El Corsódromo de Gualeguaychú, el primero del país (inaugurado en 1997), es escenario de la fiesta grande del carnaval argentino. Con una capacidad para 30.000 personas sentadas, este espacio cuenta con tribunas, sillas y una zona VIP.

Desde la restitución del feriado nacional por carnaval y el lanzamiento de los Carnavales Federales de la Alegría, cada ciudad y pueblo del país ha reimpulsado esta celebración popular buscando diferentes alternativas para atraer turismo y, de paso, brindar regocijo a la población.
Tradicionalmente, los festejos de carnaval se realizan los sábados de enero (desde el 4 en adelante) y febrero culminando al comenzar marzo pero este año los carnavales se extenderán hasta el martes 4 de marzo. De este modo, se generó un fin de semana largo que permitió el desplazamiento de turistas de una provincia a otra, de un pueblo a otro y de una ciudad a otra.
“Las personas que cada año llegan a Gualeguaychú pueden disfrutar no sólo del gran espectáculo del carnaval sino también de una serie de alternativas como playas, termas, actividades relacionadas a la naturaleza como cabalgatas, avistamiento de aves, paseos en veleros o lanchas, disfrutar de eventos en el  teatro o salas alternativas, los Corsos Tradicionales Matecito, Arte en el Anfiteatro y el domingo 23 se realizó el Festival en el Río, que en esta edición contó con la presencia de Nonpalidece, Salta la Banca y la banda costaricence Un Rojo entre otras posibilidades”, comentó Fabián Godoy Secretario de Turismo de Gualeguaychú.

Lo que deja el 2014
En esta edición, el Carnaval contó con la presencia de la comparsa Kamarr (la ganadora de 2013), que tuvo como tema Q.E.P.D. donde los servidores de la muerte se vistieron de gala para sepultar al Rey Momo y su dominio el carnaval; O’Bahia presentó el “Homo Ludens” inspirada en los juguetes de siempre y Papelitos con“Latidos”, los latidos del corazón de una profunda Latinoamérica, que compitieron por el primer puesto mostrando la calidad de sus vestuarios, la sincronía de las coreografías y el gran despliegue de sus carrozas que, sumados a los temas elegidos por los directores, hicieron vibrar y bailar a los presentes intentando dejar un legado para construir un mundo mejor.
Este despliegue artístico posee ya más de veinte años de trayectoria, siendo considerado uno de los carnavales más importantes del planeta, junto con el Carnaval de Río de Janeiro y el de Venecia.