Más de 18.000 espectadores acompañaron a las agrupaciones de carnaval Kamarr, Marí Marí y Ara Yeví, con entusiasmo, palmas y el cuerpo en movimiento, durante una noche iluminada por el Dios Momo, que logró despejar el cielo de las nubes amenazantes que cubrieron la tarde.
Durante más de una hora cada comparsa recorrió a paso lento los 500 metros del extenso Corsódromo construido en la vieja estación de esta ciudad entrerriana que vibra cada año durante enero y febrero al son de los acordes del carnaval.

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