Mariano Recalde, actual presidente de Aerolíneas Argentinas, le adelantó a la próxima gestión que "quedan muchísimas cosas por hacer, más que nada con el crecimiento". Asimismo, resaltó: "Les dejo una empresa ordenada, mucho mejor que la que me tocó a mí", y pidió a la próxima administración que "siga haciéndola crecer, y que deje las cosas mejor que cuando empezó".
Ante la posibilidad de una privatización, se mostró escéptico: "No me lo imagino. Yo creo que el pueblo no aceptaría algo así. Privatizarla significaría que un empresario decida sacarle ganancias, y eso implica despedir gente y dejar de conectar muchos destinos, lo que contribuiría a aislar al país del mundo, y también a destinos dentro de Argentina. Sería muy perjudicial para el país, sobre todo para los pueblos que viven del turismo".
Los números que deja Aerolíneas
"Cuando llegamos el déficit diario operativo era de tres millones de dólares, y fuimos reduciendo el déficit a medida que aumentaban las ventas mucho más rápido de lo que aumentaban los costos. Tanto se trabajó que en este 2015 cerramos con 300 mil dólares de déficit", comentó Recalde. En conclusión, la aerolínea de bandera redujo diez veces su déficit desde el comienzo de la gestión.
Finalmente, el funcionario enfatizó en que "hay que seguir", y poner foco en continuar con el plan de flota que llega al 2019 con 90 aviones. "Todo eso hay que acompañarlo con crecimiento de estructura, porque Aeroparque no da abasto", añadió.
"Este crecimiento cuantitativo y cualitativo de mejorar la conectividad en cantidad de vuelos, pero también en servicio, nos generó muchos más ingresos, el doble de cuando entramos. La diferencia entre costos e ingresos hoy es casi equilibrada, nos falta un poquito. En este año vamos a facturar 2 mil millones de dólares, y el déficit va a ser menor a 200. Nos falta un 10 por ciento más de recaudación", completó Recalde, quien abandonará el cargo apenas comience el Gobierno de Mauricio Macri.
Cara nueva: quién es Costantini
Tiene 44 años, y es brasileña hija de argentinos.
A los 26 años, tras obtener un MBA en Estados Unidos, Costantini entró a General Motors, en el área de Marketing y Ventas en Brasil, donde desempeñó varias funciones.
Más tarde, asumió como gerente de una planta de pick-ups en Texas, tras lo que volvió a Brasil, donde fue gerente de Programas y luego pasó a investigaciones de mercado.
Tiempo después ascendió a directora de Planificación de Producto y Estudios de Mercadeo y fue nombrada directora regional de Posventa y Servicio al Cliente. Allí estuvo hasta que le ofrecieron la presidencia de General Motors en la planta de Argentina, que consiste tanto en supervisar todo el día a día que implica la producción de los productos de General Motors en la planta de la Argentina, como proyectar el futuro de la empresa.
Además, es presidente de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), cargo para el cual fue reelecta hace dos semanas.
Cabe mencionar que, en 2013, incluida en una lista de las 50 mujeres más poderosas del mundo de los negocios, según la revista Fortune.
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