La Semana Santa tucumana no podría haber resultado más auspicioso desde el punto de vista turístico, a juzgar por los números que arrojan las mediciones de ocupación hotelera realizadas a nivel nacional en las horas previas al fin de semana largo. Según Fedecámaras, entidad que nuclea a los comercios minoristas de la República Argentina, nuestra provincia supera la media nacional de reservas de alojamiento, ubicándose en torno al 95 por ciento. El promedio nacional es de 90 por ciento y otros centros turísticos habitualmente atrayentes en estas fechas, como Buenos Aires, Mar del Plata o Córdoba, se acercan forzadamente al 80 por ciento.
No cabe duda que el clima privilegiado de la provincia, acentuado en esta época en que el calor comienza a ceder ante el avance del otoño, sin que eso implique bruscos descensos de la temperatura, tiene mucho que ver en que Tucumán sea elegida por quienes se movilizan aprovechando las mini vacaciones. Si a esto le sumamos los numerosos eventos invariablemente emparentados con los íconos de paisajes, historia y religión que caracterizan al Jardín de la República, organizados por el Ente Tucumán Turismo, la fórmula resulta infalible: todo un menú de actividades al alcance de la mano.