Con el 18 de marzo en la retina –día en qué la AFIP determinó un incremento en las retenciones a cuenta de Ganancias o Bienes Personales que deben pagar todos los gastos que se hagan con tarjeta de crédito o débito en el exterior y las compras online de bienes tasados en moneda extranjera- y las elecciones Legislativas del 27 de octubre a la vuelta de la esquina, son varios los medios y actores de la economía nacional que comenzaron hacer futurología aplicada al Turismo.
Bajo la estimación que el faltante de divisas por el balance turístico rondaría a fin de año–según economistas especializados- entre los U$S 8700 y U$S 10.000 millones, circuló por diferentes medios de comunicación una serie de propuestas que alentarían a frenar la fuga de moneda extranjera con la mayor velocidad posible.
En este contexto, y siendo cada día que pasa vital dado que cada 24 horas los argentinos estarán llevándose un promedio de u$s27 millones en concepto de turismo, el Ejecutivo debe, además, resolver el proceso de deterioro en el que se encuentran las reservas del BCRA, las cuales, también, este año se ven perjudicadas por la faltante de divisas por la balanza energética que podría alcanzar los 7.500 millones de dólares.
Mientras tanto, un ¿inesperado? pico de demanda turística inundó el sector, y el boom de reservas y contrataciones de hoteles y pasajes tiene una explicación: miedo a que el Gobierno implemente más controles cambiarios para frenar la salida de dólares del país tras los comicios legislativos. Motivo más que suficiente, para que propios y extraños intenten adivinar el futuro de acuerdo a sus intereses.

Cada uno con su librito
Para frenar esta sangría de dólares, desde Casa Rosada continuarían poniendo el foco en el Turismo, dado que millones de argentinos están sacando rédito del atraso cambiario viajando al exterior, ya sea para hacerse con los billetes o mismo hacer compras con tarjeta de crédito al dólar oficial.
En efecto, el Gobierno evaluaría aplicar un tope al gasto con tarjetas de crédito realizado en el exterior, según una versión publicada por el diario Perfil. La barrera, de aplicarse esa medida, se impondría a partir de noviembre para garantizarle al Estado una contención a la salida de dólares del país, limitando los gastos de argentinos en el extranjero.
La idea que estaría bajo estudio es la de imponer un sistema similar al que rige en Venezuela, aunque la intención es que el tope promedio sea mayor a los u$s2.500 por año y no contemple el gasto del ticket aéreo.
Por su parte, desde Iprofesional advirtieron que el viceministro de Economía Axel Kicillof es el funcionario más entusiasta con la idea de desdoblar el tipo de cambio y fijar una cotización especial para la actividad turística.
De prosperar, los argentinos podrían acceder libremente a la compra de divisas estadounidenses, pero a un valor sustancialmente mayor que el actual, posiblemente ubicado en niveles cercanos al “blue”.
A su vez, desde el medio El Cronista indicaron que hay funcionarios que insisten con incrementar el recargo a las compras con plástico, monto que actualmente está en un 20%. La ventaja sería que correspondería a una medida de rápida aplicación y que no requiere de una nueva “ingeniería financiera”.
Sin embargo, Ricardo Echegaray, titular de la AFIP, días atrás ratificó públicamente que su organismo no tiene en estudio implementar ninguna medida que limite los gastos de argentinos en el exterior.

Hablar no cuesta nada…
Entre estas tres alternativas que se barajan desde los medios (cupos, desdoblamiento o suba del recargo), diversos analistas auto convocados advierten que algunas conllevarán más riesgos que otras.
Con el fin de moderar la sangría de reservas, banqueros y economistas opinaron en Clarín pronosticando que habrá más límites al turismo. “Los gastos con tarjeta no podrán superar más de 3 mil o 4 mil dolares por año”, dijo el consultor Orlando Ferreres; quien añadió: “Van a tener que hacerlo para llegar a 2015”. En tanto, Gustavo Cañonero, director del Deutsche Bank, predijo: “Después de octubre no veo ni un salto ni un desdoblamiento cambiario, estamos esperando más restricciones a la importación del turismo”.
En la misma línea, Carlos Melconian fue tajante: “El cepo fracasó. Ya no hay atesoramiento y giro de dividendos y sin embargo las reservas siguen cayendo”.
Por su parte, y consultado por Iprofesional Fernando Baer, director de la consultora Bconomics, comentó que una medida la de limitar las compras con tarjetas “debería ser instrumentada por el Banco Central y la AFIP; aunque podría terminar generando más problemas que beneficios, principalmente por su impacto en la cotización del Blue”.
Agustín Etchebarne, director general de Fundación Libertad y Progreso, concordó con que la fijación de cupos sería la medida con los mayores efectos negativos de todas. 
“La tarjeta es el instrumento más utilizado por los argentinos que viajan al exterior. Con lo cual, si se intentara limitar su uso, toda la presión se iría al paralelo, lo que generaría una mayor brecha y afectaría más al nivel de actividad”, alertó Gabriel Caamaño Gómez, economista del Estudio Ledesma.

Aclarando el panorama
“Desconozco las intenciones de aquellos economistas que con tal de criticar a la política económica del Gobierno terminan inventando cifras incorrectas sobre egresos de dólares atribuidos a Turismo cuando corresponde a actividades de e-commerce que nada tienen que ver con nuestra actividad”, enfatizó el economista Pablo Singerman.
En esta línea, remarcó que “por aquello que comunicaron los funcionarios nacionales no habrá ninguna decisión que complique el mercado de los viajes y flujos al exterior luego de las elecciones legislativas del 27 de octubre”.
A su vez, el encargado de dirigir el Observatorio Económico de la AAAVyT sostuvo que “a diferencia de lo que algunos medios han instalado respecto a que Turismo es uno de los culpables por la salida de dólares al exterior, el verdadero responsable son los gastos por e-commerce, pero por suerte los funcionarios han tomado nota”. Y agregó: “U$S 4500 millones del flujo de divisas por el balance turístico son atribuidos por tarjetas de créditos  por las ventas on line, que además no pagan impuestos y traen un perjuicio a la AFIP”.



Visión externa
“Las agencias de viajes argentinas están viviendo un pico de demanda para la compra de pasajes, hoteles y paquetes turísticos al exterior, ante el temor de que después de las elecciones del 27 de octubre el Gobierno decida encarecer los costos a quienes viajen al extranjero, para intentar frenar la salida de dólares.
“La mayoría de los clientes nos preguntan si tenemos alguna información y les respondemos que no, que son sólo rumores, pero todos llegan con la misma sensación: después de las elecciones van a hacer algo con el turismo”, sostuvieron de una agencia de viajes porteña; que estimó en las últimas semanas una demanda del 15% mayor a la del año pasado.
En tanto, algunas empresas quer comercializan viajes –especialcmente por Internet- alientan esta “psicosis” con promociones que vencen el 31 de octubre en las que se ofrece pagar en hasta 18 meses.
En esta línea, quienes compren sus paquetes antes de esa fecha sienten que están cubiertos ante nuevos recargos, más allá de que oficialmente no haya nada cierto. Actualmente, todos los viajes y paquetes al exterior se pagan en pesos al tipo de cambio del dólar oficial pero con un recargo del 20% (como anticipo de Ganancias); lo mismo sucede con los gastos con tarjeta de crédito.
Pese a la implementación de esta medida, los datos oficiales muestran que los argentinos siguen viajando fuera del país (un 10% más respecto al 2012, según el INDEC).
Empresarios turísticos aseguran que uno de los paquetes más demandados por estos días son los “all inclusive” ya que el comprador asegura el pago de pasajes, alojamientos y comidas todo en pesos y en cuotas. Además, si logra que la AFIP le autorice la compra de moneda extranjera al cambio oficial, se haría de divisas a buen precio que prácticamente no gastaría al tener todos los servicios ya pagos”.
Fuente: reportur.