En el medio de debates pobres y vacíos de problemáticas estructurales, Mauricio Macri planteó que Aerolíneas Argentinas debería ser privatizada nuevamente. El matrimonio Kirchner no tardó en responder y defendió la estatización de la línea de bandera. De esta manera, quedaron plasmados dos modelos de gestión  para el futuro de un área estratégica en el Turismo nacional.     

A escasos días de las elecciones legislativas del 28 de junio, Mauricio Macri recomendó volver a la privatización de Aerolíneas Argentinas. Inmediatamente el Gobierno defendió la estatización y en la campaña se diferenciaron dos modelos y dos posibles futuros para la línea de bandera.

Lo de siempre. A días de las elecciones del 28 de junio las campañas abundan en improperios y denuncias cruzadas entre los candidatos, sin fundamento legal en muchos casos, y moral en tantos otros. Los debates, por su parte, ceñidos al timing televisivo, están gobernados por la tabla del rating y a la lógica del spot publicitario. De allí que los candidatos se dispongan frente a la cámara y viertan, en el menor tiempo posible, una cantidad inusitada de lo que debería hacerse para salir de tal o cual coyuntura pero sin abundar ni en el cómo ni en las cuestiones estructurales.
Hasta que apareció algo. La re-estatización de Aerolíneas Argentinas y Austral se metió de lleno en la campaña. Mauricio Macri, líder de Unión Pro y Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiró el primer guante. “Volvería a privatizar Aerolíneas Argentinas”, dijo. Con esto, no sólo hizo intervenir en el debate una discusión real y concreta que atañe directamente al sector turístico, sino que también inauguró un ejercicio de “sinceramiento ideológico”, algo que hasta el momento todos los candidatos se preocuparon por mantener bajo la alfombra. Por supuesto la respuesta del oficialismo no se hizo esperar. Fue el propio matrimonio Kirchner, quien le devolvió el golpe. La Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, respondió: “Hay algunos que obtuvieron una gran rentabilidad en la década de los 90 y están planteando la posibilidad de que la aerolínea de bandera regrese a manos privadas”. Néstor Kirchner, que hoy encabeza la lista del Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires, disparó: “La gente del PRO busca, con estas iniciativas, dejar a diez mil personas en la calle, y sin interconexión a otros miles de argentinos”.
Palabras más, palabras menos, el gran mérito de Mauricio Macri fue poner las cosas y los candidatos en su lugar. Por un lado, un modelo privatizador y por otro, un modelo estatista. Con sus ventajas y sus vicios, cada uno de los caminos hace a una cuestión estructural porque define el rumbo de las políticas a implementar. Aerolíneas Argentinas debe ser eficiente, más allá de quién sea el dueño. Sin embargo, que sea privada o pública determina y condiciona su razón de ser y su finalidad, de servicio público o de empresa privada.

¿Qué será de ti?
A la escisión que inauguró el Jefe de Gobierno porteño le siguió un derrotero de opiniones a favor de una y otra postura. Los que se pronunciaron son candidatos que, sin dudas, van a formar parte del renovado Congreso de la Nación luego de las legislativas del 28 de junio y, en muchos casos, son presidenciables de cara al 2011. Teniendo en cuenta que los designios de la línea de bandera dependen de una estructura que responde directamente al Ejecutivo nacional, el ropaje del próximo gobierno determinará el de Aerolíneas Argentinas. De ahí que este, para el sector turístico, no sea un dato más. Lo que cada candidato proponga para Aerolíneas Argentinas se verá plasmado en la actividad y jugará un rol preponderante en la economía del sector para los próximos años. Y la conectividad aérea se transformó en una de las variables más significativas para el éxito o el fracaso de cualquier destino turístico.
Privatizar
Mauricio Macri había considerado que el Gobierno debería reprivatizar Aerolíneas Argentinas, al advertir que la Casa Rosada no puede gestionar esa empresa “si no puede manejar lo que el Estado debe garantizar, como la seguridad, la salud, la educación y la justicia”. Para ampliar su postura y zanjar aun más sus dichos, el Jefe de Gobierno porteño agregó: “No estoy de acuerdo con las estatizaciones que se han hecho. Se están gastando cuatro o cinco millones de pesos por día para sostener Aerolíneas”.
Inmediatamente, Francisco de Narváez, primer candidato a Diputado Nacional en la provincia de Buenos Aires por Unión Pro, se encolumnó en la postura de su socio político y dijo: “La estatización de Aerolíneas Argentina fue un enorme error; sigue perdiendo plata todos los días”. Y añadió que la decisión tomada por la administración de Cristina Kirchner de volver a nacionalizar la empresa aérea “es un dolor de cabeza por delante”. “El Estado se ha hecho cargo de una empresa que traía una deuda de 600 millones de dólares. Todos los días sigue perdiendo plata y lo están tratando de disimular en la compra de aeronaves”, manifestó.

Estatizar
Luego de los dichos de Mauricio Macri, la Presidenta Cristina Fernández aseguró que el gobierno le puso “la tapa al modelo neoliberal” y criticó al Jefe de Gobierno porteño por haber propuesto la reprivatización de la aerolínea. Al respecto, advirtió: “Hay algunos que quieren volver al pasado, que andan diciendo por ahí que volverían a privatizar Aerolíneas Argentinas, o volverían a dar las jubilaciones al sector privado”.
De los sindicatos salió el principal apoyo a la postura oficialista y las respuestas más duras para la propuesta reprivatizadora de una parte de la oposición.
“Lo que dijo Macri es una clara demostración de su pensamiento neoliberal, con el que adhería a la segunda década infame que tuvimos los argentinos en los ’90”, afirmó el secretario General de la CGT, Hugo Moyano.
La Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), que nuclea a los pilotos de Austral, emitió un comunicado en el que repudia los dichos de Macri: “Apoyamos firmemente la decisión de nuestra Presidenta cuando envió el proyecto de recuperación de la empresa al Congreso. Por ello rechazamos y consideramos desafortunadas las declaraciones privatizadoras emitidas por el Sr. Mauricio Macri por considerar que atenta contra nuestra fuente laboral”, dice el comunicado.
En la misma línea de rechazo y repudio se encolumnaron la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), y la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA).
Quien se sumó a la polémica pero se diferenció tanto del oficialismo como del macrismo fue Alfonso Prat-Gay, primer candidato a diputado por la Ciudad de Buenos Aires del Acuerdo Cívico y Social. “Aerolíneas ya es estatal. No vamos a cometer el error de volver para atrás. La Argentina merece tener una línea de bandera pero tiene que estar administrada y controlada de manera transparente. No quiero que, ni el déficit ni los subsidios, los maneje el señor Jaime de manera totalmente arbitraria”, advirtió.

Las autorizaciones de Transporte

Air Pampas aún no consiguió la habilitación de la Secretaría de Transporte para iniciar sus operaciones de cabotaje. Un día antes de volar con destino a Trelew, Pluna se enteró de que no estaba autorizada por la cartera que pilotea Ricardo Jaime. Dos días después, Aerolíneas Argentinas cubrió esa ruta. TAM, por su parte, sigue sin conseguir el permiso para cubrir la ruta Córdoba-San Pablo.
En este marco de incertidumbre y suspicacias, el secretario de Transporte cargó sus tintas contra las aerolíneas privadas, en particular LAN y TAM a las que acusó de venir a la Argentina sólo para volar “destinos rentables”, sin preocuparse por el resto del mercado y las necesidades de comunicación del pa