También se invirtió en infraestructura privada como playas, paradores y nuevos formatos. Se inauguraron complejos importantes y se espera repetir este año con los indicadores.
La disyuntiva sigue siendo qué estuvo primero: el huevo o la gallina. El crecimiento exponencial que tuvo la inversión privada en Entre Ríos es producto de la gran demanda que experimenta el sector en todo el país; o bien porque se produjo una millonaria inversión en el sector turismo de Entre Ríos se incrementó la llegada de visitantes a la provincia.
Seguramente se trata de un proceso dinámico de la economía doméstica donde al interior se van anticipando algunas jugadas en el tablero mientras otros esperan que se muevan las piezas para pensar la estrategia.
Con todo, resulta sorprendente que las cifras oficiales aseguren que, en la provincia de Entre Ríos el sector privado turístico –con un sesgo conservador por naturaleza- haya realizado una inversión genuina que alcanzó los 250 millones de pesos durante 2010.
El número fue brindado por el secretario provincial de Turismo, Adrián Stur, quien aseguró que se generó durante el año anterior un incremento de la oferta de plazas que llegó a las 3.000 a partir de la creación de 1.500 nuevas habitaciones en hoteles de tres estrellas para arriba, con un concepto moderno y materiales de calidad; amplias y luminosas, de unos 20 metros cuadrados promedio, con plasma, aire acondicionado, sommier king, desayunador y en algunos casos también brindan almuerzo, personal especializado y piscina.
El funcionario explica que esa cifra corresponde sólo a la inversión privada y no incluye lo que el Estado provincial o los municipios invirtieron en accesos e infraestructura turística “que también es impresionante”.
De ese modo, la provincia mejora notablemente su oferta -10,5 % de nuevas plazas sobre las 31 mil actuales- para un turismo nacional que no para de crecer y donde Entre Ríos tiene los atributos de cercanía e inmediatez para el recuperado instinto aventurero de la clase media, como también de estar a mitad de camino con los grandes balnearios uruguayos y brasileros.
Así, se explica, la provincia está reprogramando el sentido de su estrategia y ahora quiere que los visitantes se caractericen por estar ubicados en el rango comprendido entre lo que sociológicamente se conoce como C2 y ABC1 (clase media alta y alta), ya que son los que más gastan cuando salen de vacaciones.
“El actual momento del sector requiere una puesta en valor muy importante y la respuesta en inversión es impresionante, con empresarios que están cambiando porque otros empresarios apuestan fuerte y entramos en un círculo virtuoso porque hay un poder adquisitivo más alto de la población y se decide invertir para aggiornar su complejo a las nuevas necesidades. Es innegable que hay una nueva demanda insatisfecha de Entre Ríos y a los grandes complejos que están llegando se le suma que aquellos que comenzaron con un hotelito familiar y hoy son una Pyme que da trabajo a 10 o 15 personas siente que no puede quedar atrás. El sector tiene un impulso genuino que se refleja en los números”, describió Stur.
-¿Y que hizo que un sector no tan osado, en una provincia de mediana atracción, se volcara a invertir tan fuertemente?- se preguntó al titular del área de la provincia.
-“Se advierte que empieza a ver un nivel de inversión externo importante que contagia. Pero además tenemos la Ley de Turismo que brinda certidumbre y un Plan Estratégico desde 2008 que nosotros nos encargamos que conozcan. Cada una de nuestras acciones va en el sentido de este plan estratégico y de un concepto de calidad. Aunque parezca increíble, Entre Ríos está aplicando calidad hace dos años con empresarios que se capacitan y mejoran su servicio a nivel de los mejores centros mundiales a partir de programas de la Cámara Argentina de Turismo y la Secretaría de Turismo de la Nación”-respondió.

La Provincia se encarga de explicar que si bien no se puede hablar de asfixia, la tasa de crecimiento del turismo en la provincia llegó un punto donde se logró conformar una masa crítica que hace piso y que permite recalcular el sentido y poner la proa hacia arriba, segmentando con campañas e infraestructura en un turista más desprendido, cuyo nivel de gasto se ubique algo más arriba de los 200 pesos diarios per capita que tiene de promedio hoy Entre Ríos.
“Apuntamos a ese target entre el Estado y los privados hace un tiempo y vemos hoy que se está redefiniendo la naturaleza del turista, y nos damos cuenta de este cambio porque los hoteles que primero se completan son los más caros. Hemos incrementado el nivel de gastos en 30 %, sin contar inflación. Este mercado es el que interesa a los hoteles más caros pero también a los nuevos formatos como cabañas de alto nivel y las casas que se alquilan en countries y barrios cerrados, que cuestan tanto como un cinco estrellas”, dice Stur, quien da cuenta que en la serie anual, existe el turista de carpa en verano que gasta 50 pesos por días y ya hay un 10 % del visitante que gasta 500 pesos por día en invierno.
En cambio, el turista eventual, aquel que está de paso y sólo se queda un día, tiene un promedio de gasto de 80 pesos diarios.
Interesa –agrega el funcionario- captar el profesional de mediana edad, con niños pequeños, y se va por buen camino. “Los números gruesos de 2010 nos marcan que el 60 % de nuestro turismo es la franja que va entre los 25 y los 50 años”.
Esto muestra que no interesa mucho el joven o adolescente y –si bien Colón y Concepción son dos plazas muy elegidas por ellos- las campañas les esquivan redondamente.
Si los números son estrictos, naturalmente que el impacto sobre el empleo es abrumador. Con semejante nivel de inversión en un sector de servicios que se mueve casi totalmente con la tracción humana, la mano de obra ocupada en los complejos se habrá incrementando notablemente. La cadena turística considera que, hoy, de cada 10 empleos que se generan en Entre Ríos tres son directos del sector, al tiempo que hay que sumarle otros dos vinculados indirectamente.
“El 50 % del nuevo empleo está vinculado al turismo y recién estamos comenzando a trabajar bien en este punto. El caso de Victoria es emblemático: el Hotel Sol Victoria emplea a 90 personas directas con casi la totalidad de chicos de la ciudad que ya están ocupando cargos gerenciales y el complejo Termal otros 40. El turismo prácticamente eliminó la desocupación en esa ciudad”, se ufana el funcionario que mantiene el cargo que inició con el anterior gobierno de Jorge Busti, un caso no tan común en los arrabales de la fragmentada política entrerriana.
Para terminar, arroja una predicción como una profecía autocumplida: “Si se repiten estos números en 2011 tenemos que estar más que satisfechos, pero me parece que lo vamos a superar”.

Inversiones emblemáticas
Cuando se le pregunta a Adrián Stur cuáles son las inversiones que más impactaron para llegar a los 250 millones se adelanta a aclarar que no toda la inversión es en hotelería y que un 30 % corresponde a playas, paradores e infraestructura turística privada, y que “casi todos los complejos, incluso los más chiquitos hicieron una fuerte inversión de acuerdo a su escala. El 35 % del número global es reinversión”, dice.
Sin embargo, enumera algunos proyectos ya en marcha y otros a punto de concluir sus procesos que se presentan como hitos de la recuperación de la inversión privada entrerriana.
Entiende Stur que el Complejo Termal de Victoria, que se inauguró en diciembre, marca el gran salto conceptual de Entre Ríos; se inauguró un parador de cuatro estrellas sobre la Ruta 14, pegado a un molino “que es una belleza”; fuerte impulso con la inyección de fondos recibió el complejo termal de Colón; un hotel cinco estrellas de la Unión Obrera de la Construcción que está muy avanzado; un hotel cinco estrellas con sala de convenciones ubicado entre San José y Colón; en tanto que para 2011 se espera el anuncio del sindicato Luz y Fuerza que busca locación para un cinco estrellas; un eco-hotel que empieza este año a construir uno en la zona de Colón y otro en una isla privada en Concepción del Uruguay. “Ambos tienen todas las características vinculadas con la naturaleza, con tratamientos de efluentes, energía solar, y optimización de recursos, como el emprendimiento de San José –certificado con ISO 14.000- que tiene normas de calidad para playas y baños y ya están alimentando el complejo con energía lograda de gas metano del desperdicios del propio complejo. Para este año hay muchos complejos de este tipo. Nuestro plan estratégico es sustentable, económica, ambiental y culturalmente y evaluamos los proyectos en función de estas tres cosas ya que vendemos un turismo vinculado a la naturaleza y la cultura&rd