El patrimonio arquitectónico es el otro gran atractivo de Mar del Plata
La ciudad de Mar del Plata se constituye dentro del territorio argentino como una de las siete urbes más importantes del país y el balnearios más visitado de la Costa Atlántica.
Con actividades y atractivos turísticos que se disfrutan durante todo el año, recibe cada verano a miles de turistas de todo el mundo por su amplia agenda cultural y variedad de playas, así como sus infinitas propuestas nocturnas y circuitos de aventura.
En esta temporada de verano, la ciudad incorporó a los tradicionales atractivos turísticos un nuevo circuito cultural y arquitectónico que recorre más 300 construcciones, a través de las cuales el público descubre la historia local.
Un itinerario temático que se remonta al siglo pasado y revela los pasos dados por numerosas familias aristocráticas de la sociedad argentina que en lugar de viajar a Europa comenzaron -a principios del 1900- a construir sus casonas de veraneo en la costa de Mar del Plata.
Se trata de residencias y villas de gran porte, hasta donde incluso se trasladaban junto a todo su personal doméstico. Un conjunto de edificaciones que fueron declaradas Bienes de Interés Patrimonial.
Las construcciones de ese entonces, a las que se suman también antiguos templos, definieron el estilo arquitectónico de la ciudad. Si bien la mayoría fueron levantadas con materiales traídos especialmente desde Europa (Francia e Italia), muchas de las villas conjugan productos locales, entre los que se destacan la Piedra Mar del Plata, así como diversos tipos de maderas, tejas y cerámicas. Un estilo que hoy se conoce como “chalet” marplatense.
Circuitos arquitectónicos
El Circuito Centro se concentra en el Barrio La Perla y puede realizarse a pie, debido a la corta distancia que existe entre las construcciones. Una de las visitas recomendadas allí es la Capilla Santa Cecilia, declarada Monumento Histórico Nacional y mojón para el trazado de la cuadrícula original de la ciudad.
Además, se suman al circuito del centro la Catedral de los Santos Pedro y Cecilia; varias villas y residencias con rasgos de estilo europeo y neocolonial; y el Instituto y Oratorio de la Inmaculada Concepción Saturnino Unzué, erigido en 1910 bajo el estilo “art nouveau”.
El Circuito Casino-Torreón del Monje-Stella Maris es un recorrido que también se realiza de a pie a través del boulevard Patricio Peralta Ramos que desemboca en el Complejo del Casino y el Hotel Provincial, obra del arquitecto Alejandro Bustillo. Desde allí, se accede a las esculturas de los lobos marinos y su extensa rambla, una de las postales más famosas de Mar del Plata.
El camino continúa luego por el Torreón del Monje, un obra de gran valor construida en 1904, y la Villa Unzué de Casares, de 1930, ambas convertidas en establecimientos gastronómicos.
Por la calle Alvear se llega hasta Villa Blaquier y Villa Ortiz Basualdo, donde hoy está el Museo Municipal de Arte Juan Carlos Castagnino con sus pinturas, grabados y fotografías.
Finalmente, merece una visita la Capilla Stella Maris, virgen del mar y protectora de los pescadores, la cual conserva su estilo neogótico. En la misma zona, se encuentra también la Torre Tanque, y más cerca de la comercial calle Güemes están Villa Magnasco, Villa Tur y la Casa Riglos.
El Circuito Barrios Divino Rostro-Los Trocos-Playa Grande es recomendable hacerlo en vehículo y se concentra en las zonas consideradas más elegantes y tradicionales de Mar del Plata. Un recorrido que conjuga la arquitectura fundacional con otras obras de diseño moderno.
La primera parada se realiza en la Capilla Divino Rostro, dentro del barrio homónimo, para continuar luego por tres grandes residencias: Villa Emilio Mitre, donde funciona un Museo y Archivo Histórico; Villa Victoria Ocampo, actualmente un centro cultural; y Villa Silvina, donde funciona un colegio privado en la que fuera una propiedad de los escritores Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo.
El itinerario se traslada luego hasta Urquiza al 3.400 donde se encuentra la “Casa de los Troncos”, una vivienda de influencia suiza que impuso el uso de la madera hachada en numerosas casonas de la zona y dio nombre al mismo barrio.
El circuito continúa por el Golf Club Mar del Plata, más conocido en el ambiente deportivo como “la Catedral del Golf”, por tratarse de uno de los más importantes edificios del siglo XX, erigido bajo un estilo habitualmente utilizado para clubes sociales y deportivos de la aristocracia inglesa. Y culmina por el boulevard Patricio Peralta Ramos en dirección al centro de la ciudad, donde se encuentran numerosas residencias y chalets como Villa Varese.