El sol brilla todo el año en la Florida, de allí que los deportes al aire libre encuentren aquí su máxima expresión. Uno de los que más se ha desarrollado es el golf y los visitantes podrán disfrutar de su actividad preferida en algunos de los mejores campos de golf de todo  el país.
Uno de ellos es el Crandon Golf, un campo municipal ubicado en Key Biscayne, es un lugar de una serenidad increíble sólo a 10 minutos del centro de la ciudad de Miami. A cada paso, hay agua, manglares y vegetación tropical, además de presumir de ser el único en América del Norte que cuenta con una laguna subtropical. Crandon fue diseñado en 1972 y en él se llevó a cabo el Senior PGA Tour (el actual Champions Tour) durante 18 años.
Las tarifas varían de acuerdo a la temporada, pero bien vale la pena el viaje.
Lo mismo se puede decir del North Palm Beach Country Club, construido a finales de la década de 1920 y restaurado por Jack Nicklaus en el 2006, quien por ser vecino del lugar desde hace décadas, cobró un dólar por esa tarea.
El campo está justo al lado de la carretera U.S. Highway 1 y cuenta con una vista fabulosa de la laguna Lake Worth. Esta cancha no es precisamente sencilla pues los tees de más atrás se extienden hasta casi 7100 yardas. Las tarifas varían según la temporada y los visitantes pueden jugar por menos de U$S100 en la temporada alta.

Un lugar especial
Dos horas al sur de Tampa, por la costa oeste de la Florida, se encuentra Gasparilla Island, uno de los lugares más bonitos del Estado, y de todo el país. Es una isla barrera que ha puesto resistencia al crecimiento desenfrenado común en muchos lugares de la Florida, un lugar donde no sólo han preservado sino que han perfeccionado la vegetación natural y el ritmo relajado cotidiano.
No es de extrañar, entonces, que el campo de golf del Gasparilla Inn iguale el encanto y la elegancia de su homónimo, Gasparilla Inn, un hotel que tiene 104 años.
Además de su ubicación, uno de los componentes más destacados del diseño es su belleza. El campo siempre es de un verde intenso gracias al uso de un tipo de hierba que crece bien en lugares costeros y que, gracias al contraste con el bello azul del cielo y el intenso azul del puerto Charlotte, evoca un paraíso tropical salpicado de palmeras y áreas salteadas de suave arena color crema.
En los greens, las calles y el rough, la hierba es tupida y muy verde. La pelota descansa invitadora sobre la hierba de la calle. Es difícil encontrar nada que no sea una configuración excelente en las amplias calles. El rough, claramente demarcado de la calle, tiene un frondoso follaje un poquito más alto que el de la calle.
El campo de 18 hoyos, par 72, se extiende un poco más de 6800 yardas. No es inmenso para los estándares del 2016, pero hay poco rollout de los golpes de modo que se aprovecha en toda su extensión. Habiendo aclarado esto, las condiciones climáticas en el área de Boca Grande son ventosas la mayor parte del año y, sin que sea necesario decirlo, el viento puede cambiar dramáticamente la naturaleza de este campo en vista de los abundantes obstáculos de agua y las trampas diestramente ubicadas.
Además del puerto Charlotte, que bordea varios hoyos por los nueve de atrás, el campo cuenta con estanques, embalses y canales, todos los cuales pueden jugar un papel, y más aún dependiendo de la dirección y la intensidad del viento.
También hay mucha arena. Hay bunkers de transición, en las calles y por los lados del green, y pequeños bunkers expertamente ubicados tal como si protegieran el green pero que pueden devorar un golpe que esté ligeramente fuera de la marca.

Lluvia de elogios
El Riverwood Golf Club en Port Charlotte, a dos horas al sur de Tampa, ha sido reconocido muchas veces como uno de los mejores del Estado. Durante los últimos 15 años, este campo de 18 hoyos, par 72, fue elogiada por las revistas GolfAdvisor.com, Golf Week Magazine, Golf Digest y otras por su diseño, los desafíos que presenta y su belleza natural. Incluso la revista Golf for Women Magazine lo clasificó en el 2001 entre los mejores 100 “campos accesibles para mujeres en Estados Unidos”.
El campo ofrece una serie ininterrumpida de preciosas vistas. Uno de sus logros principales es que en algunas partes apenas se ven las casas. Da la impresión de que se usó directamente la vegetación salvaje natural para tallar algunas de las secciones del serpenteante diseño.
Riverwood atrae a jugadores con diferentes niveles de habilidad. Con cinco tees diferentes, el campo se puede extender a más de 7000 yardas o recortarse a 4600.
Los pintorescos 9 hoyos delanteros serpentean a través de un bosque tupido que incluye robles, pinos, palmeras y vegetación natural. El resultado es una trayectoria desafiante pero muy agradable a la vista.
Por lo general, los greens son grandes con muchos contornos, relativamente rápidos y siempre están en muy buenas condiciones.
Riverwood también cuenta con una gran variedad de bunkers, desde los estratégicos y ocasionalmente intimidantes por los lados del green, hasta los bien ubicados en la calle y los voluminosos de transición a lo largo de largas extensiones de calle. Todos tienen una base firme con suficiente arena, lo que hace que sea muy fácil jugar en ellos.
Al igual que muchos otros campos de la costa suroeste de la Florida, el viento puede hacer desastres en Riverwood, y convertir lo que parecía ser un fácil par 4 en un monstruo sin par.
El campo ofrece un amplio y bien cuidado green de práctica, áreas para hacer chip y búnkers de práctica. El equipo de instructores profesionales de la PGA da clases.