Con el fin de facilitar la negociación entre los sindicatos y las empresas de micros, la Secretaría de Transporte daría el visto bueno a una suba del 20 por ciento en las tarifas de larga distancia.
Esto sucede en puertas de las paritarias, donde los trabajadores de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) reclaman una mejora fija de 700 pesos hasta agosto, con retroactividad a enero. Desde allí, hasta fin de año, se sumarían otros 400 pesos. Por su parte, las empresas manifestaron que es imposible llegar a esos números.
Mario Verdaguer, presidente de la Cámara Empresaria de Larga Distancia (Celadi), dijo a El Cronista que el aumento de tarifas sería algo contraproducente ya que hoy la situación no es la mejor. “En la actualidad tenemos una ocupación promedio por viaje de 25 personas por micro, cuando precisamos 35 como para quedar hechos. Si subimos los precios no haremos más que complicar el panorama, ya que los viajes no forman parte de las necesidades prioritarias de la gente y, sin dudas, cortarían este gasto”, señaló el dirigente.
Además, la competitividad generada en el último año en el mercado aéreo, hace que los precios de los tickets de avión se acerquen cada vez más a los terrestres, y las líneas aéreas puedan ganarles una parte de la demanda a los buses.