Este territorio, hace miles de años, albergó a la cultura “Ayampitín”. Hacia el año 200 D.C, nuevos pobladores y nuevas costumbres conformaron el pueblo comechingón. En este espacio, los indios comechingones resistieron la llegada de los españoles. Así fue, como en 1574, los últimos comechingones libres murieron en combate, defendiendo sus tierras.

Cada uno de los rincones de este territorio, como el Valle del Silencio y las Grutas de Ongamira, fueron testigos de la ardua batalla que libraron los conquistadores españoles contra los Comechingones, por la conquista de los terrenos.
Ongamira se distingue por ser reserva de aguas termo minerales, de antiguas canteras de cuarzo, reserva de hierbas medicinales y de quebrachos colorados. El arroyo de Los Morteros, camino al mirador indígena, el Cerro Pajarillo y Los Terrones, son sólo algunos de los sitios que componen el ambiente ideal para el turismo ecológico, de aventura y cultural que ofrece este territorio.
Las Cuevas de Ongamira, también llamadas grutas, constituyen la Quinta Maravilla Natural de la Provincia y están a 1500 msnm. Son tres grutas para recorrer en una hora aproximadamente de caminata y en las cuales se pueden observar huellas de la cultura de los aborígenes Comechingones, que habitaron estas tierras.
En Ongamira se encuentra además, una antigua casona convertida en museo dedicado a Deodoro Roca, donde este gran intelectual desarrolló su obra más importante: la Reforma Universitaria de 1918, que se inicia en Ongamira y logra un alcance de nivel internacional. En esta Casa-Museo se exhibe una colección de piezas arqueológicas, obras de arte y  antigüedades que dan testimonio del paso de grandes personajes, que eligieron Ongamira como refugio, atraídos por la belleza del paisaje y la tranquilidad de la zona. La entrada a este Museo es libre, con una contribuci&oacu