Cristina Fernández de Kirchner se mostró dispuesta a dialogar con todos los sectores de la economía, aunque subrayó que "la práctica de acatar la conciliación obligatoria" no se discute, en un mensaje dirigido al gremio aeronáutico APTA. Al cerrar la 17 Conferencia Anual de la Unión Industrial Argentina (UIA) en Puerto Madero, Cristina advirtió incluso acerca de los conflictos "intrasindicales" que afectaron recientemente las operaciones de las empresas Aerolíneas Argentinas y Austral.

La jefa de Estado dejó en claro que las conciliaciones obligatorias que establece el Ministerio de Trabajo en medio de disputas que involucran a gremios no se negocian, después de que de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) desoyera este mes un dictamen de esas características. Esa postura de APTA, que tiene como secretario general a Ricardo Cirielli, duro crítico de la gestión que lidera Mariano Recalde al frente al tándem estatal Aerolíneas y Austral, el Gobierno recurrió a la Justicia para solicitar que se suspenda la personería gremial de esa entidad.

Las advertencias hacia los sindicalistas llegaron cuando promediaba el discurso de la mandataria en la Conferencia de la UIA: "Nadie puede honestamente decirle a esta Presidenta que no defiende los derechos de los trabajadores", planteó. "Uno puede ser dirigente sindical y gritar toda la vida. Yo, sin ser dirigente sindical, soy trabajadora de toda la vida y tengo pergaminos suficientes para decir que siempre voy a estar del lado más vulnerable", remarcó. De inmediato, sostuvo que "el conflicto laboral siempre fue entre la patronal y el obrero" y agregó: "¿Quién puede poner en duda el derecho de huelga?". "Pero últimamente asistimos a prácticas en las que los conflictos no son con la patronal o con el Estado, sino intrasindicales", dijo Cristina, después de que el Gobierno instara a los gremios aeronáuticos a suavizar sus disputas y colaborar con la recuperación de Aerolíneas. "Cuando el conflicto se da entre sindicatos porque se tironean trabajadores, no podemos hablar de conflicto laboral, son conflictos sindicales", exclamó Cristina, visiblemente molesta. Por último, subrayó: "Siempre van a poder hablar conmigo. Pero cuando hablemos de economía, voy a hablar con números".