Las huellas de San Martín
La cita del 21 de enero estaba pautada para que todos se encontraran en el refugio Barrancas Blancas, en plena cordillera riojana, a 600 kilómetros al noroeste la capital provincial, y a 25 del cruce internacional Pircas Negras.
Muchos fueron los que respondieron a esta cita ya que el objetivo del encuentro era poder llegar hasta los 4.000 msnm formando parte de la segunda edición del homenaje a la gesta auxiliadora encabezada por Nicolás Dávila y Francisco Zelada, en 1817, en el marco de la hazaña libertadora sanmartiniana.
La salida fue el sábado 22 de enero a las 9.30 de la mañana y con una temperatura de -5º partió la comitiva, que estaba compuesta por 120 mulas y caballos. La meta era el refugio de Comecaballos, 35 kilómetros Cordillera adentro. El rojo de los pañuelos federales, el color bordó de los ponchos y las flameantes banderas de Argentina y La Rioja completaron una paleta de colores que se modificaba a cada paso. La primera etapa duró cinco horas en las que transitaron entre quebradas, senderos sinuosos, montañas y el cauce de los ríos Salado y Blanco, los cuales estuvieron al lado de los aventureros.
Segunda etapa
El domingo 23 se vivió la etapa final. Partiendo desde el último refugio cordillerano, la caravana transitó siete kilómetros de una cuesta empinada, hasta el hito a 4.549 msnm, en el límite con Chile. Allí, las autoridades de La Rioja y Copiapó llevaron a cabo un acto recordatorio, en el que se homenajeó a la columna riojana que liberó al país vecino, con la toma de las ciudades de Huasco y Copiapó, bajo el mando del General San Martín.
Para esta segunda edición de la cabalgata histórica se preparó un amplio operativo de logística que involucró a 200 personas entre Gendarmería, Defensa Civil, Bomberos Voluntarios, Cuerpo Adiestramiento Policía Especial para alta montaña y personal de Salud, entre otros, y 50 vehículos.