Una ciudad con mil sabores
La ciudad neuquina ofrece una amplia y variada oferta gastronómica. La trucha a la manteca negra, una picada poblada de productos patagónicos y el helado artesanal de piñón, son sólo algunas de las delicias que deleitan a los turistas de todas partes del mundo.
El complemento por excelencia de los atractivos naturales y culturales de Junín de los Andes es el placer de disfrutar de la gastronomía, con exquisitas delicias típicas y únicas de la Patagonia para que los turistas puedan deleitarse con diferentes propuestas para almorzar, cenar o tomar el té durante su visita a la ciudad cordillerana.
La oferta está conformada por 20 establecimientos con una capacidad total de aproximadamente 560 cubiertos. De ambiente familiar, especializados en la buena mesa que incluyen restaurantes, parrillas, pizzerías, confiterías y casas de té que ofrecen platos tan abundantes y económicos.
El menú comienza con una variedad de entradas basadas en productos autóctonos, tales como escabeche y jamón de ciervo ahumado, tablas de quesos, patés, bruschettas, matambres caseros, entre otros.
Dentro de la carta se destaca la carne de cordero patagónico por ser tierna y magra y se prepara asada o guisada, como así también el ciervo que se sirve en diversas formas, a la cazadora, ahumado o al escabeche, acompañado de puré de papas o de manzanas, mientras que el jabalí se ofrece en forma de costeleta o medallones.
Los amantes de los pescados, no pueden abandonar Junín, si probar la especialidad de la ciudad que es la trucha que puede ser a la manteca negra, al limón, a la provenzal, al ajillo, al tomate, a la romana, a la crema, al champiñón, al roquefort o a la almendra.
Además, se puede encontrar los cortes tradicionales en parrilla, donde se destaca el bife de chorizo al champiñón.
Para los que prefieren las tradicionales pizzas, una de las comidas favoritas de los argentinos, se ofrecen más de 90 variedades elaboradas en horno patagónico, masas a la piedra fina y crocante o gruesas y esponjosas, desde las clásicas como fugazzetas y muzzarelas a las que contienen truchas y ciervo ahumado o con frutos de mar.
A la hora del postre, los intensos sabores y aromas se trasladan a una amplia variedad de opciones a base de chocolate artesanal, cremas, piñón, dulces y frutos del bosque, como el sauco, la grosella, michay, rosa mosqueta, frambuesas, que dan origen a postres y helados de excelente nivel que reflejan la identidad del lugar.
Por la tarde un verdadero placer y un momento especial es tomar el té con diversas variedades muy originales como el té de frutos rojos, acompañado de tortas y masas, alfajores artesanales, pan casero, bocaditos salados de jamón, trucha y ciervo ahumado.
Casi como una síntesis perfecta, Junín de los Andes ofrece las mejores delicias gastronómicas, que invitan a ser disfrutadas en el seno de un marco natu