¿A dónde van los aviones?
El cambio en el perfil de ciudad que viene mostrando Sáenz Peña durante los últimos años a partir del desarrollo en materia de infraestructura y el desarrollo que esto conlleva en materia comercial, empresarial y el fuerte crecimiento que se avizora en el sector industrial a partir de la puesta en marcha del Parque Industrial e incluso potenciar a la ciudad como punto de referencia turística, la reactivación del aeropuerto local, hoy inactivo en materia de vuelos comerciales, aparece como una de las prioridades.
Es que el centro de la provincia necesita contar con conexión con las principales urbes del país para poder captar la atención de potenciales inversores o simplemente turistas.
La gigantesca estructura emplazada en la zona oeste en el sector conocido como Pampa Napenay a unos 5 kilómetros del ejido urbano de Sáenz Peña hace poco más de diez años, durante su tiempo de existencia no ha podido consolidar un funcionamiento sustentable en el tiempo luego de las experiencias, primero de Aerolíneas Argentinas, luego LAER y finalmente Aerochaco quienes entre alguna otras cuestiones debieron suspender sus servicios debido a la escasa demanda de los potenciales usuarios quienes continuaron optando por otras opciones existentes en la región.
El lugar, convertido hoy por los saenzpeñenses en paseo dominical, no deja de tener utilidad pero no registra vuelos comerciales. La extensa pista construida con el objetivo de recibir a las aeronaves de vuelos regulares, hasta el momento solamente siente el carreteo de algún avión oficial del estado provincial o nacional- o de las aeronaves sanitarias que deben socorrer alguna emergencia o prestar servicios ante una ablación de órganos.
Pero el cambio de perfil de una ciudad que va mostrando evidentes signos de progreso a partir del crecimiento empresarial, comercial y de la industria sumado a la potenciación de la oferta turística en base a las aguas termales, el Zoológico y otras más la estratégica ubicación geográfica que convierten a la ciudad en un punto equidistante para llegar a otros atractivos que ofrece el interior reavivan la necesidad de gestionar la posibilidad de poder contar con ese servicio.
En este aspecto el intendente Gerardo Cipolini llevó adelante una avanzada el año anterior en oportunidad de la visita del ministro de Planificación Federal Julio de Vido para participar de la inauguración de la repavimentación de la ruta 6. Allí entre otras cosas, le pidió al funcionario nacional se estudie la posibilidad de incluir a la ciudad entre las rutas de LADE a partir de una mirada más federal hacia el norte del país.
“La concreción de la reactivación de los vuelos cerraría un círculo perfecto para que nuestra ciudad pueda ser ofrecida como una alternativa no solo para que los industriales del país central fijen su mirada en Sáenz Peña sus ojos no solo para hacer negocios, sino como un complemento para insertarnos definitivamente en el contexto turístico nacional catapultando nuestras aguas termales y nuestro Zoo con su naturaleza incontaminada en el marco de de un contexto productivo inmejorable y con esto atraer a personas interesadas por ejemplo en cultivos como nuestro algodón” destacó el jefe comunal.
Pero sin dudas, más allá del debate que se pueda hacer sobre si fue un error o no construir otra estación aérea a menos de 170 kilómetros de la capital, se deberá elaborar una estrategia comercial que por un lado permita seducir a un mercado potencialmente importante, y por el otro ayude a partir de la rentabilidad que pudiera lograrse bajar los altos niveles de susidio que significaría hoy poner en marcha vuelos regulares desde Sáenz Peña.
La obra hay que aprovecharla
El propio gobernador, Jorge Milton Capitanich, había reconocido en su oportunidad ante una consulta hecha por NORTE que “la única posibilidad que existe de tener vuelos regulares es mediante la asistencia económica del estado que significa un subsidio de entre seis y diez millones de pesos por año”.
“Tener una aerolíneas comercial es trabajar todo a perdida”, sentenció el titular del ejecutivo provincial haciendo referencia a la posibilidad de explotar la ruta aérea comercial desde la segunda ciudad del Chaco.
Es debatible el cuestionamiento que surge al tratar de definir si fue un error o no construir un aeropuerto de tan grandes dimensiones a tan solo 150 kilómetros de Resistencia. “La realidad es que hoy está construido y tenemos que aprovecharlo, y no es nada del otro mundo pensar en que el estado pueda propiciar mediante el subsidio el funcionamiento de las líneas comerciales”, comentó Capitanich.
Ante esta situación, el gobierno provincial estaría “trabajando en la manera de reactivar el aeropuerto y es complejo encontrar la solución porque hay que aceptar que económicamente se pierde”.