Seis gremios aeronáuticos dieron a conocer un comunicado en el cual manifestaban su preocupación con respecto a la situación de los cielos argentinos. Con Semana Santa a la vuelta de la esquina, se avecinan días a pura turbulencia.

Con la intención de “analizar el cuadro de situación de la política aerocomercial en nuestro país”, los gremios APA, APTA, UPSA, APLA, ATCPEA y UALA mantuvieron hace poco días un encuentro, del que se desprendió un comunicado contundente, en el que se declararon en “estado de alerta y movilización” ante la situación que se está viviendo. “En un momento en que el gobierno nacional promueve el ingreso masivo de empresas aerocomerciales, varias low cost, como Flybondi, la cual presta un servicio deficiente y operativamente temerario, con el fin real y último de flexibilizar nuestro mercado laboral, quebrantando convenios laborales y devaluando normativas de seguridad, para potenciar la rentabilidad de quienes controlan este negocio aerocomercial”, arranca el documento que dieron a conocer, y que prendió las alarmas ante una nueva Semana Santa.

A diferencia de lo que venía ocurriendo, 2018 comenzó con una llamativa tranquilidad. Mucho más si se lo compara con el cierre de 2017, cuando los cinco gremios que representan a los trabajadores de Aerolíneas Argentinas y Austral reafirmaron su rechazo a la oferta de la empresa de una recomposición salarial del 16 por ciento. “Para los que siempre dicen que tomamos como rehenes a los pasajeros, si los hubo fue por culpa de la empresa, nosotros avisamos con tiempo. No tendría que haber ni un pasajero afectado”, afirmaron en aquel entonces, cuando la puja estaba en su punto más candente.

Retomando el comunicado actual, los firmantes sostuvieron que “la política aerocomercial actual está sacrificando condiciones laborales, salarios y seguridad operacional aérea en pos de la codicia de un grupo de empresarios”.

Luego, hacen hincapié en Aerolíneas Argentinas y Austral. “Se levantaron rutas internacionales históricas, como Barcelona, y al día de la fecha no existen definiciones al respecto de la nueva flota internacional que se incorporará, ni de los aviones que reemplazarán a los Embraer 190 de Austral”, afirmaron.

Y agregaron: “Se le reducen año a año drásticamente sus subsidios, aunque provincias y municipios se los otorgan a empresas extranjeras; se autorizaron decenas de nuevas empresas a transportar pasajeros desde el interior del país al exterior, y a otras tantas aéreas se le otorgaron rutas que se superponen con las de cabotaje e internacional de ambas líneas aéreas públicas, quitándoles mercados e ingresos; no se conocen sus balances de 2016 ni de 2017, ni tampoco, lo más importante en cuánto redujeron sus déficits operativos y aumentaron sus ganancias desde enero de 2016, lo cual el Ministerio de Transporte oculta difundiendo permanentemente cifras insustanciales por sí solas, como lo son la cantidad de pasajeros que se transportan”.

No sólo es AR

En relación al Grupo LATAM en Argentina, coincidieron: “Está empeñado en aumentar sus ganancias a expensas de las conquistas laborales acordadas y estipuladas a través de muchos años, en los Convenios Colectivos de Trabajo de sus trabajadores”.

Asimismo, sumaron: “Se están impulsando la modificación de las Reglamentaciones Aeronáuticas Argentinas -aunando fuerzas con el Ministerio de Transporte y la ANAC- para socavarlas con el solo fin de incrementar su lucro empresarial. Sin importarle que al hacerlo, están degradando los altos estándares de seguridad aérea que históricamente existieron en la Argentina”.

Y concluyeron que “utiliza la extorsión con sus trabajadores para concretar su plan, amenazándolos con seguir levantando rutas y escalas (continuar perdiendo puestos de trabajo como ya sucedió con los destinos de San Juan y Bahía Blanca), si no entregan sus derechos laborales adquiridos, incluso, los establecidos en las normativas de seguridad aérea existentes”.

El futuro: Semana Santa

Con la festividad a la vuelta de la esquina, se puede conjeturar que será ese el momento para presionar al gobierno. Se sabe: económicamente, es uno de los feriados más importantes del año en los que más se puede llegar a recaudar. El final del comunicado no es del todo preciso en esta cuestión, pero tampoco es categórico y deja una o más puertas abiertas. “Por lo expuesto, los gremios unidos se declaran en estado de alerta y movilización. Con lo cual realizarán todas las medidas sindicales necesarias para solucionar los graves perjuicios que la actual política aerocomercial está creando a los intereses nacionales, los derechos de los trabajadores aeronáuticos y la seguridad operacional aérea Argentina”.

Hasta el momento, hay pocas certezas de cara a lo que vendrá. Por lo pronto, se sabe que APLA, comanda por Pablo Biró, tomará cartas en el asunto, con una acción que afectará, en principio, sólo al Aeroparque Jorge Newbery. Sin embargo, es probable que se extienda a Ezeiza y a los principales aeropuertos del país, de acuerdo a lo que el gremialista expresó públicamente. “Cada sindicato definirá la intensidad y qué día efectuará la medida de fuerza. Esto se enmarca en la serie de medidas que tenemos pensado llevar a cabo para exponer cómo se están perdiendo puestos de trabajo y se está afectando la operación de las compañías nacionales. Nosotros decidimos llevar adelante medidas de alta intensidad”, afirmó Biró.

Aunque no descartó la posibilidad, Marcelo Ullrich, de UPSA, no confirmó que sus representados vayan a realizar medidas de fuerza. “Los sindicatos de la aviación queremos seguir teniendo cielos seguros, no tenemos aeropuertos secundarios, hay una deuda de 30 años con la aviación aerocomercial argentina, falta infraestructura y acá se pretendió hacer un negocio que siempre es para los amigos”, planteó ante la prensa. “El Estado le ha errado en la política que está aplicando, estamos totalmente convencidos que va a terminar en un gran colapso, que ya por una parte lo es, porque hay un colapso judicial, esto está judicializado por todos lados”, agregó.

Consultados por este medio, tanto desde APA como de UALA afirmaron que, “por el momento”, no hay ninguna medida prevista para la semana que viene, confirmando así los dichos de Biró: “Cada sindicato definirá la intensidad y qué día efectuará la medida de fuerza”.

Por otro lado, al cierre de esta edición, desde ATCPEA no se manifestaron al respecto. Mientras que en el caso de APTA, y ante la pregunta de Mensajero Turístico, no brindaron definiciones sobre la cuestión y se limitaron unicamente a declarar: “Por el momento, no habrá mayor información”.

Una situación inédita

El martes pasado, Aerolíneas Argentinas canceló la venta de vuelos hacia todos sus destinos, debido a que 15 aeronaves de su flota fueron averiadas por una tormenta acontecida días antes. A pocos días del fin de semana largo de Semana Santa, la cancelación hizo eco en el ex presidente de la compañía, Mariano Recalde: “Es una situación inédita y que objetivamente beneficia a empresas vinculadas directamente a los funcionarios del gobierno. Es un escándalo”, comentó durante una entrevista radial, al hacer referencia a las aerolíneas Flybondi, Avianca y LAN.

“Me parece que es un regalo de Pascuas que le han hecho a Avianca, la empresa de Macri; a LAN, la empresa de la cual era presidente Lopetegui [Gustavo, parte del Gabinete]; y a Flybondi, que está íntimamente vinculada, según se ha informado, a Quintana [Mario, también dentro de ese sector del gobierno]. “Me preocupa que Aerolíneas pierda ingresos en un contexto donde aparte, se le recortan ingresos por vía de presupuesto y por la entrada de cada vez más empresas privadas que vienen a competir con nuestra aerolínea de bandera”, enfatizó.

Según un comunicado emitido por la empresa, la suspensión en la venta de pasajes se efectuó para “evitar mayores inconvenientes a los pasajeros” y como “medida precautoria”. Tan solo el miércoles, unos 3600 pasajeros se vieron afectados por la medida y la reprogramación de vuelos.