Para muchos fue una sorpresa, motivado por el bajo perfil con el que se manejó la cuestión. Pero hace escasos días (el 24 de noviembre para mayor precisión), fueron varios los medios que se hicieron eco de la noticia: “La Legislatura porteña sancionó una ley que regula el funcionamiento de los vehículos gastronómicos, conocidos como ‘food trucks’, en el espacio público de la Ciudad, y que en la actualidad sólo estaban habilitados para eventos privados”.
La iniciativa -he aquí una de los tópicos a tener en cuenta- fue una cruzada que encabezaron los diputados Francisco Quintana, del PRO, a la par (espalda contra espalda) de Inés Gorbea y Juan Nosiglia, de Suma+. Ambos frentes, cabe recordar, disputaron en las últimas elecciones la jefatura del gobierno porteño, la cual se terminó adjudicando Horacio Rodríguez Larreta por sobre el ahora embajador Martín Lousteau. 
Volviendo a la ley, según informó la web Labor Legislativa, en la sesión ordinaria se aprobó por 43 votos positivos, 7 negativos del Frente para la Victoria y los monobloques de izquierda y 2 abstenciones de los diputados Adrián Camps (PSA) y Gabriel Fuks (CNM). Del debate previo participaron Quintana, Gorbea, Camps, Fuks, Paula Villalba (PRO), Paula Penacca y Carlos Tomada (FpV), Alejandro García (PRO) y Maximiliano Ferraro (CC).
Pero la sanción es sólo el capítulo final de esta serie, que incluyó, entre otros condimentos, una encuesta por correo electrónico y la convocatoria en redes sociales a vecinos, para saber si aceptarían o no este tipo de emprendimientos gastronómicos en sus barrios. La iniciativa, que estuvo a cargo del área de Descentralización, obtuvo, sólo en el primer día, cerca de 40 mil participaciones y una aprobación del 84 por ciento. Los números hablan por sí solos. 

Lo fundamental de la ley
Según lo acordado, para obtener la habilitación del vehículo gastronómico y el permiso de uso se requerirá poseer capacidad suficiente para la elaboración de comidas y bebidas. Además, el interesado deberá ser responsable inscripto ante la AFIP, poseer libreta sanitaria y estar inscripto en la categoría correspondiente de Ingresos Brutos. Mientras que el personal contratado deberá poseer certificado de aprobación del curso de manipulación de alimentos, el cual es expedido por la Agencia de Control Gubernamental.
Será el Ministerio de Ambiente y Espacio Público -cartera que conduce Eduardo Macchiavelli-  el que fijará los lugares, días y horarios para el funcionamiento de estos vehículos gastronómicos. Asimismo, quedó taxativamente legislado que no podrán estar a menos de 200 metros de donde haya comercios fijos de expendio de comidas y/o bebidas, como restaurantes y bares. Esto último no es menor, ya que era uno de los principales reclamos de las Cámaras empresarias. 
En lo que respecta a los detalles más técnicos, de acuerdo al segundo artículo de la ley: “Se entiende por vehículo gastronómico a todo módulo que en su interior esté adaptado para la cocción, elaboración, preparación y/o expendio de alimentos y bebidas. El mismo podrá ser un módulo con motor incorporado o acarreado por motor”.
Los rodados, además, deberán cumplir con las disposiciones y requisitos establecidos en la Ley N° 2148 – Código de Tránsito y Transporte de la CABA-, como así también con las normas nacionales relativas a la inscripción de automotores armados fuera de fábrica
Se aclara, asimismo, que la elaboración de alimentos se permitirá “siempre que cumplan con lo dispuesto en materia de habilitaciones, higiene y seguridad alimentaria, debiendo contar el permisionario con el personal que haya realizado y aprobado el curso de manipulación de alimentos”.
En materia de prohibiciones, no podrán vender bebidas alcohólicas, tampoco estará permitida la publicidad sonora o visual que contamine el medioambiente, arrojar desperdicios o efluentes a la vía pública, el uso u ocupación de una superficie que exceda a la habilitada. Asimismo, deberán ofrecer productos para celíacos, diabéticos, alimentos y bebidas bajos en sodio, frutas y verduras.

Un coequiper clave
La Asociación Argentina de Gastronomía Móvil (AsArGaM) nació hace un año y medio. Agrupa a nivel país unos 200 emprendimientos y tiene filiales en Córdoba, Rosario, Mendoza, Tucumán, Misiones, Nequén y Buenos Aires. En Capital Federal y Gran Buenos Aires agrupa alrededor de 75 vehículos, que comprendería unos 50 emprendimientos. “Lo que hacemos es asociarnos”, contó Oscar Cortijo, propietario de Stick Station (fabrica y comercializa paletas heladas artesanales) y vicepresidente de la Asociación. Y sumó: “Hacemos colaboraciones entre nosotros con respecto a equipamientos, a necesidades, proveedores y demás”. 
Se trata de la única legalmente constituida, ya que están inscriptos en la Inspección General de Justicia como una Asociación Civil sin fines de lucro. “Agrupamos todo tipo de vehículos gastronómicos, ya sea de dos, tres, cuatro o más ruedas. Y no importa si tiene o no motor”.
Al respecto de la ley recientemente sancionada, Cortijo explicó que AsArGaM tuvo un rol  sumamente activo. “Se viene trabajando desde mucho, pero el laburo fuerte comenzó hace un año y medio”, relató y reconoció que los Diputados que encabezaron el proyecto “tuvieron el buen tino de consultarnos ciertas cuestiones”. 
Relató, además, que la ley viene a reflejar una tendencia que es mundial. “La tuvimos que adaptar a la realidad local”, reconoció y explicó que una de las mayores particularidades que se dan acá es que los vehículos para cocinar deben contar con un equipamiento electrógeno, a diferencia del resto del mundo, que utiliza gas. “Esto es por una normativa municipal y es algo que encarece mucho los costos”, admitió. Y ejemplificó: “Si bien hay distintos precios, el costo para iniciar un emprendimiento ronda los 400 mil pesos”.
Cortijo también aseguró que la idea es hacer una prueba piloto, para cuando la ley esté reglamentada (de acuerdo a los tiempos judiciales, habrá que esperar entre 60 a 90 días) y sortear unas 20 habilitaciones, para ver cómo es el funcionamiento. Desde su parecer, el fuerte pasa por ahí, por las habilitaciones, para de esa manera darle un marco legal. “Hasta ahora, los controles los hacíamos nosotros, porque no estaba legislado. A partir de la legislación, vamos a compartir el control con los del Gobiernos de la Ciudad”, confió. 
En cuanto al tiempo que demoró en ver la luz esta ley, el representante de AsArGaM reflexionó que, en parte, se debió a “las trabas de las cámaras gastronómicas”. También, consideró: “Varios nos toman como una competencia desleal, pero la realidad es que en la actualidad hay muchísimos emprendimientos gastronómicos fijos que tiene su propio food truck. Lo importante acá es que estamos avanzando en lo que nos propusimos.” 

¿Qué opina el otro lado del mostrador?
Con la noticia sobre la sanción estaba aún fresca, este medio habló con Roberto Brunello, presidente de FEHGRA, en el marco del Seminario sobre la Industria de la Hospitalidad, que se desarrolló en el Centro Cultural Kirchner. En referencia a la cuestión, aseguró: “Nosotros vamos en contra de la informalidad, tanto en la gastronomía y como en el alojamiento. Después, las modalidades se vienen, no estamos en contra de ellas, pero sí necesitamos que se regulen, porque si no estamos fuera de carrera de cualquier tipo de competencia. Así que esperemos que esto sirva”.
Otro de los dirigentes consultado al respecto, fue Camilo Suárez, máximo responsable de la AHRCC, quien se mostró en sintonía con lo planteado por Brunello. “Acá el rol del Estado es clave, porque este tipo de emprendimientos no tiene que interferir con el normal funcionamiento de la gastronomía”, planteó y amplió: “Si está mal reglamentado, le dará carta abierta a la informalidad”. 
Asimismo, aseveró: “Esta es una prueba de fuego para el Estado, para ver si puede o no cumplir efectivamente los controles”. Además, sintetizó: “La gastronomía tradicional no tiene miedo a competir, de hecho, pueden convivir con los food trucks, siempre y cuando las reglas de juego sean claras para los dos".


Un primer precedente
En septiembre de este año, el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba sancionó una ordenanza que autorizó el funcionamiento de los food trucks. Al respecto, el concejal de Juntos por Córdoba, Juan Negri, dijo a Cadena 3, medio local: “La aprobamos en el recinto luego de un trabajo de cuatro meses en distintas Comisiones”. 
También, manifestó: “Le dimos un marco legal a una actividad que venía funcionando en muchos lugares en formato de feria. Hay una movida emprendedora muy grande en Córdoba que venía pugnando por esta ordenanza”. Por caso, la ordenanza estableció, entre varias cosas, que los vehículos gastronómicos podrán elaborar y vender comidas en la vía pública y en espacios verdes públicos y privados, siempre que no interfieran en la circulación y que no operen a menos de 800 metros de un establecimiento gastronómico.