Llegan las vacaciones de invierno y los parques nacionales se preparan para recibir a miles de visitantes en sus travesías ecoturísticas por las emblemáticas áreas naturales protegidas de Argentina.

Con Iguazú como principal atractivo, las áreas de uso público de los parques nacionales ya se encuentran a la espera de los turistas que en unos días llegarán a los destinos elegidos para el descanso. Cada una de las localidades vinculadas a los parques en todo el país cuenta con la infraestructura necesaria para alojar, alimentar y entretener. Los centros urbanos se convierten en bases operativas desde donde parten las excursiones hacia la naturaleza, la cultura y la historia de los alrededores.

Más de cuatro millones de visitantes ingresan a los parques nacionales cada año para ser parte de una experiencia que conjuga el disfrute de escenarios naturales protegidos para su conservación, con prácticas sustentables de turismo.

Aguas Grandes

El Parque Nacional Iguazú ofrece una serie de alternativas únicas en medio de la selva paranaense del norte misionero. El área Cataratas se recorre íntegramente en dos o tres jornadas completas, de acuerdo al ritmo de cada uno de los visitantes.

Todo está preparado en la tierra roja de los guaraníes para deslumbrar. Desde el centro de visitantes “Yvirá Retá” y los circuitos peatonales en las pasarelas y miradores, hasta las inolvidables excursiones náuticas, pasando por el espectáculo nocturno del paseo a la luz de la luna para disfrutar de la Garganta del Diablo. Durante el mes de julio, entre el domingo 17 y el jueves 21, se puede caminar de noche sobre el Río Iguazú rodeados de una especial luminosidad. Este recorrido comienza en la Estación Central para embarcar en el Tren Ecológico de la Selva con destino al balcón Garganta del Diablo.

Este sitio, que fue declarado como Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1984 ofrece incluso la posibilidad de adentrarse en la selva por la legendaria ruta 101 y atravesar la zona menos transitada del parque.

Un Mar de Palmeras

Sobre la costa del Río Uruguay, en las cercanías de Ubajay y a unos 50 kilómetros de Colón, se encuentra el Parque Nacional El Palmar. Esta alternativa puede combinarse con varios circuitos que propone la provincia de Entre Ríos con la ruta nacional14 como eje vinculante, como la oferta termal y lade turismo rural.

En el parque, una vez que se caminan sus particulares senderos, una opción son los paseos a caballo dentro del área natural protegida. Ideal para conocer la flora y fauna autóctona de la región; se ofrecen tres circuitos, con diversos grados de dificultad, de acuerdo a la duración y distancia de cada recorrido.

Las palmeras Yatay son las reinas del espinal entrerriano. Algunas de ellas tienen cientos de años resistiendo temporales e incendios, y son refugio y sustento para las aves y la fauna del lugar. En el sector “La Glorieta” se pueden disfrutar de atardeceres cinematográficos, ideales para para registrar imágenes para el recuerdo.

Camino a la Puna

Los miles de turistas que este invierno elijan a la ciudad de Salta como base para sus excursiones, podrán incluir al Parque Nacional Los Cardones en su recorrida por los Valles Calchaquíes. Subiendo la Cuesta del Obispo - en camino hacia Payogasta, Cachi, la Ruta 40, y el Río Calchaquí - se ingresa al parque por la Ruta provincial N° 33 en el paraje conocido como Piedra del Molino. Cerca de allí, el Valle Encantado da la bienvenida a un ambiente de pastizal de neblina. Hacia la recta del TinTin, se puede observar el cardonal más extenso del país mientras se transita por un segmento del antiguo sistema vial andino de los Incas (Qhapaq Ñan). La propuesta renovada para el caminante curioso incluye tres senderos interpretativos: “Ojo del cóndor”, “Secretos del cardonal” y “Caminos del pasado”.

Los cardones de la Quebrada, son el principal atractivo y objeto de protección del parque; crecen unos 10 centímetros por año hasta alcanzar los 13 metros o poco más de altura, y se han utilizado antiguamente como recurso maderero, entre otros usos.

Otro rasgo distintivo del lugar, junto con la aridez, son los entornos ancestrales del parque nacional, que invitan a una recorrida contemplativa por la historia y la cultura de estos mágicos rincones salteños.

Hielo Milenario

Periódicamente, el Glaciar Perito Moreno vuelve a revalidar su fama en todo el mundo como sucedió a fines de este verano, con su espectacular e impredecible ruptura. Es el más fotografiado de los 13 glaciares mayores que le dan nombre al Parque Nacional Los Glaciares, parte del listado del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1981.

Con unos 30 kilómetros de extensión, cuatro kilómetros de frente y una altura promedio de 60 metros, conforma una masa de hielo cuya superficie total es comparable al tamaño de la ciudad de Buenos Aires. La accesibilidad a este enorme río de hielo está asegurada por un camino pavimentado de 70 kilómetros que conecta con El Calafate, que se complementa con un sistema de pasarelas que permite distintos puntos de contemplación sin barreras físicas para desplazarse. El área cuenta con servicios gastronómicos habilitados.

Tanto El Calafate como El Chaltén cuentan con servicios de transporte, alojamiento y gastronomía que ofrecen alternativas para quienes lleguen a conocer o vuelven a visitar el parque nacional más extenso de la Argentina.