El próximo jueves se reunirá un plenario de las comisiones de Legislación General, Turismo y Cultura, para emitir dictamen sobre el proyecto de ley que establece un nuevo cronograma de feriados, considerado muy importante por el sector turístico, que propone que se apruebe “cuanto antes”.
Así lo expresó en diálogo con Buenos Aires Económico el vicepresidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), Oscar Ghezzi, quien señaló que “estamos en contacto con los diputados, hemos hablado con los gobernadores y los legisladores por el tema de la ley de feriados para que cuanto antes pueda avanzar con el proyecto, que no es visto como una iniciativa de un partido sino como una propuesta beneficiosa para toda la actividad, que es una gran impulsora de la economía nacional”.
El directivo consideró que “esperamos que esta semana esté listo el dictamen y que se apruebe cuanto antes, para que tanto el sector empresario como el público en general puedan proyectar el año próximo, ya que cuando el turismo es previsible se puede ordenar con tiempo, hacer promoción, y toda la cadena del sector se ve beneficiada”.
La propuesta reordena los feriados anuales y eleva de 12 a 15 los de alcance nacional, incorporando los lunes y martes de Carnaval que fueran anulados por la última dictadura militar, así como también el 20 de noviembre llamado Día de la Soberanía Nacional, en recuerdo de la batalla de Vuelta de Obligado, en la que milicias criollas enfrentaron a fuerzas combinadas anglo-francesas.
Asimismo, dispone “días puente” para lunes o viernes cuando los feriados inamovibles caigan martes o jueves, con lo cual se extenderán esos fines de semana a cuatro días.
En tanto, se suma el 20 de junio (Día de la Bandera) a los feriados inamovibles, a pedido de la provincia de Santa Fe y de la intendencia de Rosario, de forma tal que las fechas anuales no trasladables alcanzan un total de diez.
Ghezzi informa que en Fehgra “nos da la impresión que va a incidir mucho en el turismo tanto interno como regional, porque hay ciudades importantes que se pueden disfrutar muchísimo en esos días por parte de quienes llegan desde países cercanos”.
El optimismo del directivo turístico se modera cuando se refiere a un proyecto de ley que prohíbe el trabajo los días domingos y feriados, estableciendo pagos extras para quienes realicen tareas esos días. Ghezzi agrega que “estamos peleando para que el sector gastronómico y hotelero no estén incluidos en el tema de los fines de semana, porque es una actividad que estuvo reglada desde sus comienzos”.
“Desde que Perón era secretario de trabajo que se impulsaron los convenios de gastronomía y hotelería con sus francos compensatorios respectivos. Esto forma parte del organigrama de nuestra actividad, que es la que atiende a quienes descansan y a quienes viajan los fines de semana; si impulsamos una ley de feriados para que se potencie la actividad, no es lógico incluirnos en lo de los fines de semana”, recalca el empresario.
No obstante, más allá del pedido empresario y el probable consenso que reúna la iniciativa sobre feriados, el verdadero obstáculo para su aprobación es la inestable situación política en la Cámara baja, que hace más de un mes que no logra concluir una sesión en el recinto. Es que a la estrategia del oficialismo de no sumar al quórum si no lo consigue la oposición, esta última responde con poco más que voluntarismo y declaraciones a los medios, pero no una estrategia unificada a pesar de contar en los papeles con una cantidad de legisladores que supera el quórum propio.
En este contexto se destaca la dificultad de consensuar un temario entre las distintas fuerzas, lo que complica el tratamiento tanto de los proyectos que interesan al oficialismo como los que quiere debatir la oposición. A tal punto que la idea esbozada apenas quince días atrás, de intentar fijar un cronograma de cinco sesiones antes del fin del período ordinario el próximo 30 de noviembre, ya se modificó reduciéndose a tres, una de las cuales estaría dedicada de principio a fin al Presupuesto 2011. Por lo que a pesar de las intenciones empresarias, la aprobación de la propuesta está hoy por hoy en duda, más allá de los consensos puntuales.