¡No amarrarás!
Bajo su interpretación de la Ley Provincial 852, popularmente conocida como “Gaucho Rivero”, la Gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, les prohibió el ingreso a la ciudad de Ushuaia a dos barcos con bandera de conveniencia el lunes 27 de febrero, despertando una polémica nacional, entre los actores privados y públicos, y provocando la reacción del sector turístico, que ya alertó por el impacto económico actual y a futuro.
Las embarcaciones que no pudieron amarrar en el muelle de la capital provincial son el Star Pincess, un crucero de lujo que ya había atracado en esta ciudad. El Adonia, que 48 horas antes había hecho escala en Malvinas, no recalo en Ushuaia.
Si bien el Artículo 2 de la norma se refiere a barcos que realicen “tareas relacionadas con la exploración y explotación de recursos naturales, o a buques militares, dentro del ámbito de la cuenca de las Islas Malvinas sobre la plataforma continental argentina”, los funcionarios interpretaron que se debía incluir a la actividad turística, y el Presidente de la Dirección Provincial de Puertos, Alejandro Berola, siguiendo “expresas instrucciones” de Ríos le informó a los cruceros que no podían desembarcar, quienes retomaron su curso a la ciudad trasandina de Punta Arenas.
A días de conmemorar el 30º aniversario de la Guerra de Malvinas, y con la creciente tensión nacional por la soberanía de las Islas, los cruceros turísticos con casi 5 mil pasajeros a bordo (entre turistas y tripulantes), no llegaron a puerto, decenas de comerciantes y trabajadores del sector turístico registraron pérdidas millonarias, y se deterioró la imagen del país en todo el mundo.
Los implicados
Entre los buques que no pudieron ingrear, se encuentra el crucero Star Princess que tiene bandera de las Islas Bermudas, una colonia inglesa en América del Norte, pero a los efectos de la ley provincial ingresa con “banderas de conveniencia”. No obstante, si bien tiene su sede en Fort Lauderdale, Florida, Estados Unidos, está dirigido por Princess Cruises desde Southampton. En tanto que, el Adonia forma parte de la flota de buques operados por P&O Cruises, en el Reino Unido, y tanto el armador, comercializadora, turistas y residencia remiten a Gran Bretaña.
Ni un paso atrás
En los próximos días, y reforzando su postura, el Gobierno de Tierra del Fuego le solicitaría a todas las empresas dueñas de los cruceros y barcos en general que llegen a Ushuaia, declaraciones juradas y documentación sobre su nacionalidad.
Con esta acción, la gestión de Ríos focalizaría la prohibición a naves que efectivamente pertenezcan a empresas Británicas o que posean bandera de conveniencia, ligadas a países o estados a la colonia del Reino Unido e Irlanda del Norte.
Por su parte, desde la Cámara de Turismo de Ushuaia manifestaron que bajo la forma en que se maneja el sistema naviero mundial, la aplicación del concepto bandera de conveniencia es tan amplia que de cumplirse con la ley, sin un análisis coherente, se impediría que barcos que por su beneficio comercial o impositivo tuvieran sede en otros países, operasen en el Puerto de Ushuaia. Y aseguraron que de ser así “se pondría en alto riesgo tanto a la operación de cruceros turísticos como buques de carga y pesqueros”
Por otra parte, y en diálogo con Mensajero un funcionario fueguino que pidió preservar su identidad subrayó: “El sector privado se equivoca en no acompañar a la Gobernadora, reaccionó mediáticamente y no valoró como prioridad la medida de la soberanía”. Además, agregó que “estos empresarios ya se olvidaron que fue Ríos quien estuvo cuando las cenizas amenazaban, y sus políticas de financiar rutas de vuelo, generar créditos para pagar salarios, y liberar cargas impositivas, contribuyeron a que miles puestos de trabajo se mantuvieran”.
A su vez, comentó que no es para nada seguro que el futuro de los cruceros en Tierra del Fuego se vea afectado por esta decisión. “Hay que ser realista, hoy en día las altas tarifas, los elevados costos portuarios, y la inseguridad sanitaria, derivaron en una disminución del interés de las personas por viajar en un crucero”, alertó el funcionario. Para finalizar, recordó que “la gente se olvida que Ríos es la gobernadora de Malvinas, y que allí existe un uso turístico donde la provincia no cobra una moneda”.
En tanto que, desde la Gobernación redoblaron la apuesta, y advirtieron que si el Star Princess regresa al puerto de Ushuaia el 8 de marzo tal como tiene previsto, se le volverá a aplicar la ley “Gaucho Rivero” y no podrá desembarcar.
Dan batalla
Si bien están en concordancia con la esencia de la norma 852 en torno a repudiar a todo aquel buque que venga a realizar una extracción de recursos, ya sea la pesca o el petróleo, el sector privado de Ushuaia no coincide en que esta resolución carece de argumento jurídico para negarle a cruceros turísticos el arribo. Además, sostienen que desde el 24 de agosto de 2011, hasta hace unos días, el Gobierno interpretó la Ley de una manera, y ante el reclamo de un grupo de ex combatientes que a su vez son gremialistas, se interpretó de otra forma.
“Es una decisión que tomó el gobierno en base a una ley vigente y tenemos que emplearla compartamos, o no, su contenido. Hay que dejar en claro y transmitir tranquilidad que no es una normativa aplicable a todas las embarcaciones con banderas de conveniencia salvo que presenten irregularidades como marca la ley, o mismo que haya una empresa inglesa detrás del navío”, manifestó en conversaciones con Mensajero el Presidente del Instituto Fueguino de Turismo (INFUETUR), Marcelo Echazú.
En relación al futuro y consecuencias que pueda ocasionar esta decisión, el funcionario explicó que “lo importante es trabajar y comunicar para que una situación como esta sea previsible, y quien no deba amarrar en el puerto lo sepa con anticipación y ni siquiera lo intente”.
Por otra parte, respecto a las pérdidas económicas de los diversos actores del sector turístico, Echazú sostuvo que “las cifras son importantes, pero que la actividad sabe afrontar el no arribo de buques al puerto, ya sea por cuestiones climáticas o problemas sindicales”. Por último, el titular del INFUETUR admitió: “El perjuicio a la imagen de Ushuaia ya fue ocasionado y uno lo lamenta mucho porque el esfuerzo por posicionar turísticamente a la ciudad es enorme, pero en este caso la reivindicación que hace Argentina por el territorio de Malvinas es la prioridad”.
Preocupados por la marca Ushuaia y el futuro de la actividad de los cruceros, el Secretario de Turismo de la ciudad, Daniel Leguizamón, aseguró que “acciones como el boicot tienen como objetivo perjudicar los capitales ingleses, pero en realidad nos estamos perjudicando a nosotros mismos. Al no permitir que ingresen estos buques de pasajeros al puerto se deteriora el turismo regional”.
Asimismo, criticó la medida tomada por el Gobierno provincial y sostuvo que si bien la sociedad fueguina está 100 por ciento de acuerdo con la lucha por la soberanía de las Malvinas, el camino a seguir es el que insta desde el Estado Nacional: “el diálogo y la diplomacia”.
Por su parte, desde el INFUETUR sostuvieron que toda la sociedad está muy sensibilizada, y por eso hay que tratar el tema con mucho cuidado. “Ya nos reunimos con gente de la Cámara, con los ex Combatientes, y estamos en permanente diálogo con las autoridades provinciales. Nuestra tarea acá es mantener la congruencia entre el sector público y privado, y encontrar una solución que no afecte los intereses de la soberanía y no perjudique a la actividad turística”, le comentó a Mensajero un funcionario del Instituto.
“Se prohíbe el ingreso a aquellos barcos que exploten los recursos naturales, pero las bases del turismo tienen que ver con lo social, lo cultural, y la recreación, protegiendo estos recursos naturales”, sostuvo el presidente de la Cámara de Turismo de Ushuaia, Marcelo Lietti. quien señaló que el futuro está comprometido, porque con la acción se salió del protocolo nacional de puertos, lo que generaría que las empresas evalúen más antes de volver a ofrecer hacer recaladas en Ushuaia.
Además, explicó que esta forma de actuar “hace dividirnos innecesariamente, porque hoy una parte de los fueguinos estamos enfrentados con otro sector de la sociedad argentina cuando en realidad todos queremos recuperar las Malvinas”.
En relación a los pasos a seguir, Lietti adelantó que “seguimos recurriendo a los poderes, si bien el Ejecutivo no nos resolvió el problema, acudiremos al Legislativo y al Judicial”.
Privados de trabajar
En dialogo con Mensajero Turístico el presidente de la AAAVyT de Tierra del Fuego y de la agencia Bajo Zero, Hernán Quesada, remarcó que “seguiremos reuniendósnos con los funcionarios y los agentes de viajes para llegar a un acuerdo en la interpretación de la ley y que el sector no esté afectado”. Y añadió que reforzarán las tareas para concientizar a cada turista sobre la verdadera soberanía de Malvinas.
Además, Quesada comentó que las pérdidas fueron muy importantes porque había muchas reservas y decenas de locales se vieron imposibilitados de comerciar con miles de pasajeros.
Por su parte, Carlos Ryan, Gerente General de Discover The World Marketing Latinoamérica, representantes de P&O Cruises en Argentina, explicó que esta decisión provocó malestar entre los pasajeros, quienes se fueron con una mala imagen de Argentina y detalló que en el barco americano sólo había 18 ingleses. “Estamos alineados con la postura nacional de que el camino para recuperar Malvinas es a través de la Diplomacia en los organismos internacionales, pero en Tierra del Fuego se equivocaron y pusieron en jaque a una actividad en ascenso”, comentó Ryan.
En relación a las pérdidas económicas, Mario Zirolli de la empresa Furlong Incoming, que se encarga de hacer el receptivo a varias empresas de cruceros, sostuvo que las empresas y servicios turísticos en la ciudad de Ushuaia perdieron más de 150 mil dólares por cada barco, pero que el país fue el mayor perjudicado porque “no creo que estos miles pasajeros o sus familiares quieran volver a la Argentina nuevamente”.
Por su parte, desde el fin del mundo, Ángel Brisighelli, titular de Rumbo Sur, manifestó: “Muchos profesionales independientes y PYMES se quedaron sin trabajo. Las consecuencias de esta medida se verán en dos años, pero el daño está hecho y se arruinó años de trabajo para posicionar a Ushuaia como destino de cruceros”.
Lo que se perdió
Según datos extraoficiales del sector turístico privado, se perdieron casi 2000 pasajeros en excursiones. Ya que había en juego 5 catamaranes, casi 30 micros, entradas a museos, tickets comprados del Parque Nacional, comidas en los centros invernales. Y estimaron que entre los afectados hubo una pérdida cercana a los U$S500.000.
Por su parte, desde la Secretaria de Turismo de Ushuaia comunicaron: “No sabemos cuánto se perdió con exactitud, pero muchas empresas ya habían invertido en publicidad, contratado personal extra, y hasta remodelado sus locales para ofrecer mejores servicios, y con la desacertada decisión se nos privó de contar con miles de clientes”.
No obstante, un referente de la Gobernación de Tierra del Fuego dijo que “las pérdidas están muy sobrevaloradas, porque esos tipos de cruceros recalan 5 o 6 horas, bajan algunos y gastan lo mínimo en cafeterías o tiendas de recuerdos”.
Castilos de arena
Menos de 100 días faltan para que la problemática por las Islas Malvinas sea tratada de manera diplomática por el Comité de Descolonización de la ONU. Sin embargo, este precedente, sumado a los boicots, puede marcar un efecto negativo para los objetivos de nuestra nación.
Si bien el reclamo que se hace sobre la soberanía de las Malvinas, que son y serán argentinas no está en discusión; este tipo de decisiones puede poner en jaque a toda una actividad que acción tras acción se ha ganado su lugar y reconocimiento mundial. Con este fallo se privó a miles de personas de conocer la ciudad más austral del mundo, Ushuaia, sin embargo, lo preocupante reside en que con dicha determinación no sólo se atenta contra la imagen turística de la ciudad, sino que afecta directamente la imagen que damos en el mundo.
La ofensiva continúa
El Gobierno Nacional instó que no compren a empresas inglesas bienes importados. La ministra de Industria, Débora Giorgi, le comunicó a los titulares y CEOs de al menos 20 firmas nacionales y multinacionales que importan productos e insumos desde el Reino Unido y que han incrementado en el último año el volumen de compras desde ese país, para que reemplacen el origen de esas adquisiciones y elijan otras naciones desde donde importar esa mercadería.
Pese que la tensión por el enfrentamiento por las Malvinas crece, desde la conducción de CFK sostuvieron que la medida tiene como objetivo impedir que se siga reduciendo el superávit que todavía mantiene nuestro país con el Reino Unido y establecer políticas que privilegien las relaciones comerciales con las naciones que respetan la integridad territorial, sus reclamos soberanos y los recursos que pertenecen a la Argentina.
En números las importaciones desde el Reino Unido aumentaron un 40% y de esta manera, la Argentina perdió en un año, más del 60% del saldo comercial favorable que mantiene con Inglaterra que pasó de U$S 274 millones en enero/noviembre 2010 a U$S 104 millones en el mismo período de 2011.
Un viejo conocido
La Ley 852 aquí denominada “Gaucho Rivero”, sancionada el pasado 25 de agosto y promulgada el 14 de septiembre, concierne en homenaje a Antonio Rivero, el peón de campo que lideró un alzamiento contra la ocupación británica de las Malvinas en 1833. Esta norma reafirma “los imprescriptibles derechos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y sus espacios marítimos circundantes como parte integrante del Territorio de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, conforme lo estipula la Ley Nacional 26.552”.
Asimismo, en su esencia esta Ley prohíbe la permanencia, amarre o abastecimiento u operaciones de logística en territorio provincial de buques de bandera británica o de conveniencia, que realicen tareas relacionadas con la exploración, explotación de recursos naturales, buques militares, dentro del ámbito de la cuenca de las Islas Malvinas, sobre la plataforma continental argentina