La naturaleza como eje
Llegan a los alrededores de la capital emprendimientos que unen todo el confort y atención de un hotel cinco estrellas con el estilo de vida natural y lejos del ruido del centro que representan los countries. La primera muestra es el Sofitel La Reserva Cardales.
Hoteles de cinco estrellas sumados a un country a todo placer desembarcan en los alrededores de la ciudad de Buenos Aires. Desde el 1º de octubre recibe huéspedes La Reserva Cardales de la cadena Sofitel que se presenta como un Resort Country Club + Luxury Hotel.
Hace más de un siglo, la revolución industrial provocó una acumulación casi asfixiante, de personas en las ciudades. Pero como la historia de las sociedades suele ser cíclica, los habitantes de las grandes urbes ahora tratan de huir del cemento para vivir en la moda del siglo XXI: el country. Una vida cerca de la naturaleza, lejos del ruido de la ciudad, con una seguridad diferente y favorecida por las autopistas que acortan las distancias del campo y la ciudad.
Los hoteles de lujo se suman a este nuevo estilo de vida y en el marco de este fenómeno se instala el Sofitel Reserva Cardales. José María Candiotti, director de Relaciones Institucionales de Frali desarrollos inmobiliarios afirma: “este es un producto único en Argentina, una conjunción de diversos factores: un entorno natural único, con edificios aterrazados, golf, club house y 550 lotes. La idea es propiciar una convivencia y una sinergia entre el hotel y el country”.
Algunos detalles
“Sofitel La Reserva Cardales es el emprendimiento más importante de la marca en América del Sur; será el primer Resort – Golf – Spa – Convention Center de la región. Este emprendimiento único, que presenta un concepto innovador que fusiona la armonía del entorno natural con el lujo, es otra apuesta que la marca realiza en Argentina como parte de su estrategia de crecimiento y consolidación”, sostiene Marc Balanger, gerente General de Sofitel La Reserva Cardales.
Con forma de herradura, estos siete bloques que contienen a las 159 habitaciones del cinco estrellas, también ofrecen tres restaurantes, dos bares, salas de reuniones para 700 personas -aunque los responsables confirman que en un futuro próximo también estará disponible el centro de convenciones para 1.500 personas-, un spa de 1.500 metros cuadrados, un Kids Club para que los niños disfruten la estadía en un espacio ideado para su edad, una boutique, una biblioteca, una peluquería y hasta un restaurante especialmente diseñado con cocina light y cero por ciento, entre otras comodidades.
La arquitectura del lugar considera volúmenes amplios, por lo cual los techos de todos los espacios son muy elevados. En cuanto a la decoración es diferente en cada piso, pasando por la madera, el empapelado y el cuero unidos por el aroma a verbena y limón que identifica a la marca alrededor del mundo. Además hay grandes pinturas y murales con fotos de reconocidos artistas argentinos e internacionales, pero también los pasillos recuerdan a grandes escritores: Quino, con la adorable Mafalda, Julio Cortázar y Silvina Ocampo. La habitación más pequeña del hotel tiene 47 metros cuadrados pero también dispone de bungalows sobre la laguna que ocupa 20 hectáreas del predio, para tener una experiencia de alojamiento diferente.
Pero esto no es todo, ya que el complejo cuenta con 102 departamentos, de los cuales el 50 por ciento estará a la venta y el resto en alquiler; además de 557 terrenos con vista a la laguna y nueve residencias privadas con servicios propios. La comercialización ya está en marcha, con el objetivo de apuntar a un público de lujo que tenga la posibilidad de acceder a este tipo de emprendimientos.
Una reserva natural
Como mencionábamos más arriba, la vida en instalaciones de lujo se complementa con un paisaje rodeado de la belleza de la naturaleza. Este complejo se ubica en la Ruta Panamericana kilómetro 61, en una pujante zona del norte de la provincia de Buenos Aires, donde se viene registrando un boom inmobiliario, sobre todo basado en el emplazamiento de countries y barrios privados, como es Los Cardales, en el partido de Campana, en las cercanías del río Luján y de la Reserva Natural Otamendi.
Esta última representa un refugio para la fauna regional, ya que en sus 2.600 hectáreas, selvas ribereñas y bajos asociados al delta del Paraná, barrancas naturales y zonas más altas con los pastizales típicos de la pampa argentina, resguardan a animales en peligro de extinción como el ciervo de los pantanos, el lobito de río y el federal. En ese sentido, José María Candioti aclara que en la construcción de este complejo de lujo “se respetó la forestación del lugar y además se incorporaron 30 mil árboles”.
Algunas cifras