Como si fuera una serie de televisión que resurge después de una vuelta de tuerca en su trama, con misterios, suspenso e intriga (especialmente para el espectador), las restricciones en la compra-venta de moneda extranjera vuelven a acaparar el centro de la escena en el ámbito económico del turismo nacional.
Fue entre fines de octubre y comienzos de noviembre que se impulsó un nuevo sistema para limitar y aumentar el control sobre la adquisición de dólares, euros o cualquier otro dinero foráneo. Hasta allí, era más la novedad de la medida y la incertidumbre generada alrededor lo que generaba más dolores de cabeza entre quienes se disponían a viajar al exterior. Obviamente, no faltaron  ni argucias, ni avivadas, de algunos empresarios que querían “aprovechar la situación”, trabajando con un cambio extra oficial (el llamado “dólar paralelo del turismo”). Después de dos semanas de “caos informacional”, tanto agentes y operadores, como los clientes, tenían un panorama más calmo para continuar viajando de la misma manera que lo habían hecho siempre.
Sin embargo, la tranquilidad duró hasta la semana pasada. Una nueva circular del Banco Central de la República Argentina informaba que, desde abril, sólo podrán retirar billetes en cajeros del extranjero aquellos que posean una cuenta local nominada en dólares.
Hasta el momento, quienes no habían podido hacerse con billetes de divisas en el país por impedimento de la AFIP, con una tarjeta de débito internacional (como Visa Plus) habían podido retirar dinero en el extranjero a través de cualquier cajero afiliado al sistema desde su cuenta en pesos alojada en Argentina. Esto resultaba fundamental para todos aquellos gastos que no pueden ser realizados con tarjetas de crédito, para el llamado, “dinero de mano”.
La autoridad monetaria difundió la Comunicación “A” 5294, dirigida a entidades financieras y casas de cambio. En la misma, informa que “se ha dispuesto” que desde el 3 de abril, “los retiros de moneda extranjera con el uso de tarjetas de débito locales desde cajeros automáticos ubicados en el exterior deberán ser efectuados con débito a cuentas locales del cliente en moneda extranjera”.
Como en los cajeros del exterior sólo puede retirarse moneda extranjera, la circular implica, en los hechos, que no podrán usar cajeros en otros países quienes no tengan fondos en cuentas que respondan a esos términos.
Es importante rescatar que el gasto total a octubre de 2011 realizado por el turismo emisivo argentino ascendió a US$ 2.400 millones, de acuerdo a datos publicados por el INDEC en la Encuesta de Turismo Internacional que mide el flujo y gasto llevados a cabo por el turismo receptivo y emisivo de Argentina.

Sin problemas en el horizonte
Pero el miedo a que el volumen del tráfico emisivo se viera afectado por las últimas medidas oficiales se vieron desestimados rápidamente por los diferentes empresarios del sector consultados.
Fabricio Di Giambattista, presidente de la Asociación Argentina de Agentes de Viajes y Turismo (AAAVyT) desechó ante Mensajero Turístico cualquier “miedo en particular al respecto” ya que considera que “no es una medida restrictiva que puede cercenar el poder viajar al exterior”.
“Hay una traba más, pero está pensado para otras cuestiones, no para perjudicar a quienes viajan al exterior. Sólo se lo puede percibir como negativo por el pasajero en una primera instancia, ya que cualquiera podría decir: ‘uh, un trámite más para hacer’, pero no por esto se va a frenar el turismo o va a tener implicancia alguna”, aclaró el empresario, aunque reconoció que, de todas maneras, la medida “podría ser más flexible”.
Para Guillermo Cedaro, gerente General de Ola Turismo, “ya pasó la tormenta”, a finales del año pasado. Esta nueva disposición, opina, “no repercutirá” en el turismo ya que “la gente va a seguir viajando porque tiene la posibilidad de seguir comprando dólares vía los canales formales o mediante la tarjeta de crédito, debitando al tipo de cambio oficial”.
Por su parte, Walter Rodríguez, socio Gerente de la agencia de viajes online, Viajobien.com, confía en que la medida no afectará el negocio de las agencias, ya que “a nivel turismo, la tarjeta de crédito tiene un gran uso en el exterior, pero no se podría decir lo mismo del retiro de efectivo”.
 “Que haya un límite no quiere decir que la mayor parte de los argentinos vayan y los retiren del cajero. Lo que pasó es que mucha gente que viajó al exterior, aprovechaba y sacaba plata, no sé si muchos o pocos, pero algunos lo hicieron. De esta manera, esto no es algo que afecte al turismo, porque no era plata que se destinara a la actividad”, detalló Rodríguez al ser consultado por este medio.
Además, el titular de Viajobien.com agregó que de acuerdo a su experiencia “no hay mucha gente que no pueda comprar nada de divisas extranjeras. El tema es la cantidad a comprar, pero si hablamos de ‘cash’ en el extranjero sumado al uso de la tarjeta de crédito, a lo que se puede acceder es una suma razonable”.

La importancia de informar

Tanto Di Giambattista como Rodríguez coincidieron en que aunque la medida no afecte directamente a la actividad, si es necesario “clarificarle la situación al pasajero”
El Presidente de AAAVyT cree que aún “hay cuestiones que hay que articular e informar bien al pasajero, por eso la entidad está emitiendo comunicados al respecto”.
“La persona que quería viajar y llevarse dinero al exterior, tenía que hacer el mismo proceso, pero desde una cuenta en pesos. Hoy lo único que cambia es la necesidad de tener una cuenta en dólares también, es un trámite más”, ejemplificó el titular de AAAVyT.
En esta misma línea, y para evitar que suceda lo mismo que en noviembre del año pasado, Walter Rodríguez también cree en la necesidad de comunicar los alcances verdaderos de la nueva medida. “La gente que no puede comprar dólares, por lo general, tiene problemas con la AFIP. Aunque sea algo claro, y no afecte a la actividad, hay que informar para que todos estén al tanto y evitar los malos entendidos”.

En limpio

Hay que tener en cuenta que la medida que desde abril pone en funcionamiento el BCRA va contra su pronunciamiento durante el mes de diciembre. En ese momento se había establecido que a partir de enero de 2012 quedaban fuera de validación de la AFIP los consumos realizados en el exterior con tarjetas de crédito y los retiros efectuados de cajeros fuera del país con débito a cuentas bancarias locales.
Así, los viajeros lograron libertad en el exterior para comprar, ya fuera con tarjeta de crédito, débito o efectivo extraído de cajeros, mientras que el banco debitaba el monto equivalente en pesos de una cuenta local, al cambio oficial, sin tomarla como una operación de cambio.
Ahora, a la hora de viajar, el turista deberá tener fondos en una cuenta en dólares, o bien llevar dinero extranjero en efectivo (en ambos casos será necesario que la AFIP controle y autorice la adjudicación de divisas) o utilizar la tarjeta de crédito que, por el momento, quedó fuera de la regulación. Las extracciones de este tipo, conocidas como “adelanto en efectivo”, tienen un interés del 20 por ciento anual en dólares.
Casi todos los consultados coinciden en que  esta medida está lejos de orientarse al sector turístico, aunque se vea involucrado, más por una cuestión meramente relacionada a lo más informal de la información, los rumores, supuestos y trascendidos, que por los efectos reales que pueda tener sobre la actividad.

Para nada negativa
Consultados sobre el impacto de las primeras medidas restrictivas para la compra de divisas sobre lo que fue la temporada alta, tanto Walter Rodríguez, de Viajobien.com, como Guillermo Cedaro, de Ola Turismo, coincidieron en la misma respuesta.
“Las primeras medidas no influyeron en nada. Incluso creo que nos benefició porque en agencias de viajes podés pagar en pesos. En cambio, la gente que se iba por su cuenta, y quería contratar servicios en el exterior, muchas veces tenía que irse con el efectivo encima. Así algunos directamente acudieron a la agencia de viajes”, contó Rodríguez.
A pesar de que con la primera medida restrictiva de compra de divisas extranjera estuvo “preocupado”, Cedaro explicó que la rápida respuesta y la transparencia frente a los clientes permitieron que la medida no los afectara. “En la temporada de verano crecimos un 60 por ciento en Rosario, lo que indica que las medidas anteriores no tuvieron efectos mayores”, reveló el empresario.



Vecino inquieto

Uruguay tiene una gran dependencia con respecto a nuestro país a nivel turístico. Por eso no es de extrañar que cada medida que se emite en Argentina, se haga un gran eco, a veces distorsionado, a veces no, el vecino oriental.
El Ministerio de Turismo uruguayo reportó en febrero un 27 por ciento de aumento en el ingreso de turistas respecto de 2011, pero el gasto de los veraneantes fue 28 por ciento menor que un año atrás. Algunos funcionarios han señalado que las raíces de las causas de este fenómeno en las restricciones que tienen los argentinos para la compra de moneda extranjera.
En este sentido, el vicepresidente de Uruguay, Danilo Astori, admitió ayer que la relación con la Argentina es “muy difícil”, y afirmó que “en los últimos tiempos han quedado de manifiesto dos enfoques totalmente distintos en materia económica, y particularmente en materia de relaciones en el proyecto de integración” regional.