Aerolíneas, tiene un costo de $599.26 (ida y vuelta). El pasaje en micro semicama, tiene un costo de $220 y $250, según la empresa que se elija.
Por otra parte, la ley de la oferta y la demanda se hace evidente en algunos destinos particulares de nuestro país. Por ejemplo. llegar por aire a Puerto Madryn, destino al que sólo vuela Andes, tiene un costo mínimo de $1326.37, a la vez que para hacerlo por tierra, los valores varían entre los $990 y los $1280, dependiendo de si se utiliza un servicio semi-cama o suite.
El por qué
Posiblemente, las raíces de esta tendencia que hoy equipara viajes en micro y en avión, haya comenzado con LAPA en los años ‘90 (Líneas Aéreas Privadas Argentinas) y su decisión de “subir los pasajeros del micro al avión”. Este modelo, que Gustavo Andrés “Andy” Deutsch decidió “copiar” de la aerolínea norteamericana SouthWest Airlines, una empresa muy bien administrada y sin servicios superfluos, que terminó transformándose en un ejemplo para las actuales compañías low-cost. Este servicio inusual pero muy beneficioso se compone principalmente de muchos vuelos de trayectos cortos, con rápidas rotaciones en los aeropuertos secundarios de las grandes ciudades, usando principalmente aviones Boeing 737. Esto le ha permitido ser una de las aerolíneas con más ganancias del mundo, con muchos meses consecutivos de ganancias.
LAPA, por su parte, apostó por medidas que le permitieran ahorrar costos para reflejarlos en sus pasajes, como un catering más económico, y la uniformidad de la flota compuesta primero por Boeing 737. Luego del tristemente célebre accidente, incorporó Boeing 737 Next Generation, lo que potenció más el modelo gracias al menor consumo de combustible (Julio Sol, en su libro “La Guerra de las Pymes” hace un análisis detallado del caso).
El dilema del combustible
Como última “estocada”, se calcula que ante la quita de subsidios para combustibles por parte del Gobierno Nacional, los ómnibus de larga distancia podrían aumentar entre un 15 y un 20% sus tarifas para absorber los costos. En este sentido, el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, descartó “de plano que haya incrementos masivos porque no corresponden”. Además admitió que “se analiza la aplicación de tarifas diferenciales para personas de bajos ingresos”.
Después de que fuera uno de los tópicos del discurso del miércoles pasado de la presidenta Cristina Fernández, el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, retomó el reclamo y criticó a las petroleras por el aumento del combustible JP1 producido en el país por YPF, Sheel y Esso.
Recalde justificó su acusación a estas empresas evidenciando que venden el JP1 a precio internacional “pese a que lo fabrican en el país y a que los costos son nacionales”. En este sentido, el titular de Aerolíneas dijo que la empresa “tomará las medidas necesarias para revertir esta situación”, aprovechando que, según sus datos, Aerolíneas es la principal consumidora de este combustible en el país, con un gasto anual de u$s 500 millones.
“Habrá que hacer lo necesario para que lo paguemos un poco más barato”, advirtió Recalde, aunque no reveló mayores detalles de las acciones que la empresa aérea realizará al respecto.
Jugando con fuego
Tras el relevamiento a 965 unidades en las principales terminales de la provincia de Buenos Aires de micros de larga distancia, se confirmó que aproximadamente el 20 por ciento no está en regla. Esta aseveración fue realizada por el ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Oscar Cuartango, que alertó sobre la detección de problemas de seguridad y de cumplimiento de las horas de descanso de los choferes, entre otras irregularidades. Los inspectores labraron 199 infracciones y dispusieron 9 suspensiones.
De esta manera, uno de cada cinco micros de larga distancia inspeccionados en las principales terminales bonaerenses no estaba en regla. Según la cartera que encabeza Cuartango, las inspecciones fueron realizadas en las terminales de ómnibus de La Plata, Mar del Plata, Mar de Ajó, Villa Gesell, Campana, Ruta 197 y Francia, y Avellaneda.
Los encargados de la inspección revisaron las medidas de seguridad de las unidades, las planillas de descanso de los choferes, el cumplimiento de los francos compensatorios y el vínculo legal entre los trabajadores y las empresas. En ese sentido, también relevaron a 1867 empleados, de los cuales 354 se veían afectados directamente por las infracciones.
“La prioridad para la cartera laboral es controlar que los choferes descansen un mínimo de 12 horas entre jornadas de trabajo”, señaló Cuartango, y además agregó que la meta es “garantizar que se cumplan los derechos laborales de los trabajadores y colaborar para brindar más seguridad en las rut