La sinergia público-privada suele mencionarse en muchos discursos del turismo. Sin embargo, en la última reunión del CFT -a la que no asistió el presidente de la CAT- hubo disidencias en torno al rol que deben ocupar los empresarios y los favores que éstos le piden a la Secretaría, en medio de la recesión mundial.

Si bien las relaciones entre el sector privado y la secretaría de Turismo de la Nación han sido fructíferas en estos años, y todos los dirigentes destacan ese aspecto en sus discursos, algunos entredichos durante la última reunión del Consejo Federal de Turismo (CFT), el viernes 31 de octubre -un día antes del inicio de la FIT- en la Casa de la Provincia de Salta, sirven para entender que no todo es color de rosa. El planteo de la Cámara Argentina de Turismo (CAT) para conseguir una rebaja impositiva en el contexto de la crisis económica internacional no le cayó tan bien a algunos funcionarios de la Sectur y el cruce entre el Subsecretario de la cartera de Suipacha 1111, Daniel Aguilera, y Guillermo Onis, socio activo de la CAT- fue la anécdota que empañó el encuentro. Además, la Cámara presentó un informe económico que para algunos no fue lo suficientemente preciso y abarcativo, teniendo en cuenta el delicado momento en que se encuentra la actividad. Una de las conclusiones que surgen de la reunión fue que, más allá de los lazos positivos que se estrecharon en el transcurso del último lustro, las dos patas de la actividad -la pública y la privada- ya no tienen un pensamiento tan homogéneo.

Diagnóstico
El economista Adolfo Sturzenegger presentó un trabajo que había realizado para la CAT con estadísticas del sector de 2007 y 2008, y con proyecciones, a partir de esos números, que se pueden comenzar a delinear pensando en el año que viene. Según le dijeron a este medio dirigentes que estuvieron presentes en la reunión, Sturzenegger expresó durante su exposición, entre otros conceptos, que cuando la economía anda mal, el turismo es la primera actividad que se cae porque todo el mundo se retrae y comienza a racionar sus gastos. La visión del economista se contradice con las declaraciones que formulara la semana pasada el presidente de Aviabue, Fabricio Di Giambattista, ante la consulta de Mensajero Periódico Turístico: “El sector turístico tiene esa suerte y ese dinamismo que tiene que ver con que la gente siempre se quiere ir de vacaciones. Por una cuestión económica tal vez cambia el destino, pero después de trabajar todo un año cualquiera se quiere ir”, había dicho el dirigente de Columbia Viajes. Al margen de esa dicotomía en los discursos, este medio pudo saber que el presidente del CFT, Adrián Stur, habló luego de Sturzenegger y reconoció que esperaba otro tipo de informe de parte de la Cámara, con una evaluación económica de mayor profundidad, que permitiera saber cómo se van a ir dando los movimientos y los cambios en la actividad, y cómo se van a comportar los mercados emisores. Cuando habló con este periódico, el funcionario entrerriano sólo dijo que “la CAT presentó el informe económico, como hace cada año, pero no algo específico en relación a la crisis”. A su vez, comentó que la Sectur hizo una evaluación del seguimiento de los precios, “ya que se han percibido incrementos en las tarifas de distintos destinos turísticos”. Ese trabajo se le presentó a la actividad privada para que lo analice y tome resoluciones.

Una mano al sector
Lo del informe económico no fue el único capítulo de la discordia. Debido a la ausencia del titular de la CAT, Juan Mirenna, quien estuvo de viaje hasta el jueves 6, le tocó al vicepresidente de la entidad, Ricardo Roza, dirigir la batuta del sector privado. Luego de las palabras del presidente de la AAAVyT, tomó la posta Marta Sánchez Magnoni, gerente de la Cámara. Ella leyó un documento elaborado en el seno de la entidad, donde se plasmaban propuestas vinculadas a la política tributaria. Todavía no se había producido el cruce entre Aguilera y Onis, quien habría apoyado con mucha vehemencia lo que se pedía desde el punto de vista impositivo. De acuerdo a un dirigente del turismo que diálogo con este medio, el enojo de Aguilera se produjo por dos razones, fundamentalmente: “Por un lado, existe la idea, en la Sectur, de que los privados siempre pretenden algo del sector público y que no se esfuerzan por generar soluciones. Por otro, creo que los funcionarios de la Secretaría no se animan a pedirle al ministro de Economía algo así (como una rebaja impositiva) en un contexto de crisis, en el que el Gobierno no puede resignar su recaudación”, dijo el entrevistado. Stur, por su parte, consideró que “fue una discusión normal, como las que se dan habitualmente en este tipo de reuniones entre el sector privado y el público”.
Sin inclinar la balanza ni para un lado ni para el otro, y con una retórica basada en predicar la unidad y el trabajo conjunto, el presidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA), Oscar Ghezzi, sí deslizó una crítica a “alguno” que “durante la reunión dijo que los privados siempre piden lo mismo”, en relación a los impuestos. “Pedimos lo mismo porque siguen sin implementarse las medias, y vamos a seguir insistiendo hasta que se concedan nuestros reclamos”, manifestó. Y agregó que “los que hacen esos comentarios tal vez no sepan lo importante que sería para nosotros la suspensión por seis meses del impuesto al cheque, por ejemplo”. Respecto al supuesto malestar desde el organismo oficial por la poca participación empresarial en la resolución de conflictos, Ghezzi sostuvo: “Que el sector público me pida más me motiva”.
En cuanto al informe económico de la CAT, el titular de la FEHGRA opinó que “si bien es muy reconocido Sturzenegger, y si bien a veces es bueno que alguien de afuera dé su mirada, pienso que a él le falta mayor relación con los actores del turismo, como para darle a ese mismo trabajo una mirada más asociada a lo que sucede puntualmente con la actividad. Desde el sector público dijeron que el informe debería mirar más hacia al futuro y no anclarse tanto en los números del pasado”. “Me di cuenta que desde la parte oficial había críticas, eso se percibía en el ambiente”, añadió. Si se anula el acta, quiebran las empresas”. Esto último fue desmentido por el legislador radical. “Pérez Tamayo es uno de los causantes del gran desfasaje de Aerolíneas. Cuando dice eso se nota que no sabe de derecho, Cirielli no dice lo mismo”, disparó Lanceta.

ABC para evitar la crisis