Es cosa de grandes
En los últimos años ha ido en franco aumento el número de turistas que optan por paquetes de vacaciones “Sólo para Adultos”. De esta manera, parejas y mayores de edad, o solos y solas, pueden disfrutar de su tiempo libre sin preocupaciones y/o realizando actividades que de otra manera sería imposible que llevaran adelante si en el mismo espacio hubiera niños pequeños.
Producto de moda en 2011 -entre otros-, el turismo para adultos además es una tendencia a mediano plazo, que se fundamenta en los consecuentes cambios sociales, demográficos y culturales que hacen a la demanda turística. El segmento de quienes están dispuestos a pagar un precio extra para disfrutar de un espacio sin niños crece cada vez más.
Varias cadenas hoteleras alrededor del mundo ya explotan esta fórmula de “Sólo adultos”, mientras que los espacios de ocio exclusivos para adultos también ganan peso en cruceros y oferta complementaria.
Falta respeto
Aunque a primera vista puede parecer una movida arriesgada el no admitir menores en hoteles, restaurantes o cruceros, ya que se deja de lado una parte importante del negocio en el turismo, las familias, una de las ventajas económicas del “Adults Only” para el empresariado turístico, es que por tratarse de un servicio de mayor exclusividad, se vende a un precio superior a la media.
Los cambios que se han producido a nivel social en las últimas décadas, que han otorgado mayores libertades a los menores ante un contexto que es más permisivo fomentan esta demanda de adultos que desean pasar sin sobresaltos sus momentos de ocio en el año, sus vacaciones.
En este sentido, Albert Llorca, especialista en Sociología del Ocio y Psicología del Turismo de la Universidad Autónoma de Barcelona, explica que la demanda por paquetes de “Adults only” irá en constante alza porque “falla la educación de los niños”
Además, esta creciente modalidad permite el desarrollo de actividades sin tapujos que con la presencia de niños serían imposibles de desarrollar por parte de adultos y parejas: desde ejercicios sensuales, pasando por bailes exóticos, clases de striptease, e incluso concursos de pintura en el cuerpo, sólo por cit